Adéntrate y descubre la historia y la cultura árabe e islámica.


miércoles, 25 de febrero de 2009

CIVILIZACIÓN MATERIAL ISLÁMICA

Siguiendo con nuestro afán didáctico desde el entretenimiento, os presentamos en Araboislámica un nuevo vídeo que, en este caso, habla sobre el Arte y la Arquitectura en el Mundo Islámico.
¡Esperamos que lo disfrutéis!

martes, 17 de febrero de 2009


El teatro parisino visto por al-Tahtawi.


La Ópera de París

“Los parisinos tienen lugares llamados teatros y espectáculos [al-Tiyātrū] y [al-Sibiktākul], donde presentan imitación de todo lo que pasa y sucede en la vida real. Desde luego, estas obras teatrales[1] son verdades en forma de broma, pero el hombre aprende de ella lecciones admirables. En estas funciones teatrales, el hombre ve las buenas acciones y las malas; presencia el elogio de las primeras y la reprobación de las segundas. Los franceses comentan que el teatro educa y corrige las costumbres. De hecho, además de hacer reír a la gente, en muchas ocasiones les hace llorar. Sobre el telón que cae al fin de la función, se lee una inscripción latina que significa en árabe: “las costumbres pueden mejorarse gracias a la comedia”.

Un teatro es como una casa muy grande, coronada por una gran cúpula. Tiene varios pisos; cada piso se compone de pequeñas habitaciones ubicadas alrededor de la cúpula. De un lado de la casa, se encuentra una gran tarima, a la cual dan todas las habitaciones, de tal modo que todo lo que ocurre allí es visible para todos los que se encuentran dentro de la casa. En el centro se encuentra una gran lámpara que ilumina todo el teatro. Por debajo de esta gran tarima, hay un lugar habilitado para los músicos. La tarima está comunicada con galerías donde se encuentran los instrumentos que utilizan en las presentaciones, así como los hombres y mujeres que intervienen y aparecen sobre esta tarima. Al escenario, le dan la forma según la necesidad de la obra que se presenta. Por ejemplo, si quieren imitar a un sultán, en sus diversas acciones, transforman el lugar en un serrallo, las personas se visten igual que el personaje, recitan sus poemas, etc. Durante los preparativos, bajan el telón para impedir a los espectadores ver la preparación de la función. Levantan el telón y comienzan la obra teatral. Las mujeres y hombres que actúan se parecen a las (Awālim)[2] en Egipto. En París, son gente de gran mérito, elocuentes, y a veces son autores de muchas obras literarias y poesías[3]. Si oyeras todo lo que dicen aquellos actores y como lo dicen de memoria, si vieras sus expresiones y gestos, si siguieras sus réplicas irónicas y moralizantes, te quedarías totalmente asombrado.


Al-Tahtawi se refería con (Awālim) a las bailarinas


Una de las maravillas de estas obras teatrales es que, durante la función, plantean problemas y cuestiones científicas muy extraordinarias. Incluso les tomarías por ulemas. Los niños que participan en las funciones, citan argumentos brillantes obtenidos de las ciencias naturales, etc.

Comienzan las funciones con algo de música. El título de la obra que se presenta, lo escriben sobre un papel fijado en las paredes de la ciudad, y es publicado en las hojas diarias “los periódicos”, para que todo el mundo esté al tanto. Por la noche, presentan varias funciones; al final de cada una de ellas, bajan el telón. Si quieren por ejemplo presentar al Sha de Persia, visten a un actor con un traje como el del rey de los persas, lo hacen sentar sobre un trono, etc. En estos espectáculos, representan todo lo que existió y existe, incluso a Moisés - ¡sobre él sea la salvación! – dividiendo el mar. Allí, reproducen la imagen del mar y lo hacen ondular para que se le parezca perfectamente. Una noche vi acabar un espectáculo con la creación de un sol que giraba e iluminaba todo el teatro, de tal modo que la luz de aquel sol superaba con creces a las luces de las lámparas, incluso pensamos que ya era de día. Tienen muchas cosas todavía más extrañas.

En resumen, el teatro en este país es como una escuela pública, donde aprende el sabio y el ignorante.

Ópera Granier


La sala de espectáculos más grandiosa de la ciudad de París es la que llaman la Ópera.[4] En ella encontrarás los mejores instrumentistas, bailarines y cantantes. Todos siguen las señales de una persona como si fueran sordos-mudos, ¡que cosa tan admirable!

