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lunes, 29 de diciembre de 2008

Rifaa Rafi al-Tahtawi


Rifaa Rafi al-Tahtawi

El año en que la expedición francesa capitaneada por Napoleón Bonaparte partió de Egipto y, según dicen, el día mismo de la partida de los franceses, el 14 de octubre de 1801, nacía el padre del pensamiento árabe moderno y el fundador del renacimiento cultural (Nahda) de Egipto y el Mundo Islámico, en el más amplio sentido del término: Rifaa Rafi Al-Tahtawi. Rifaa nació y pasó su infancia en Tahta, una pequeña aldea situada en el Alto de Egipto y allí comenzó sus estudios. En el año 1817, con dieciséis años, y después de la muerte de su padre, se trasladó a El Cairo para estudiar en la prestigiosa universidad de al-Azhar. Allí estudió, como el resto de los estudiantes de aquella época, las ciencias religiosas, la lengua y la literatura, pero lo hizo bajo la dirección de un maestro revolucionario que ejerció una considerable influencia en su orientación y al que debió gran parte de su formación: el imán al-Sheij Hassan al-Attar.



La mezquita de al-Azhar, imagen tomada en el siglo XIX.

Al-Attar consiguió convencer a Muhammad Ali, gobernador de Egipto, de que nombrara a Rifaa Imán en el ejército. Posteriormente, en el año 1826, cuando Muhammad Ali decidió enviar una misión de estudiantes para que se instruyesen en París, al-Attar le sugirió a Muhammad Ali que hiciera acompañar aquella misión por un imán para guiara a los estudiantes egipcios en esa ciudad tumultuosa, y que encomendara esa tarea a Rifaa.

Muhammad Ali

Al-Tahtawi se consagra al estudio de las ciencias que integraban el programa de los miembros de la misión con más entusiasmo que los propios estudiantes. Empezó por perfeccionar sus conocimientos de francés, lo que le permitió estudiar historia, geografía y literatura. Por su aplicación, atrajo la atención del profesor Jomard el director francés de la misión, el cual le cobró afecto, lo alentó y se propuso hacer de él un traductor para que vertiera al árabe los conocimientos que necesitaba Egipto en el terreno de las ciencias militares, la ingeniería, las ciencias naturales y la química. Estudió, pues, todas estas ciencias, y también filosofía y sociología, pero lo que aumentó sus conocimientos y desarrolló su personalidad fue que no se contentó con estudiar sino que al mismo tiempo observaba todo lo que ocurría a su alrededor para comprender todos los aspectos de la organización de la vida en Francia. Todas sus observaciones las anotó en un libro que publicó en 1834 bajo el tituló de “Tajliî al-Ibriz Fi Taljiî Bariz” o “Al-Diwan al-Nafis Bi iwan París” que su traducción al castellano sería “Extracción del oro puro en el conocimiento de París” o “El precioso diván para dar a conocer el trono de París”.


Tajliî al-Ibriz Fi Taljiî Bariz


Al-Tahtawi, antes de viajar a París, había escuchado a su maestro, el imán Hassan al-Attar, y otros referirse al adelanto de los franceses en materia de ciencias y técnicas así como a las maravillas de sus museos y sus observatorios, que daban prueba de su dedicación en las disciplinas de la botánica, la zoología, la astronomía, etc.

Jean Béraud

Le Boulevard St Denis, París siglo XIX

Al-Tahtawi fue a París como Imán de una misión enviada a Francia por un gobernador ambicioso, para estudiar las diversas ramas de la administración, las artes y las ciencias. Como tal, no tenía por qué informarse del estado de las ciencias y de la forma de organización de los franceses: le habría bastado con cumplir su función de imán con los miembros de la misión prodigándoles consejos y exhortaciones. Sin embargo, fue el que más destacó de toda la misión. Al-Tahtawi reconoce en la introducción de su libro citado anteriormente, las recomendaciones que le habían hecho antes del viaje y a las que en efecto se atuvo: “Me recomendaron observar con atención todo lo que viera y encontrara de curioso durante este viaje, y consignarlo de modo que sirviera para revelar el rostro de aquella tierra que dicen, que es muy hermosa, como si fuera una novia en su noche de bodas; con el fin de ofrecer una guía a los que han de viajar a aquel país”.

