Adéntrate y descubre la historia y la cultura árabe e islámica.


sábado, 29 de noviembre de 2008

Cuentos de las estepas kazajas. El rico y el pobre (1ª parte)


Hace algunos siglos vivían dos hermanos. El hermano menor no tenía nada, comenzó a comerciar y se hizo muy rico. El hermano mayor era pobre, y su única felicidad eran sus dos hijos, Hasan y Huseyn. En verano, tan pronto como recolectaban las fresas, la madre las llevaba al bazar y las vendía, y de esto vivía toda la familia.
Un día al mediodía, cuando la naturaleza estaba en calma y el resplandor de los rayos del sol no permitía sombra alguna, Hasan y Huseyn se encaminaron hacia la orilla de un río a través de los arbustos. De repente, frente a ellos, salió volando de entre la hierba un pájaro azul de una belleza incomparable.
A los hermanos no les dio tiempo a contemplarlo, pues el ave volaba y volaba cada vez más alto hasta que desapareció en el cielo. Hasan y Husayn decidieron buscar su nido y lo encontraron rápidamente. En el nido había huevos blancos con rayas azules. Los chicos se alegraron del hallazgo porque estaban hambrientos, pero los huevos eran tan pocos que Hasan y Huseyn pensaron: “Si nos los comemos, el beneficio será escaso. Mejor se los llevamos a nuestro tío rico”. Sin volver a casa, se pusieron de camino directamente a casa de su tío. Al llegar, le preguntaron si les compraba los huevos de pájaro blancos con rayas azules.
- ¿De dónde los habéis sacado?- preguntó el tío.
- Los encontramos en el campo, entre la hierba, - contestaron los chicos.
El tío cogió los huevos y, para sorpresa de Hasan y Huseyn, les dio cien monedas y les dijo:
- Si cazáis a la madre, os daré doscientas monedas más.

Hasan y Huseyn ignoraban para qué quería su tío el pájaro azul, pero, sin dudarlo, cogieron su lazo de caza y volvieron al mismo sitio donde lo habían visto. Encontraron pronto el nido, extendieron el lazo y se escondieron entre las matas. Al poco tiempo llegó volando el pájaro azul, oteó los alrededores, echó a volar, se acomodó en el nido y cayó en la trampa. ¡Cómo se alegraron los chicos de haberlo atrapado! Aunque normalmente éste era un hombre muy avaro, en esta ocasión mantuvo su palabra (¡es evidente, que este pájaro era muy valioso para él!) y cuando se lo entregaron, les dio doscientas monedas más, azúcar y ropa. Los chicos lo llevaron todo a casa.
Sus padres se alegraron muchísimo. Pero la felicidad no duró demasiado tiempo en la casa del pobre.
El tío llevó a su casa al pájaro azul y se lo dio a su mujer.
- Regresaré por la tarde, - dijo, - tú prepara la comida con lo que te he dado. ¡Ten cuidado y no le des ni un sólo trozo de este pájaro a nadie!.

La mujer pensó: “¿Qué tipo de comida es esta?”. Pero no contradijo a su marido, limpió el pájaro y lo puso en la olla, echó agua y la puso al fuego. Luego se fue a casa de la vecina y se quedó allí conversando.
Hasan y Huseyn, llenos de curiosidad, decidieron descubrir qué había hecho su tío con el pájaro. Al entrar en su casa, no vieron a nadie y notaron que salía humo de la olla.
- ¿No se estará cociendo nuestro pájaro? – preguntó Hasan sorprendido.
- ¿Tú crees? – preguntó Huseyn no menos sorprendido. Se acercaron a la olla, abrieron la tapadera y vieron que lo que se que estaba cociendo era el pájaro que habían cazado.
- ¿Acaso no debemos probar los pájaros que nosotros mismos hemos cazado? – preguntó Hasan.
- ¡Por supuesto, probemos un trozo! – respondió Huseyn.
Clavaron una cuchara en el corazón del pájaro, lo partieron por la mitad, se lo comieron y se fueron.