Teatro de la Ópera Cómica (Salle Favart)

Hay otras salas de teatro más pequeñas, donde ofrecen otro tipo de obras teatrales como el Teatro de la Ópera Cómica[5], donde cantan de forma divertida y alegre, así como el Teatro Italiano, donde se escucha a músicos eminentes y cantos versificado en italiano. Aparte de estas dos salas, en París se encuentran más salas de teatro pero más pequeñas.

Además, existen otras salas de espectáculo, en las cuales ofrecen exhibiciones de baile de caballos, elefantes, etc. La sala más famosa de todas, se llama el Teatro Franconi[6] donde se encuentra un extraordinario elefante, al que le han enseñado hacer cosas muy extrañas. Hay otro teatro muy importante llamado el Teatro Conde [Tiatro al-Comt], que está destinado a la diversión de los niños, a la manera del prestidigitador [al-Hawy] en Egipto. En estos teatros abundan la charlatanería, la magia, etc.

Teatro Franconi (Le Cirque Olympique )

Si no fuera porque los teatros en Francia ocultan varias sugerencias diabólicas, habrían sido las mejores instituciones por su gran valor educativo. Los actores, evitan todo impudor susceptible de provocar seducción. Por lo que la diferencia entre ellos y las (Awālim) o los cantantes en Egipto es enorme.

No conozco ninguna palabra en árabe que se pueda utilizar para definir el “espectáculo” o “teatro”, pero la palabra “espectáculo” quiere decir escena o diversión, o algo de este género, y la palabra “teatro”, tenía al principio un sentido análogo, más tarde se escogió para el teatro, así como el lugar donde se efectúa. Lo que más se parece al teatro es el teatro de sombras, incluso podría ser uno de sus géneros; es conocido entre los turcos con el nombre de [Kamadba] “comedia”; este último nombre es demasiado restringido, a menos que se extienda su significado. No hay inconveniente en traducir la palabra “teatro” o la palabra “espectáculo” por la palabra “imaginario” ampliando el sentido de la misma”.
[1] El autor utiliza la palabra juegos para referirse a las obras teatrales. Esto debe ser porque en francés jugar “jouer” también se usa para actuar en una función.
[2] Es una palabra utilizada en Egipto para distinguir a las mujeres que cantan y bailan en las fiestas.
[3] El autor compara a los actores con las (Awālim), para acercar al lector al verdadero papel que juegan los actores, pero, más tarde, se da cuenta que las (Awālim), son mujeres de muy baja clase y están relacionadas frecuentemente con la prostitución, por lo que aclara la posición social de los actores en la sociedad francesa.
[4] Transcrito del francés.
[5] Transcrito del francés “Opéra Comique”, en la actualidad se llama “Le théâtre national de l’Opéra-Comique”.
[6] Transcrito del francés. También conocido como el Circo Olímpico “Cirque Olympique”.

domingo, 15 de febrero de 2009


Al-Wassa (m.936), gramático, y hombre de letras en la Bagdad de los últimos años de esplendor del califato abasí, es autor de una veintena de obras, en su mayoría perdidas, y, especialmente de adab, en las que caben toda clase de temas y estilos.

El libro del brocado, su obra más importante, es un tratado sobre la elegancia, y al-Wassa lo presenta como una guía para todos aquellos que deseen considerarse distinguidos. Describe, así las modas en tejidos, colores, alimentos, perfumes imperantes en los círculos refinados, los modales y, en primer lugar, las virtudes morales que deben adornar al hombre ideal. La aparición de una deslumbrante poesía amorosa, ya a finales del siglo VII, y su posterior evolución ha impuesto, en la sociedad árabe, la fe en la fuerza civilizadora del amor, y por eso uno de los requisitos más importantes en un hombre que se pretenda elegante es estar enamorado. De ahí, que una de las partes más extensas de El Libro del Brocado sea un esbozo de tratado sobre el amor, que influirá posteriormente en obras como El Collar de la Paloma del cordobés Ibn Hazm.
Esta obra es, como indica el subtitulo con el que suele editarse en los países árabes (az-zarf wa-z-zarafa’, la elegancia y los elegantes), un tratado sobre la elegancia (zarf) y el refinamiento ejemplificados con el comportamiento de los hombres ilustres de los primeros tiempos del Islam y de los elegantes (zurafa’) que al-Wassa conoce personalmente o de quienes ha recibido información en los medios elegantes de su época. Es una obra de adab y, como tal, tiene una finalidad claramente didáctica; el propósito del autor, repetido con frecuencia a lo largo del libro, es servir de guía a aquellas personas que desean ser consideradas elegantes. Por eso a lo largo de todo el libro aconseja sobre cómo actuar en diferentes situaciones y detalla minuciosamente el comportamiento a seguir imitando la conducta de personajes ejemplares. Describe el comportamiento intachable de aquellos contemporáneos suyos que la poseen de modo sobresaliente, y de las personas de épocas anteriores que estos elegantes consideran dignos de imitación, por medio de anécdotas biográficas que ilustran ese comportamiento elegante.