Les Grands Boulevards, París siglo XIX

Al-Tahtawi revela su intención de instruirse en occidente “debo estudiar las ciencias, las técnicas y las artes extranjeras, cuya perfección entre los europeos está demostrada y es notoria, puesto que conviene inclinarse ante la verdad”. Dice además: “Los países musulmanes se han destacado en las ciencias jurídico-religiosas y su aplicación, así como en las ciencias racionales, descuidando las ciencias políticas en su conjunto. Necesitan, pues, a los países occidentales para adquirir lo que no tienen”.

Al-Tahtawi expresa esta incitación a instruirse en Occidente, con una exhortación atribuida al Profeta: “Buscad la ciencia, incluso en la China” y dice: “No hay inconveniente en viajar a los lugares donde la integridad de la religión está garantizada, sobre todo con un objetivo tan loable como éste”.

La Modiste sur les Champs Elysées, París siglo XIX

Manifiesta su un sentimiento de celo y reconoce la superioridad de Europa “¡Por Dios! Durante mi estancia en aquel país, sentí tristeza, al verlo gozar de todas estas maravillas, mientras que los territorios del Islam están privados de todo aquello”.
Rifaa después de haber estado cinco años en París, volvió a Egipto en 1831, pletórico de ideas, deseos y esperanzas de evolución y renovación.
Fundó y dirigió en el año 1835 la Escuela de Traducción que, posteriormente, pasó a llamarse Escuela de Lenguas (Madrasat al-Alsun).
Escribió 14 libros, tradujo del francés al árabe 27 y dirigió la traducción de numerosos libros.
Aquí citamos algunas de sus obras más importantes:
Libros:
- “Tajliî al-Ibriz Fi Taljiî Bariz” publicado en 1835 y escrito durante su estancia en Francia.
- “Al-Murshid al-Amin fi Tarbiyyat al-Banat wa al-Banin” (Guía honrada para la educación de chicas y chicos) publicado en 1873, reúne los principales preceptos de Tahtawi sobre educación.
- “Manahig al-Albab al-Misriyya fi Mabahig al-Adab al-Asriyya” (La metodología de las mentes egipcias con respecto a las maravillas de las artes contemporáneas), publicado en 1869.
- “Qasida wataniyya misriyya” (Poemas patrióticos egipcios) escritos para honrar al jedive Said y publicados en 1855.
- “Gumal al-Agrumiyya” (Oraciones Gramaticales) publicado en 1863.
- “Anwar tawfiq al-galil fi ajbar Misr wa tawtiq bani Ismail”, La Historia de Egipto, publicado en 1868 y que abarca la historia desde el Antiguo Egipto hasta el principio del Islam.
- "Al-Tuhfa al-Maktabiyya li-Taqrib al-Lughat al-Arabiyya” (Regalo a las escuelas para la comprensión de la lengua árabe) publicado en 1869, es el primer manual moderno de gramática árabe.
- “Nihayat al-Igaz fi sirat sakin al-Higaz”, publicado en 1876.
Traducciones:
- “Geografía a pequeña escala” publicado en 1830.
- “Metales útiles” publicado en 1832.
- “Filósofos de la Antigüedad” publicado en 1836.
- “Historia de los antiguos Egipcios” publicado en 1838.
- “Lógica” publicado en 1838.
- “Principios de Ingeniería” publicado en 1854.
- “Arabización del código civil francesa” publicado en 1866.
- “Los metales y su uso” publicado en 1867.