Traducción del ruso: Ana Marco Esteve
[Continuará]

jueves, 20 de noviembre de 2008

Irak en imágenes (Parte 2)

Aquí tenéis la segunda parte de este trabajo audiovisual: historia, guerras televisadas, conflictos y gobiernos déspotas tanto en Oriente como en Occidente.
Espero que os guste
Un saludo

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Cuentos de las estepas kazajas. El jan y el sabio visir


Hace mucho tiempo vivía un jan. El más grande de sus visires era un hombre muy sabio. Cuando el jan salía a recorrer sus dominios, siempre se hacía acompañar por él. Un día el sabio visir le dijo:
- Disfracémonos con harapos y mezclémonos con los súbditos, así sabremos mejor qué piensa el pueblo de ti y de tu gobierno.
El jan estuvo de acuerdo. Ambos se vistieron de pordioseros y se dirigieron hacia los aulos. Al atardecer llegaron a una iurta solitaria y pobre y pidieron pasar la noche. El dueño se negó, pero su mujer, que estaba a punto de dar a luz en ese momento, dijo:
- Déjales entrar. No se le debe negar a los viajeros el albergue nocturno.
El marido invitó al jan y al visir a la iurta. Entraron los huéspedes y se sentaron a descansar. De repente, escucharon el llanto de un recién nacido. El dueño acababa de tener un hijo varón. El visir se echó a reír. El jan se sorprendió, pues sabía que el sabio no se reía si no había razón para ello.
- ¿De qué te ríes? – preguntó el jan.
- ¡Estaba pensando que este pequeño se convertirá en tu yerno y en mi amo!- respondió el visir, - y me ha parecido gracioso lo inconstante que puede ser el destino de un hombre.
- ¡ Eso nunca ocurrirá!- exclamó el jan. ¡ Cómo puedo dar yo mi única hija al hijo de un don nadie!.
- ¡ Todo es posible en este mundo!- dijo el sabio visir. –Nadie sabe por la mañana lo que ocurrirá por la noche.
Sus palabras preocuparon al jan. Éste decidió comprar al niño y matarlo. Amaneció y los huéspedes se dispusieron a partir. El jan dijo a los dueños de la iurta:
- Vendedme al recién nacido. Os daré por él un lingote de oro del tamaño de la cabeza de un caballo.
La mujer dijo a su marido:
- Nosotros tendremos más hijos. Que el huésped te de el lingote de oro y nosotros le damos al niño. Vivirá bien con un hombre rico.
El hombre pobre estuvo de acuerdo. El jan compró al niño, lo puso en un cesto y lo arrojó al río. El cesto corrió por las aguas y finalmente se atrancó en unas redes en una de las orillas. Pero acertó a pasar por allí un pescador que comenzó a observar las redes y vio el cesto. Al levantar la parte superior vio al pequeño. El pescador tenía ya ocho hijos y su familia pasaba bastante hambre.
- ¡ De dónde voy a alimentar a un noveno hijo! El pescador quiso depositar el cesto de nuevo en el agua y lanzarlo río abajo, pero su mujer lo impidió.
- ¡ Una vez el destino lo ha traído hasta nosotros, que viva y crezca en nuestra familia!
Y así apareció en la familia un nuevo miembro.