al-Wassa nos presenta un mundo fascinante, donde se mueve un número ingente de personajes que expresan su opinión por medio de poemas. Al-Wassa y los elegantes que describe parecen vivir en un universo poético que poco o nada tiene que ver con la realidad; por eso el mundo agitado y turbulento de su época está ausente del libro. El ambiente que refleja El Libro del Brocado es el de la corte y el de los secretarios y grandes funcionarios del estado abasí, el de los cenáculos presididos por éstos, presente en las menciones de grandes ministros y gobernadores. El Libro del Brocado es una de las obras más coherentes de la literatura árabe dentro del género de adab, a pesar de las pocas veces que su autor toma personalmente la palabra: las anécdotas que refiere, los versos que cita, las breves digresiones a que le arrastran un tema determinado, están siempre al servicio de esa finalidad que se ha fijado y que nunca pierde de vista: definir y describir el mundo y las actitudes de los hombres y mujeres elegantes de su tiempo. Y cumple perfectamente con una de las aspiraciones del género:instruir deleitando.

lunes, 9 de febrero de 2009

Mahoma y Carlomagno

Henry Pirenne concluyó la primera versión de Mahoma y Carlomagno pocos meses antes de su fallecimiento, y Jacques Pirenne, hijo y discípulo del gran investigador que revolucionó los estudios medievales, asumió la tarea de preparar para su edición el manuscrito póstumo.
El libro contiene las conclusiones definitivas sobre el conjunto de problemas que constituyó "la gran pasión científica de los veinte últimos años de su vida" y que había orientado ya su anterior estudio sobre Las ciudades de la Edad Media.
Según su teoría, que ha sido muy discutida, las invasiones germánicas no pusieron fin a la unidad mediterránea del mundo antiguo ni aportaron principios nuevos en el orden económico y social, en la situación lingüística o en las instituciones que la cultura romana había transmitido.
Sólo la expansion islámica, al convertir el Mediterráneo en un lago musulmán,
desplazó hacia el norte el eje de la vida histórica y creó las condiciones para la separación entre el Oriente bizantino y Occidente y para la ruptura de la continuidad en el desarrollo de la civilización. La decadencia del reino merovingio, el ascenso de Carlomagno, la alianza del papado con la nueva dinastía y el predominio de la Iglesia y de los señores feudales marcan, entre el 650 y el 750, la transición hacia el período de regresión económica y anarquía en el que la tradición antigua se pierde y que recibe el nombre de Edad Media.
Henri Pirenne MAHOMA Y CARLOMAGNO

viernes, 6 de febrero de 2009

Mary Montagu. Una inglesa en el harén.

Hace tiempo que estaba interesada en escribir un post sobre las hazañas femeninas por Oriente.

En un mundo donde los poderes públicos están ocupados por personajes masculinos, a veces ciertas féminas brillan tanto que es imposible pasar por la historia sin percatarnos de su presencia.
Nuestras protagonistas en este caso, se fascinaron por una tierra que para muchos, en estos días, representa el patriarcado más despiadado. Oriente fue la pasión de estas damas, lo estudiaron, lo recorrieron y lo fotografiaron, incluso llegaron a modelar sus fronteras. Mujeres viajeras e intrépidas que infiltradas en las altas esferas del poder masculino, demostraron la indiscutible importancia de esa perspectiva tan olvidada y acallada por todos, la perspectiva femenina de la historia, un punto de vista al que no estamos muy acostumbrados.

Nuestra primera dama nació en 1689 y fue una aristócrata, viajera y escritora británica. Su nombre es Mary Montagu y fue la primera mujer occidental en acceder a los harenes otomanos. En este caso, el hecho de ser mujer le abría una puerta inaccesible para el género dominante y, gracias a esta privilegiada circunstancia, podemos disfrutar del relato de sus experiencias, que constituyen importantes documentos históricos y sociológicos.