Expondremos más adelante varios fragmentos traducidos al castellano de su conocido libro “Tajliî al-Ibriz Fi Taljiî Bariz”.

sábado, 27 de diciembre de 2008

ALEPO

“La ciudad es tan vieja como la eternidad y, sin embargo, joven, aunque nunca dejó de existir. Muchos fueron sus días y noches; esta ciudad ha sobrevivido a sus caudillos y a sus habitantes. Las casas y las moradas todavía están ahí; pero ¿dónde está su antigua población y aquéllos que llegaron a esta ciudad? Éstos son los palacios y sus patios, pero ¿dónde están los príncipes hamdaníes y sus poetas? Todos has desaparecido ya, y sin embargo esta ciudad todavía está viva. ¡La ciudad de los milagros! Una ciudad que perdura en el tiempo y sin embargo sus reyes se marchan, desaparecen, aunque su destrucción todavía no ha sido ordenada…”


Ibn Yubair, viajero andaluz que visitó Alepo en 1184, empieza su descripción de la ciudad, como la mayoría de las introducciones a la historia de Alepo, con una alusión a su antigüedad. Según relata este autor, Abraham pasó por Alepo en su viaje de Ur a Tierra Santa; allí debió de ordeñar su rebaño en la colina, hoy en día coronada por la ciudadela, para más tarde repartir la leche como limosna. La leyenda dice que el nombre de la cuidad se debe a la visita del profeta. El nombre árabe de la ciudad, حلب (Halab) se interpreta popularmente como una derivación lingüística de la palabra leche en árabe حليب (halib). Varios lugares sagrados de la ciudad se relacionan hasta hoy con la visita del profeta, como es el caso de la pequeña mezquita de la ciudadela, en la que durante largo tiempo se guardó el peñasco en el que supuestamente estuvo sentado Abraham.

Por Julia Gonnella, dentro del libro Islam. Arte y Arquitectura, editado por Markus Hattsein y Meter Delius. 2004, editorial H.F.ullmann (pág.174)

domingo, 7 de diciembre de 2008

Cuentos de las estepas kazajas. El rico y el pobre (4ª parte. Final)


Después de separarse de su hermano, Huseyn también se convirtió rápidamente en un jan y vivía en una gran ciudad. Un día, cuando Hasan ya no se encontraba entre los vivos, Huseyn se puso melancólico y decidió partir a buscar a su hermano. Una vez dispuesto su caballo, Huseyn se puso en camino hasta llegar al lugar en el que se habían separado. El puñal se encontraba en el mismo lugar, y sólo la mitad de la empuñadura que miraba hacia el camino que había tomado Huseyn seguía entera, mientras que la otra parte se había quemado. Huseyn comprendió que Hasan había muerto. Se puso a llorar y pensó: “Aunque no estés vivo, iré a buscarte”.
Tomó junto a su caballo el camino que había emprendido su hermano y al poco tiempo llegó a la ciudad en la que había vivido Hasan. Lo recibieron con un gran respeto y lo condujeron a palacio. Allí Huseyn se encontró con una joven chica y supo que ésta era la esposa de su hermano.
El visir había regresado a la corte, pero su humor era excesivamente alegre y hospitalario, lo que hizo recelar a Huseyn. “Aquí hay algo más, - pensó él, - ¿No habrá sido mi pobre hermano víctima de este visir?” Huseyn estuvo toda la noche pensando en ello, y por la mañana, supo por Janshaim que su hermano había salido de caza y había ido solo hacia la orilla del río.
Así como le ocurrió a Hasan, Huseyn se vio envuelto en medio de una fuerte ventisca. El mismo abeto que se había convertido en la tumba del hermano, también dio asilo a Huseyn. Husmeó la hoguera y también vio entre las ramas a una anciana y así como su hermano, sintió lástima por ella.

- ¡Abuela, baja del árbol! Caliéntate, - dijo.
- Yo bajaría, hijito, - dijo la anciana, - pero me dan miedo los perros; espera, que lo voy a amenazar con el palo!
Huseyn miró a la anciana y sintió como algo le pinchaba en el corazón. Se levantó de la piedra en la que se había sentado y levantó su arma.
- ¡Venga, baja o disparo! – dijo apuntándola. La anciana bajó temblando del árbol.
- Me parece que tú sabes dónde está mi hermano; habla o te mato, - la amenazó.