Pasaron algunos años. El jan recorría sus dominios junto a su visir y pararon para dar de beber a los caballos. Los hijos del pescador se acercaron a los dos caballeros tan bien vestidos. El visir vio al niño y comenzó a reírse.
- ¿De qué te ríes?- preguntó el jan.
Le contestó el visir:
- Amo, mira a aquellos tres niños. ¿Ves entre ellos a uno muy guapo?
- Lo veo, - dijo el jan.
- Ese niño se convertirá en tu yerno.
El jan se enfadó:
- ¡ Pero qué te pasa que siempre me prognosticas yernos indigentes! ¡Nunca casaré a mi hija con un pobre!.
- ¡ No siempre el destino de una persona está en nuestras manos!- respondió el visir.
El jan se preocupó mucho. Llamó al pescador y le preguntó:
- ¿De quién es este niño?
- Ahora es mi hijo, lo encontré en un cesto.
El jan se inquietó todavía más:
- Véndemelo. Te daré a cambio un lingote de oro de gran valor.
El pescador aceptó encantado.
El jan mandó al niño a su visir menor con una carta.
- ¡ Da muerte inmediatamente al portador de esta carta!
El niño llegó a casa del visir y le dio el mandato del jan. Al visir le dio pena matar al niño y se lo llevó a vivir con él.
Al cabo de unos años el niño se convirtió en un bello muchacho. Un día, el jan lo vio cerca de su palacio y al instante supo que se trataba del hijo del pescador. Se encolerizó tremendamente e hizo llamar al visir:
- ¿ Por qué no cumpliste mis órdenes?
El visir reconoció su culpa y se arrodilló ante el jan:
- ¡ Perdóname amo! Mi mano no podía alzarse para matar a un niño tan listo y tan hermoso.
El jan decidió ahorcar al muchacho y lo llamó a su presencia, pero en ese mismo momento llegó un mensajero a galope y le comunicó que el enemigo había cruzado las fronteras y estaba saqueando los aulos, por lo que el jan no tuvo tiempo de ajusticiar al muchacho. Escribió una nota y la mandó llevar hasta el visir sabio mientras él mismo se ponía en camino hacia la guerra. El muchacho tomó la nota y se marchó a través del jardín de palacio.



Llegó hasta un montón de hierba bajo un árbol y se quedó allí dormido. En este momento, la hija del jan paseaba por el jardín con unas amigas. Una de ellas vio al muchacho dormido y llamó a la hija del jan. La chica quedó impresionada por la belleza del joven y se enamoró al instante. Se inclinó y besó al muchacho. En ese instante se dio cuenta de que el chico llevaba una carta en las manos. La abrió y leyó en ella el castigo que se le había impuesto.
Destruyó el decreto del jan y en lugar de éste escribió uno nuevo:
“ ¡El portador de la carta debe convertirse en mi yerno. Ordeno que se le entregue la mano de mi hija y que se haga un gran banquete!”.
Depositó la hija del jan el nuevo decreto en el bolsillo del chico y se fue con sus amigas dentro de palacio. El joven se despertó, llevó el decreto al visir, y en lugar de ahorcado acabó en un rico banquete casado con la hija del jan.
El jan luchó tres años contra el enemigo. Durante todo este tiempo, la hija del jan dio a luz a dos hijos. En el cuarto año llegó la noticia de que el jan regresaba a casa habiendo alcanzado la victoria contra el enemigo. La hija del jan fue al encuentro de su marido y le dijo:
- Mi padre es un hombre cruel. Pero quizá su corazón se ablande al ver a sus dos nietos. Cojamos a los niños y vayamos a su encuentro.
Y así lo hicieron. Pero el jan ni siquiera miró a sus nietos. Se encolerizó con su hija por haberse casado por su cuenta con un pobre. El jan mandó llamar por la noche al visir y le dijo:
- Mañana temprano, tan pronto como la panadería abra, el primer hombre que la pise debe arder en el horno. Mi decreto debe ser cumplido a rajatabla.
El visir transmitió rápidamente al panadero la orden del jan. Por la noche el jan llamó al esposo de su hija y le dijo:
- Ve ahora a la panadería, espera hasta que abran la puerta y se el primero en entrar en ella. Comprueba que el panadero trabaja y cumple mis mandatos.
El chico marchó a cumplir el encargo del jan. Pasó por el jardín y escuchó el canto de un ruiseñor. El pájaro cantaba tan bien que el yerno del jan se sentó bajo un árbol y olvidó dónde debía ir. El jan estaba impaciente por ver a su yerno quemarse en el horno y se dirigió hacia allí. Tan pronto como cruzó el umbral, el panadero lo atrapó por lo sobacos y lo echó al horno. El muchacho, una vez terminado el canto del ruiseñor, se acordó del encargo del jan y corrió a la panadería.
Le dijo al panadero:
- Por orden del jan, vengo a observar cómo trabajas y cumples sus ordenanzas.
- Las órdenes del jan se han cumplido al pie de la letra. ¡El primer hombre que ha puesto el pie en la panadería ya está socarrado!