Lady Mary mantuvo una apasionada correspondencia con familiares y un grupo de amigos selectos en la que les contaba, con todo lujo de detalles, los secretos de los harenes otomanos. Sus cartas fueron publicadas tras su muerte e inspiraron a artistas de la talla de Ingres y Voltaire.
Esta inglesa del siglo XVIII fue una ardiente feminista que reflexionó sobre la hipocresía socio-religiosa de Occidente y no tuvo pelos en la lengua para afirmar que las damas turcas de los harenes le parecían más libres que las inglesas y que el Islam no era sensiblemente distinto al Cristianismo.

Es curioso que la mayor aportación de esta mujer sea, a su vez, la menos reconocida. Sería la primera en llevar a Inglaterra una vacuna para la viruela, un antiguo método de inoculación utilizado por los doctores árabes del siglo VI, aunque esta vez el androcéntrico universo colmaría de gloria a un varón, el médico Edward Jenner por el descubrimiento “oficial” de esta vacuna en 1796.

Mary Montagu se embarcó en un viaje tan apasionante como peligroso, acompañando a su marido Edward Wortley, un parlamentario inglés que viajaría a Oriente como mediador internacional. Después de este primer viaje hizo otros, pero no fueron tan determinantes. Durante la travesía de este viaje estuvieron a punto de morir en el embravecido mar que los arrastraba a tierras otomanas.

Acostumbrada a vivir en las confortables y lujosas mansiones de Inglaterra, nunca se lamentó de las precariedades de su viaje y consiguió por ello vivir las dos caras del mundo otomano, una refinada cultura tras la Sublime Puerta custodiada por temibles jenízaros. Tras esa peligrosa puerta conoció, charló y amenizó las noches del efendi Ahmed Bay.

Más tarde esta brillante escritora decidiría investigar los baños turcos o hammam, algo que la fascinó. En una de sus cartas nos habla de los detalles de estos baños: un edificio en forma de cúpula, paredes de mármol blanco y doscientas mujeres desnudas que se dedicaban a cuidar su cuerpo y divertirse. Estas magníficas descripciones servirían de inspiración de varios autores literarios románticos. En otra de sus cartas nos cuenta una anécdota que personalmente, me parece muy divertida e irónica a su vez. Se desarrolla dentro del hamman cuando una tímida Mary Montagu se presentaba vestida de amazona en este espacio privado femenino. Las damas turcas sentían la misma curiosidad por los atuendos de la aristócrata que ésta por la desnudez desenfadad de las musulmanas. Una de ellas le insistió para que Mary le enseñara su corsé de ballenas.
“La dama que parecía de más alcurnia de todas ellas me suplicó que me sentara a su lado y de buen grado me hubiera desnudado ella misma para el baño. Me excusé con cierta dificultad pero tanto empeño pusieron en disuadirme que al final me vi obligada a desabrocharme la camisa y mostrarles las ballenas, algo que las satisfizo mucho, pues me percaté de que creyeron que me encontraba encerrada de tal modo en aquella máquina que no estaba en mi poder abrirla, y atribuyeron la idea de tal artilugio a mi marido”.

Esta intrépida aventurera es la primera de una serie de mujeres que apostaron el conocimiento y la transgresión femenina, en un espacio y época donde ser una dama limitaba enormemente el radio de acción e influencia social. En este caso todas ellas tienen una pasión en común: un área geográfica, plena de misterio y exotismo para la mentalidad de entonces, que cautivó a estas mujeres convirtiéndolas en las “Damas de Oriente”.

LAS DAMAS DE ORIENTE, Cristina Morató. Ed: Plaza y Janés, Barcelona 2005. (Pags. 25/66)