- La piedra en la que estabas sentado era tu hermano, - contestó la anciana. – El visir me ordenó que lo engañara y lo matara. Ten clemencia y te devolveré a tu hermano. Coge la vara escondida entre las ramas y agítala.
Así lo hizo Huseyn, y ante sus ojos la piedra se volvió a convertir en su hermano Hasan. No hace falta explicar cómo se alegraron los hermanos al verse, después de estar tanto tiempo separados.
Huseyn se quedó como huésped de Hasan durante mucho tiempo y un día le dijo:
- Ahora, Hasan, voy a recordarte un refrán que tú mismo me dijiste en casa del viejo cazador: “El perro busca el lugar donde se harta a comer y el hombre busca el lugar donde nació”. ¿No crees que ha llegado la hora de ir a buscar a nuestros padres?
- Has tergivesado el refrán, pero estoy de acuerdo contigo. Si queremos encontrarlos vivos, no debemos demorarnos más.
Fue dicho y hecho. Hasan y Huseyn partieron con la primera caravana comercial y finalmente se detuvieron en la feria de la plaza de una ciudad en un día de fiesta. En ella encontraron a su tío, un rico comprador, que pasaba entre las filas de comercios y recibía cada caravana que llegaba. Él no reconoció a sus sobrinos, pero cuando le llamaron, éste los reconoció y los empezó a adular y se dispuso a besarlos en la mano.

- ¿Dónde están nuestros padres? – dijeron a la vez Hasan y Huseyn.
- Aquí, en la ciudad. ¿Pero para qué necesitáis vosotros a dos viejos que hace tiempo que no ven la luz? Veo que sois bastante ricos, - dijo el tío.
Preguntando por aquí y por allá, Hasan y Huseyn encontraron la vieja cabaña en la que vivían, prácticamente destruída. No había ventanas, y en la oscuridad no se veía quién se encontraba en ella. Hasan y Huseyn encendieron la hoguera y vieron frente a ellos a dos viejos ciegos vestidos con ropas sucias, desgastadas y llenas de jirones.
- ¡Padre! ¡Madre! ¿Qué os ha pasado? – gritó Hasan.
- ¿Estáis ciegos del todo? – preguntó Huseyn.
La madre lloró al escuchar las voces de sus hijos. El padre levantó la mano y dijo:
- ¿Todavía hay alguien en este mundo que me busca? ¿No serán mis hijos, que murieron hace mucho tiempo, los que han venido a visitarme?
Hasan y Huseyn les contaron todo paso por paso, dónde habían vivido, qué habían visto y cómo habían llegado hasta allí.
- ¿Por qué nos dejaste aquel día en el bosque, no fue por llevarte el oro?- preguntó Hasan a su padre.

- ¿Por qué no viniste a recogernos si nosotros teníamos todavía más oro?- preguntó Huseyn.
- No me agraviéis más, hijos míos, no tuve otra salida, - rompió a llorar el viejo. – Vuestro tío me dijo que por mandato de Allah debía mataros, ya que estábais poseídos por un espíritu maligno. Yo no podía hacerlo, pues soy vuestro padre. Separarnos de vosotros fue muy duro, y véis cómo vivimos, - vuestro rico tío no nos ayuda en nada. Pero el castigo más cruel es que no os podemos ver.

El viejo calló. Hasan y Huseyn abandonaron la cabaña al mismo tiempo. Fueron a la feria, buscaron a su codicioso tío y lo arrojaron a un pozo muy profundo.

Cuento popular kazajo. Traducción del ruso de Ana Marco. Extraído de Б.М.Сидельникова, Казахские народные сказки // Қазақ Халық Ертегілері, Үш томдық, Жазушы Баспасы, Алматы 1971 (B. M. Sidelnikova, Cuentos nacionales kazajos, Tomo III, Ed.Ŷazuzi, Almaty, 1971).