La corte del jan se pasó toda la mañana buscándolo. Sólo después supieron que el jan había muerto entre las llamas. Entonces se reunió el pueblo para elegir un nuevo jan.
El sabio visir salió a la plaza y dijo:
- El hombre más listo y más noble entre nosotros es el yerno del difunto jan. Él debe convertirse en nuestro gobernador.
Y así fue como el pueblo hizo del hijo de un pobre su jan.

Cuento popular kazajo. Traducción del ruso de Ana Marco. Extraído de Б.М.Сидельникова, Казахские народные сказки // Қазақ Халық Ертегілері, Үш томдық, Жазушы Баспасы, Алматы 1971 (B. M. Sidelnikova, Cuentos nacionales kazajos, Tomo III, Ed.Ŷazuzi, Almaty, 1971).

Vocabulario: aulos: aldeas. Iurta: tienda tradicional de los nómadas del Asia Central y Mongolia.

Fotografía 1: Mujeres frente a una iurta. Turkestán. Kazajstán. Asia Central.
Fotografía 2: Mausoleo de Ahmad Yasawi. Turkestán. Kazajstán. Asia Central.
Fotografía 3: Mausoleo de Arslan Bab. Otrar. Kazajstán. Asia Central.

lunes, 17 de noviembre de 2008

CORTEJO NUPCIAL EN TIRO

Ibn Yubair (nacido en Valencia en 1145 y muerto en Alejandría, en donde se dedicó a la enseñanza, en 1217) fue secretario del Gobernador de Granada e hizo tres veces la peregrinación a La Meca. Se trataba de un hombre inteligente, observador, tolerante, espiritual y, a menudo, jocoso. Los relatos de su primer viaje (cruzó el Mediterráneo y visitó Egipto, La Meca, Siria, Irak, Palestina, Cerdeña, Sicilia y Creta), en forma de diario, bajo el simple nombre de “Viajes” se hicieron muy famosos y han llegado hasta nuestros días como un documento de gran valor. En él da explicaciones detalladas del mundo del Mediterráneo del Este en la época de las Cruzadas. Está escrito con un estilo claro y elegante, manejando una lengua variada, a veces seca y difusa, con frecuencia colorista y pintoresca. Se trata de una de las fuentes más importantes con que se cuenta para saber cómo se encontraba el Mundo Islámico, la Sicilia normanda, la navegación en el Mediterráneo y las relaciones entre musulmanes y cristianos en el siglo XII.



El siguiente relato se corresponde al momento en el que Ibn Yubair estaba visitando la región de Tiro (ciudad al sur del Líbano) y se encontró con un cortejo nupcial, cosa que sorprendió bastante al viajero.