miércoles, 4 de febrero de 2009

Rabia al-Adawiyya. Mística musulmana


No se tienen muchos detalles acerca de la vida de la sufí Rabi'a. Los biógrafos han basado sus historias en escrituras antiguas que ya no están disponibles. Una mezcla viva de leyendas, milagros, y cuentos populares llenan su biografía. Podemos ver, sin embargo, que era una mujer musulmana de carácter excepcional, cuya vida estuvo llena de acontecimientos bellos y extraordinarios. Después de leer cualquiera de sus biografías, hay que intentar separar lo que pueden ser rasgos de su vida de la pura exageración piadosa. No obstante, todas revelan algo acerca del carácter de Rabi'a y el impacto que tuvo en su tiempo.
Rabi'a al-Adawiyya, o Rabi'a al-Qaysiyya, nació unos ochenta años después del fallecimiento del profeta Mahoma, sobre el año 717 y vivió hasta 801, en lo que es ahora Iraq. Nació en un periodo extremadamente turbulento, debido al desarrollo de la nueva religión, el Islam. Sólo veinte años después del deceso de Mahoma, el Islam se había extendido por todo Oriente Medio y el Norte de África, un grado inaudito de crecimiento para una religión. En ningún otro tiempo ha habido una propagación tan asombrosa del fervor e ideales religiosos. Pero con este crecimiento vinieron los problemas. Los s
eguidores del Islam comenzaron a alejarse de su inicial enfoque en la vida interior, concentrándose en su lugar en la labor de dirigir un imperio enorme. Las inmensas tareas, administrativas y educativas cambiaron fundamentalmente la práctica del Islam. Un número grande de religiosos llegaron a estar desilusionados y retornaron a una vida espiritual más introspectiva. Estas personas fueron llamadas Sufís.
"Sufí" viene de la palabra árabe suf, que tiene muchos significados, uno de los cuales es "lana." Los Sufís, en sus andanzas por el mundo, deliberadamente cubrían sus espaldas con abrigos rústicos hechos de lana .De ahí , el nombre de “Sufís”.
Los padres de Rabi'a fueron muy pobres. Después del casamiento, se trasladaron al límite del desierto, cerca del pueblo de Basrq, donde procuraron establecer una casa y vivir muy modesta y piadosamente. Tuvieron tres hijas, pero cuando la madre se quedó embarazada por cuarta vez, Isma'il -su padre- tuvo la revelación que éste sería un niño muy especial. Esto fue confirmado, según la leyenda, en el momento de su nacimiento. Cuándo Rabi'a nació, la casa estaba completamente vacía de cualquier alimento o suministros. No había ni una pequeña tela para envolver al pequeño bebé, ni tampoco una gota de aceite para encender la lámpara. La esposa le gritó a su esposo: "por favor ve a los vecinos y ruega por algún aceite de manera que nosotros podamos ungir por lo menos a nuestra nueva hija y tener algo de luz." Isma'il se sentía atado porque había hecho el voto religioso de nunca pedir nada a nadie, con la intención de confiar únicamente en la gracia de Dios. Pero su esposa lloraba, así que tuvo que hacer algo. Fue a la casa del vecino; puso la mano en el asidero de la puerta, y se paró allí por un momento. Entonce
s regresó y dijo, "Lo siento, no abrieron la puerta." Su esposa continuó llorando.
Isma'il se sentó en el rincón y puso la cabeza entre las rodillas. Se durmió y tuvo un sueño, una visión del profeta Mahoma. En este sueño el profeta le dijo, "La niña que acaba de nacer es una reina entre las mujeres y será la intercesora para setenta mil de mi comunidad. Mañana debes ir a Isa Zadan, el gobernador de Basra. En un pedazo de papel escribe este mensaje que le llevarás: 'Cada noche usted me envía cien bendiciones, y el viernes cuatrocientas, pero anoche fue viernes y a usted se le olvidó.Como expiación, debe dar cuatrocientos dinares al hombre que está trayendo esta nota, los cuales han sido lícitamente ganados’.
Cuándo se despertó, le habló a su esposa acerca del sueño maravilloso. Al día siguiente, viajó al palacio del gobernador y escribió la nota como había visto en el sueño. Entonces se la entregó a un emisario, que se la dio al Emir. Cuándo el Emir lo leyó se dio cuenta, "Ah! ¡Esto es un mensaje de Allah el Todopoderoso! Es verdad, ayer me olvidé de orar las cuatrocientas oraciones." El gobernador inmediatamente declaró, "Hagan que dos mil dinares de oro sean distribuidos a los pobres de la ciudad y que cuatrocientos dinares sean dados a este hombre. Diga a este mensajero que sería muy feliz de reunirme con él, aunque pienso que no soy digno de invitarlo a mi palacio. Sería feliz si viniese y yo frotaría mi barba en el suelo, por donde él haya entrado. Dígale que si alguna vez necesita algo, me lo puede pedir." Isma'il se deleitó en recibir el dinero. Entonces, compró algunas provisiones y todo lo que necesitaría para cuidar de su familia.
Llamó a su hija Rabi'a, que significa, "el cuarto," porque ella era el cuarto hijo.
Sus padres murieron de hambre cuando ella aún era pequeña, lo que produjo el abandono de la vivienda y la separación de sus tres hermanos. La encontraron vagando por las calles de Basora en busca de alimentos, hasta que un delincuente se apoderó de ella y la vendió como esclava. Su amo, termino por liberarla, asombrado por su santidad y el brillo de su rostro mientras rezaba.
Rabi´a comienza una vida solitaria en el desierto, después se instalará en una pequeña casa a las afueras de Basora, prácticamente desprovista de todo. Su biógrafo del siglo XII nos cuenta que ella “se fijó nada más en el aislamiento de la santidad” no necesitaba nada ya que lo tenía todo, se negó incluso a contraer matrimonio, incluso cuando el pretendiente le aseguraba riqueza. Ella le respondió que las riquezas solo traen ansiedad y tristeza, mientras que la vida de entrega trae la paz.

