El aljamiado es la escritura en caracteres árabes de las lenguas romances que se hablaban en la Península Ibérica del siglo XIV al XVII. Con la conquista de Al-Andalus que empezó en el s. XI por parte de los cristianos y la reclusión de los musulmanes en sus aljamas (comunidades islámicas), los musulmanes empezaron a perder, generación tras generación, la lengua árabe, aunque sí conservaron su escritura. Fue entonces cuando llegó un momento en el que empezaron a escribir la lengua que ellos hablaban (el romance), en la escritura que conocían (el árabe); así es como nacen este tipo de textos. La mayoría de manuscritos que se conservan en aljamiado tratan temas religiosos; lo que pretendían con estos textos era adoctrinar en el islam a sus correligionarios musulmanes que ya no entendían la lengua del Corán.
Transcripción de este fragmento:
“Y díjoles Jesús, ͑alayhi al-salām (con él sea la paz): ¡Escuchad! ¿A quién queréis que os resucite? Dijeron: resucítanos a Sem, el hijo de Noé, y fueron a su fuesa (tumba), e hizo aṣala (oración) y dos al-rak ͑aš (postraciones) y rogó a Alá y resucitó a Sem y vio que su cabeza y su barba se le había hecho blanca y díjole Jesús: qué buenas son esas que en tu tiempo no había canas. Dijo Sem: cuando oí la voz que me llamaban, yo pensé que ya era el día del juicio e hízose blanca mi cabeza y mi barba del espanto de aquel día. Y dijo Jesús: ¿cuánto tiempo ha que estás muerto? Dijo: tiempo de cuatro mil años, y no se ha ido de mi la amargura de la muerte”.