"Entre las escenas de boato de este mundo dignas de contarse, que un día en Sur (Tiro) junto al puerto presenciamos, está el cortejo nupcial de una novia. Todos los cristianos, hombres y mujeres, se habían congregado para este efecto y se habían alineado en dos hileras a la puerta de la novia que iba a ser conducida al esposo, mientras sonaban trompetas, flautas y todos los instrumentos para tocar. Hasta que, [por fin], ella salió con marcha vacilante, entre dos hombres que la sostenían por la derecha y por la izquierda y parecían ser ambos de sus parientes maternos. Ella, con el más hermoso aspecto y el más magnífico vestido arrastraba rozagante la cola de seda bordada en oro, según el estilo acostumbrado en sus vestidos. Sobre su cabeza llevaba una diadema de oro que estaba envuelta en una red tejida de oro y en la parte alta de su pecho llevaba otra parecida, dispuesta armoniosamente. Rozagante, con sus adornos y sus aderezos, marchaba lánguidamente con la lánguida marcha de la paloma o la andadura de la nube. Dios nos libre de la turbación (fitna) ante tal espectáculo.
Delante de ella iban personajes principales de entre los cristianos, con sus galas más suntuosas y espléndidas, arrastrando tras ellos las colas de sus vestidos, detrás de ella, sus iguales y pares de entre los cristianos marchaban procesionalmente con sus más preciosos vestidos; iban pavoneándose en la fastuosidad de sus aderezos. Los que tocaban los instrumentos precedían. Los musulmanes y los otros cristianos habían formado en el camino dos hileras de espectadores que los contemplaban sin dar muestras de desaprobar aquello.
Y, así, la condujeron hasta introducirla en la casa de su esposo, y pasaron ese día en festín. Fue la casualidad la que nos procuró la vista de este fastuoso espectáculo. Busquemos refugio en Dios contra su seducción".



Ibn Yubair, A TRAVÉS DEL ORIENTE. El siglo XII ante los ojos. Rihla, Ed. del Serbal, Barcelona, 1988. Pág. 356-357

viernes, 14 de noviembre de 2008

Costumbres de los parisinos según al-Tahtawi.

Todos los ricos de París residen en ella durante el invierno. Como el clima de esta ciudad es bastante frío, cada casa esta dotada, en las salas y en las habitaciones, de estufas donde se enciende el fuego.

París siglo XIX , Eugén Galien- Laloue

"La Madeleine sous la neige"

Pero durante el verano, la gente pudiente, residen en castillos en el campo, donde el aire es más salubre que dentro de la ciudad. Otros viajan a otras provincias o a países vecinos, con el fin de sentir el olor de los países extranjeros, descubrir sus comarcas y conocer las costumbres de sus habitantes, sobre todo en una época determinada del año que llaman el tiempo de la ociosidad, o el ocio, es decir de vacaciones. Incluso las mujeres viajan, solas o acompañadas por un hombre que se encarga de los gastos durante el viaje. Porque las mujeres aquí también son apasionadas del conocimiento; les gusta investigar y descubrir los secretos de los seres. ¿Acaso no vienen de los países europeos hasta Egipto para ver sus curiosidades; las pirámides, los templos, etc.?

Imagen del libro "Description de l'Égypte".

Son como los hombres en todas cosas. Por cierto, hay mujeres muy ricas que se acuestan con extraños sin estar casados, cuando sienten que están embarazadas, y temiendo el escándalo, fingen irse de viaje, de vacaciones, o por otra razón, dan a luz y confían al recién nacido a una nodriza pagada, con el fin de que se encargue de criarlo en el extranjero. Pero este caso no es frecuente. En definitiva, no todas las nubes llevan agua. Entre las mujeres francesas las hay que son virtuosas y otras que no lo son, estas últimas son la mayoría, porque el arte de amor en Francia se apodera de los corazones de la inmensa mayoría de la gente, tanto hombres como mujeres. El amor para ellos es un fin en sí mismo. Sin embargo, puede nacer entre dos jóvenes, y conducir al matrimonio.



París Siglo XIX, Eugén Galien-Laloue

Place de la Republique.

Podemos alabar en los franceses la limpieza de sus casas, aunque no es comparable con los flamencos; aquel pueblo es el que más se preocupa de la limpieza exterior. El pueblo egipcio, en otros tiempos, era uno de los pueblos más limpios del mundo, pero sus descendientes, los Coptos, no siguieron esta tradición. Como la ciudad de París es limpia, está privada de insectos, incluso de insectos venenosos. Nunca hemos oído que a alguien le picara un escorpión. La perseverancia de los franceses en limpiar sus casas y sus ropas es una cosa extraordinaria. Sus casas son siempre alegres, a causa del gran número de ventanas, admirablemente diseñadas y colocadas por los arquitectos, de forma que garantizan la entrada del aire y la luz hacia el interior de las casas.