lunes, 2 de febrero de 2009

"Maravillas" العجائب (aŷā’ib)

Los nómadas de la Península Arábiga siempre tuvieron interés por los lugares que recorrían y ya en aquel entonces, los viajeros hablaban de las cosas extraordinarias, las maravillas que habían visto en su camino: ruinas extrañas, espejismos, a los que daban una explicación más o menos fabulosa, se trataba de contar lo «maravilloso» que habían encontrado en su vagar por tierras extranjeras, hecho que dará lugar a la creación de un género literario llamado aŷā’ib (عجائب), es decir, «maravillas».

Uno de los autores más importantes de estas maravillas es un andalusí, Abū Hāmid al-Garnātī (m. 1170). Entre sus aŷā’ib, encontramos la Descripción del Faro de Alejandría, que el autor granadino se encontró a su paso por Egipto:


"Lo mandó edificar el Bicorne -sobre él sea la paz-. Tenía una altura de unos 300 codos y su base, cuadrada, estaba construida con piedra tallada. Sobre esta base se levantaba un segundo cuerpo octogonal, de ladrillo cocido, y sobre éste otro redondo, de bloques de piedra labrada, cada uno de los cuales pesaba más de 200 mann. Sobre este último cuerpo se instaló un espejo de hierro de China, de siete codos de longitud, en el que se reflejaba todo lo que llegaba por mar, procedente de Bizancio. Cuando se trataba de navíos enemigos, los dejaban acercarse a Alejandría y, cuando el sol comenzaba a declinar, los veían reflejados en el espejo, que estaba vuelto hacia ellos. Los barcos, confiados, se aproximaban hasta que la luz del sol incidía en el espejo, caía sobre ellos y los incendiaba, mientras aún estaban en el mar, pereciendo todos sus tripulantes. Algunos solían pagar un tributo, para evitar la catástrofe […]”.

RAMOS, Ana: El Regalo de los Espíritus, Fuentes Arábico-Hispanas, Madrid, 1990, (145 págs.)

domingo, 1 de febrero de 2009

Iman Maleki, pintor hiperrealista iraní.

Este magnífico pintor nació en 1976 en Teherán (Irán). Fascinado por el arte y la pintura desde que era un niño, tuvo su primer y único maestro a la edad de 15 años, Morteza Katouzian, que es el mayor pintor realista de Irán.
En 1999 se graduó en Diseño Gráfico Artístico en la universidad de Teherán y desde 1998 ha participado en varias exposiciones. En el año 2001 funda ARA Pintura de Estudio y comienza a enseñar el arte de la pintura, teniendo muy en cuenta los valores tradicionales y clásicos.
Algunas de las exposiciones en las que ha participado son:

- Exposición de pintores realista de Irán (Teherán), Museo de Arte Contemporáneo (1999).
- Grupo de exposiciones de KARA Studio SABZ (1998)
- Palacio de SA´AD ABAD (2003)
- En 2005 recibió el premio William Bouguereau.

Este joven, al que algunos ya han catalogado como el mejor artista hiperrealista del mundo, plasma de una manera asombrosa la realidad en el lienzo, tanto es el realismo que estoy segura de que si no os hubiera dicho que lo que veis en esta entrada son pinturas, bien hubierais creído que se trata de una fotografía. Los entendidos, cuentan que Iman compite con las cámaras digitales de 10 megapixels. En mi opinión, definitivamente se trata de un genio. He escogido este video que os mostrará algunas de las pinturas más representativas de Maleki, por sus detalles cuidados al milímetro que bajo mi punto de vista, poseen una característica que hace inconfundible las obras de este brillante iraní, la tranquilidad que emanan sus cuadros debido, quizás, a ese perfecto equilibrio entre luces y sombras, arte y realismo… ¿Fantasía real o realidad fantástica?. Obsérvenlo:


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