Fotografía 1: Invierno. Kirguistán. Asia Central (Ana Marco).
Fotografía 2: Abuela y nieto. Turkestán. Kazajstán. Asia Central (Ana Marco).
Fotografía 3: Bazar. Kirguistán. Asia Central (Ana Marco).

jueves, 4 de diciembre de 2008

Algunos caligramas más

Aunque ya os hemos hablado de esto en el post Caligramas y Caligrafía árabe, para aquellos a los que, como a mí, les fascinan los caligramas árabes, he aquí un regalo para los sentidos...




martes, 2 de diciembre de 2008

Cuentos de las estepas kazajas. El rico y el pobre (3ª parte)


Hasan atravesó algunas montañas y llegó a una estepa muy extensa. Frente a él se extendía una gran ciudad. Conforme se acercaba a ella, más aumentaba su asombro: por todos lados había banderas negras y grandes telas negras cubrían las casas.
- ¿Por qué está vuestra ciudad de luto?- preguntó Hasan a la primera anciana que encontró.
- Es evidente que no eres de aquí, - respondió la vieja. – ¡Te lo voy a decir!
- Se nos apareció una enorme y voraz serpiente con siete cabezas. Cada día le damos una chica y una liebre. Hoy le ha llegado el turno a la hija del jan y éste ha declarado: Si alguien mata a la serpiente y salva a mi hija Janshaim, se casará con ella. Pero todavía no se ha encontrado a ningún chico en la ciudad tan valiente, y por eso el jan ha ordenado cubrirlo todo con banderas negras.



Hasan se dirigió enseguida a la casa del jan. El jan no estaba en casa, pero Hasan vio en una habitación a una liebre atada junto a una chica de una belleza inigualable. Sus trenzas negras brillaban como la seda y su ardiente mirada era tan deslumbrante como los rayos del sol. Al mirarla, la chica se estremeció.
- No te asustes, -la tranquilizó Hasan. –Si te salvo de la serpiente, ¿cómo podrás darme las gracias?
- Si me liberas, me casaré contigo.

Hasan se puso al lado de ella en cuclillas, reflexionó un momento y dijo:
- Hoy he caminado mucho y estoy muy cansado. Voy a echarme un rato a dormir, cuando venga la serpiente me despiertas.

De repente, mientras Hasan dormía profundamente, algo empezó a retumbar y la puerta se abrió de par en par. Janshaim se quedó pasmada de miedo al ver en el umbral una de las cabezas de la serpiente, pero volvió en sí en un instante e intentó despertar a Hasan. Pero éste dormía tan profundamente que no le despertaban ni tan siquiera los gritos de la muchacha. Cuando la serpiente se acercó, Janshaim perdió toda esperanza de salvarse. Así es que, sometiéndose a su destino,se inclinó sobre Hasan, llorando amargamente y esperando la muerte.



Las cálidas y grandes lágrimas de la chica cayeron sobre el rostro de Hasan y abrasaron al joven. Despierto, Hasan vio a la serpiente, desenfundó con fuerza su arma y las siete cabezas volaron por los aires, venciendo así a la serpiente.
Janshaim se alegró y cogiendo su anillo de oro de un dedo, se lo dio a Hasan. Hasan salió del palacio y en ese mismo momento, por casualidad, pasaba el visir del jan. Viendo que la chica estaba viva y la serpiente muerta, quedó tremendamente sorprendido, pero en menos que canta un gallo comprendió que la situación se había vuelto ideal para presentarse frente al jan. Sin mostrarse ante la chica, se apresuró a encontrar al jan para darle la buena e inesperada noticia.


- ¡He matado a la serpiente y salvado a Janshaim! – dijo el visir. – Cumple tu promesa, jan: ¡que Janshaim se convierta en mi mujer!
- ¡Que así sea! – contestó el jan. Formuló el decreto de retirar de toda la ciudad las banderas negras, de adornar todas las casas con bellas telas para que todo el pueblo supiera que el jan se había librado de la serpiente de siete cabezas. Se convocó a todos los mulás para que celebraran la boda de su hija y el visir.