Boulevard à Paris.

Las hojas de las ventanas son siempre de vidrio con el fin de que, una vez cerradas, la luz llegue al interior de las viviendas y no haga falta el uso de velas durante el día. Tanto en las casas de los pobres como en la de los ricos, colocan cortinas delante de las ventanas. Sobre las camas también colocan una especie de cortinas, que son un tipo de mosquitera, frecuentemente utilizada por los parisinos.

Cuentos de las estepas kazajas. Introducción



El pueblo kazajo, de profundas raíces nómadas, ha utilizado durante siglos la tradición oral como canal principal de transmisión cultural, basado fundamentalmente en la palabra, en el relato de historias pasadas, conservando durante largo tiempo la mayor parte de las leyendas, los mitos, las hazañas de sus héroes, y en definitiva, la historia de su pasado, a través de su memoria.

El autor kazajo Orinbekov señala que, en las noches frías de las estepas, junto al calor del fuego, sus antecesores se sentaban a escuchar las historias de sus antepasados, la belleza poética de las composiciones, y estos relatos se transmitían de generación en generación, y, por supuesto, siempre o casi siempre, de manera oral. Hasta hoy día, por ejemplo, salta a la vista la importancia de las canciones entre las mujeres kazajas, que narran historias pasadas de sus héroes a través del folclore musical.

Durante los primeros siglos del Janato Kazajo (a partir del s.XV) se consolidó la creatividad y la creación oral nacional, al mismo tiempo que la literatura escrita gozó de un gran desarrollo. La creación oral estaba a cargo de los poetas improvisadores, los akyn, y los cuentistas o ŷirai. Son conocidos los nombres de aquellos cuentistas como Shalki ŷirai (s.XV), Dospambet ŷirai (s.XVI), Yiembet ŷirai (XVIII). En las obras épicas el tiempo se clasificaba según las hazañas de los batir (héroes), que fueron conservadas por el pueblo ,a pesar de las irrupciones extranjeras. Dentro del género épico destacan las figuras de Er-Targuin, Kambar, Alpamis y Koblandy. El poema sobre las costumbres sociales más recitado y popular entre los kazajos es Kozi-Korpesh y Baian Slu, el Romeo y Julieta kazajo. No menos conocidos son Kiz-Yibek, Kulshe kiz, Makpal, Slu shash.

Los cuentos túrquicos kazajos poseen un espléndido colorido cultural, pues en ellos se observa la síntesis de su historia, vinculada a persas, rusos, árabes, mongoles, tártaros y chinos, y en los relatos también suelen hallarse elementos ancestrales propios de su antigua religión, el tengrismo.

Autora: Ana Marco, alumna de Tercer Ciclo en el Área de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante y, actualmente, lectora de español en la Facultad de Relaciones Internacionales y Lenguas del Mundo Ablai Khan en Almaty.

Fotografía: celebración de la fiesta de Nauriz. Autora: Ana Marco.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Irak en imágenes (parte 1)

Desde araboislámica os presentamos una forma amena y divertida de conocer la historia de Irak.
A través de pequeños textos e imágenes podréis observar el desarrollo de este codiciado territorio, el segundo suelo más rico en petróleo del mundo después de Arabia Saudí.
Un breve recorrido por su historia desde la antigua Mesopotamia hasta la caótica situación actual.
Este trabajo está dividido en dos partes.
Un saludo.

martes, 11 de noviembre de 2008

CALIGRAMAS Y CALIGRAFÍA ÁRABE.



Aunque la caligrafía árabe conoció el caligrama desde antiguo, lo cierto es que en época otomana cobró una nueva autonomía artística al entenderse como cuadro en sí mismo y como forma específica con infinidad de posibilidades. Desde los primeros ensayos figurativos del siglo XVII, artistas de la talla de Raqim, el Miguel Ángel o el Rafael de la caligrafía árabe, como llegó a llamársele, no se contentan con indicar hasta el extremo las posibilidades pictóricas y figurativas de las letras y formas del alifato, sino que dan un salto más y transforman la caligrafía en un instrumento eminentemente figurativo, dando paso a la etapa dorada del caligrama árabe entre los siglos XVIII y XX, no sólo en Turquía, sino inmediatamente después en Irán y en los países árabes contemporáneos. Después de Raqim, al menos, todo calígrafo árabe que se precie ha de incluir en su obra y en su curriculum vitae algún divertimento caligramático, más o menos original, inspirado en sencillos objetos de la naturaleza, humanos o cotidianos. Los más comunes serán aves, u otros animales (leones, camellos, caballos, etc.), frutos, barcos, lámparas, y otra clase de objetos de perfil no demasiado complejo, arquitecturas, rostros y cuerpos humanos en diferentes actitudes. Aunque los modelos representados tienden a la simplicidad, las caligrafías que los conforman llegan a ser realmente complejas, a menudo de difícil lectura, y de imaginativa concepción.


PUERTA VÍLCHEZ, José Miguel, La Aventura del Cálamo, Ed. Edilux, 2007, pág. 268

domingo, 2 de noviembre de 2008

BUDA EXPLOTÓ POR VERGÜENZA.

Os voy a recomendar una película que acabo de ver y me ha encantado, sobre todo su protagonista, una niñita preciosa que anela ir a la escuela para aprender a leer, todo esto dentro de una sociedad donde ser mujer es sinónimo de subyugación y pocas oportunidades.
La historia se desarrolla en Afganistán, pero os pongo la sinopsis más abajo y así lo leéis vosotras-os.
En mi opinión, lo mejor de la peli son los niños y niñas los cuales resultan realmente auténticos, con un fondo de escenarios naturales increíble, una historia ingenua, deliciosa y pura.


SINOPSIS


Bajo la estatua del Buda que destruyeron los talibanes, aún viven miles de familias. Baktay, una niña afgana de seis años, es incitada a ir a la escuela por el hijo de sus vecinos que lee los alfabetos frente a su cueva. De camino a la escuela, es acosada por unos niños que juegan de forma cruel reflejando la sociedad tan violenta que los envuelve. Los niños pretenden lapidar a Baktay o destruirla como el Buda, o dispararla como hicieron los americanos en el laberinto de cuevas. ¿Será capaz Baktay de superar estos obstáculos para poder aprender los alfabetos en su lengua materna?

HANA MAKHMALBAF, DIRECTORA IRANÍ

Hana Makhmalbaf tiene 18 años y es el miembro más joven del clan Makhmalbaf. Son una familia de cineastas. Su hermana mayor, Samira, ha sido premiada en Cannes por sus películas La pizarra (2000) y A las cinco de la tarde (2003). Su madre, Marziyeh Meshkini, tampoco se fue de vacío de la Mostra de Venecia cuando presentó allí Stray Dogs (2004). Y luego está su padre, Mohsen Makhmalbaf, a quien películas como Gabbeh, El silencio y Kandahar han convertido en uno de los cineastas más importantes de la historia de Irán.Si la chica se acostumbra a hacer películas como la que presentó en San Sebastián es posible que en unos años le pase la mano por la cara hasta a papá. Buda explotó por vergüenza es una parábola, como la mayoría de las películas de la prole, y hace un uso sencillamente espectacular de los salvajes paisajes afganos (de la región de Bamiyán, justo allí donde los talibanes volaron dos gigantescas estatuas de Buda), para mostrar cómo los juegos de guerra practicados por los adultos pervierten a los niños y los convierten en atroces copias de sus padres.

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