En este momento Hasan se presentó en el palacio del jan. Escuchando cómo el visir se jactaba contando su victoria sobre la serpiente, Hasan dijo señalando al visir:

- ¡Eres un embustero y un cobarde! ¿Cómo puedes demostrar la verdad de tus palabras? ¡Tú no has matado a la serpiente, fui yo!
Todos los presentes se volvieron hacia Hasan y comenzaron a discernir.
- ¿Y cómo lo vas a demostrar tú? – dijo el visir.
- Tengo una prueba, - dijo Hasan sacando del bolsillo el anillo y enseñándoselo a todos.
- ¡Él ha robado este anillo a Janshaim! – gritó enojado el visir.
- Si tú has matado a la serpiente, - dijo Hasan, - significa que tú puedes levantarla muerta y colocarla en otro sitio.

Inútilmente intentó el visir levantar a la serpiente, no pudo ni siquiera moverla un poco. Entonces llegó Hasan y levantó a la serpiente sin dificultad y la lanzó a través de la ventana al río. Entonces Janshaim, que había llamado al jan para testimoniarle lo sucedido, señaló a Hasan:
- A mí me ha salvado este joven, y a él le di mi anillo, - dijo.


El jan despidió al visir y casó a su hija con Hasan, haciéndolo su pariente. Rápidamente Hasan se empezó a aburrir de vivir en el palacio del jan con sus habitaciones lujosas y comenzó a salir a menudo de caza.



Un día, en el brillo del mediodía, iba por la orilla del río acompañado de un bonito perro cazador. De repente, empezó a soplar un viento inesperado, la temperatura bajó estrepitosamente y cayó una espesa nevada.
Hasan empezó a mirar dónde podía resguardarse del viento y la nieve y calentarse un poco, y, no muy lejos, vio un abeto. Alto y esbelto, estaba recubierto por una fina capa de nieve que parecía un techo. Hasan puso al caballo y al perro debajo del abeto, reunió unas cuantas ramas, hizo una pequeña hoguera y empezó a calentarse. Entonces se dio cuenta de que entre las ramas del árbol había una anciana sentada que lloraba quejicosa.

- ¿Por qué lloras? – preguntó Hasan. - ¿Qué te preocupa? Baja, ven al fuego y caliéntate.
- Yo bajaría, hijito, - dijo la anciana, - pero me dan miedo los perros. ¡Dame tu palo!
Hasan tendió el palo a unas fuerzas sobrenaturales sin saberlo. La anciana asestó un golpe sobre el caballo, sobre el perro y sobre Hasan, y los tres se convirtieron en piedra y así quedaron bajo el abeto.

Que Hasan se quede en el bosque convertido en piedra, ahora contaremos lo que pasó con Huseyn.

[continuará]

Traducción del ruso: Ana Marco Esteve.
Fotografía 1: Verano. Estepas de Kirguistán (Ana Marco)
Fotografía 2: serpiente de varias cabezas.
Fotografía 3: vaso griego. Combate contra la hidra (serpiente de 7 cabezas).
Fotografía 4: Turkestán (Ana Marco)

lunes, 1 de diciembre de 2008

Cuentos de las estepas kazajas. El rico y el pobre (2ª parte)

Cuando regresó el ama, se dispuso a comprobar que todo estaba en orden con la comida. Cogió una cuchara, sacó toda la carne y palideció al darse cuenta de que el corazón había desaparecido. “Mi marido me va a pillar. ¿Era necesario quedarse tanto tiempo en casa de la vecina!”- se recriminó. Pero lamentarse no sirve de nada. Salió al patio, cazó un gallo, lo troceó, le quitó el corazón, lo echó a la olla y se tranquilizó.
Por la tarde llegó el marido. La cena tenía muy buena pinta. Cuando comieron, el pícaro marido guiñó el ojo a su mujer y dijo sonriendo:
- Bueno, esposa, ¡Dios nos ha bendecido! Por la mañana, cuando nos despertemos, tendremos oro bajo la almohada.
La mujer no dijo ni respondió nada, agachó la mirada y se fue a la cama. A la mañana siguiente se despertaron y miraron debajo de la almohada. Allí no había oro. Pusieron la cama patas arriba, pero no había oro por ningún sitio.
El asombroso fue el de Hasan y Huseyn cuando se despertaron esa misma mañana y se encontraron sobre la cabezera sacos llenos de oro. La sorpresa de sus padres no fue menos. El padre de Hasan y Huseyn, que no había visto nunca tanto oro junto, se asustó y se fue a buscar a su hermano para que le aconsejara.
- ¡Uy, uy, hermano, dime, qué ha podido pasar? Por la mañana, en la cabecera de nuestros hijos encontramos bolsas llenas de oro. ¿Esto es bueno o malo?
Los ojos del comerciante se llenaron de envidia, pero, frunciendo el ceño y mirando hacia el suelo, dijo con voz ronca:
- Mal asunto. Aquí se han mezclado los espíritus. Alguna vez pregunté al jazret sobre esto y él, por la misericordia de Allah, contestó: “El espíritu ha corrompido a esa persona, no podemos perder ni un minuto...” Coge a tus hijos, abandónalos en algún lugar y huye, de otra manera no te traerán nada bueno.
El padre regresó a su casa entristecido y pensó: “No, no puedo matar a mis hijos. Los conduciré muy lejos, a la estepa o al bosque, para que mis ojos no los vean y mis oídos no los oigan”. Por la mañana pidió al vecino su carro, sentó a sus hijos y les dijo:
- Ahora os voy a llevar a un lugar donde hay muchas fresas. Por la tarde vendré a recogeros, y tendréis que haber cogido capazos de fresas.
Marcharon los tres durante mucho tiempo hacia la estepa, y finalmente se pararon en el lindero de un bosque muy frondoso. Entre los troncos de los árboles había muchas matas y espesos arbustos, y los chicos vieron muchas fresas.
- Bueno, hijos, quedaos aquí y recoged fresas.
El padre no dijo nada más, se dio la vuelta y se dirigió hacia los caballos llorando.
Tras pasar mucho tiempo entre las zarzas, Hasan y Huseyn se sentaron a descansar y a esperar a que, en cualquier momento, regresara su padre. Pero el padre no volvía y los chicos tuvieron que pasar la noche en el bosque. Al día siguiente se despertaron y vieron que bajo sus cabezas había de nuevo sacos de oro. Los chicos no los tocaron, los dejaron en el mismo sitio donde habían pasado la noche y empezaron a caminar por el bosque sin rumbo alguno. Por el camino se encontraron a un viejo cazador.


- ¡Hola, abuelo! – dijeron al unísono.
- ¡Hola niños! ¿De dónde venís y adónde vais?
- De dónde no lo sabemos, el bosque es muy grande, pero caminamos hasta dar con alguien. Al que no tenga hijas le serviremos de hijas, y a quien no tenga hijos le haremos de hijos.
- Yo no tengo hijos, ¿queréis ser mis hijos? ¿Os venís a mi casa?
- Vamos, - aceptaron los hermanos.
El viejo iba a caballo. Hizo sentarse a los dos chicos sobre el caballo y dijo:
- Id, el caballo os llevará hasta mi casa.
Los chicos le dieron las gracias al viejo y no se entretuvieron más:
- Abuelo, - dijeron Hasan y Huseyn,- allí, donde hemos dormido, ¡yacen sacos llenos de oro!
Hasan y Huseyn vivieron mucho tiempo con el viejo cazador y se acostumbraron a la vida del bosque. Aprendieron a disparar y se convirtieron en dos cazadores muy valientes y experimentados. En esos años, el que en otros tiempos fue un cazador pobre y viejo se había convertido en el hombre más rico del lugar.

Cada mañana, cuando los chicos se despertaban, seguía apareciendo oro bajo sus almohadas. Un día, estaban conversando entre ellos y se acordaron de su antigua vida.
- Husayn, ¿conoces un viejo refrán?- dijo Hasan. “El perro, cuando no deambula, siempre vuelve al lugar donde encontró un hueso con carne, y una persona siempre se ve arrastrada al lugar donde nació”. Huseyn, ¡vamos a buscar a nuestros padres!.
- ¡Tus pensamientos son los míos, y allí dónde tu vayas iré yo!- contestó Huseyn. ¡Vamos!.
Fueron a hablar con el viejo cazador para comunicarle su decisión. El viejo se lamentó muchísimo y dijo:
- Os puedo dar como regalo un rebaño de reses, aunque veo que no lo necesitáis. Os deseo buen viaje y éxito en la búsqueda de vuestros padres.
El viejo entregó a Hasan y Huseyn sus dos mejores caballos, se despidieron y los chicos se alejaron. Viajaron durante un mes entero y finalmente vieron que el camino se bifurcaba.
- ¡Nuestro camino se separa!- dijo Hasan. Tú ve hacia la derecha y yo iré por la izquierda.
- ¡Que así sea!, - dijo Huseyn. Nos veremos aquí en el camino de vuelta.
Y en ese mismo sitio del camino clavaron un puñal en la tierra.
- Si estamos vivos o muertos, este cuchillo lo indicará, - dijeron. Si uno de nosotros muere, la mitad de su empuñadura mirará hacia la parte del camino que escogió y se quemará.
Hasan y Huseyn se despidieron y se marcharon por caminos diferentes.

Que marche ahora Huseyn por su camino, pues el cuento ahora hablará sobre Hasan.

[continuará]

Cuento popular kazajo. Traducción del ruso. Extraído de Б.М.Сидельникова, Казахские народные сказки // Қазақ Халық Ертегілері, Үш томдық, Жазушы Баспасы, Алматы 1971 (B. M. Sidelnikova, Cuentos nacionales kazajos, Tomo III, Ed.Ŷazuzi, Almaty, 1971).

Traducción: Ana Marco Esteve
Fotografía: Abuelo en Asia Central. Kirguistán.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Cuentos de las estepas kazajas. El rico y el pobre (1ª parte)


Hace algunos siglos vivían dos hermanos. El hermano menor no tenía nada, comenzó a comerciar y se hizo muy rico. El hermano mayor era pobre, y su única felicidad eran sus dos hijos, Hasan y Huseyn. En verano, tan pronto como recolectaban las fresas, la madre las llevaba al bazar y las vendía, y de esto vivía toda la familia.
Un día al mediodía, cuando la naturaleza estaba en calma y el resplandor de los rayos del sol no permitía sombra alguna, Hasan y Huseyn se encaminaron hacia la orilla de un río a través de los arbustos. De repente, frente a ellos, salió volando de entre la hierba un pájaro azul de una belleza incomparable.
A los hermanos no les dio tiempo a contemplarlo, pues el ave volaba y volaba cada vez más alto hasta que desapareció en el cielo. Hasan y Husayn decidieron buscar su nido y lo encontraron rápidamente. En el nido había huevos blancos con rayas azules. Los chicos se alegraron del hallazgo porque estaban hambrientos, pero los huevos eran tan pocos que Hasan y Huseyn pensaron: “Si nos los comemos, el beneficio será escaso. Mejor se los llevamos a nuestro tío rico”. Sin volver a casa, se pusieron de camino directamente a casa de su tío. Al llegar, le preguntaron si les compraba los huevos de pájaro blancos con rayas azules.
- ¿De dónde los habéis sacado?- preguntó el tío.
- Los encontramos en el campo, entre la hierba, - contestaron los chicos.
El tío cogió los huevos y, para sorpresa de Hasan y Huseyn, les dio cien monedas y les dijo:
- Si cazáis a la madre, os daré doscientas monedas más.

Hasan y Huseyn ignoraban para qué quería su tío el pájaro azul, pero, sin dudarlo, cogieron su lazo de caza y volvieron al mismo sitio donde lo habían visto. Encontraron pronto el nido, extendieron el lazo y se escondieron entre las matas. Al poco tiempo llegó volando el pájaro azul, oteó los alrededores, echó a volar, se acomodó en el nido y cayó en la trampa. ¡Cómo se alegraron los chicos de haberlo atrapado! Aunque normalmente éste era un hombre muy avaro, en esta ocasión mantuvo su palabra (¡es evidente, que este pájaro era muy valioso para él!) y cuando se lo entregaron, les dio doscientas monedas más, azúcar y ropa. Los chicos lo llevaron todo a casa.
Sus padres se alegraron muchísimo. Pero la felicidad no duró demasiado tiempo en la casa del pobre.
El tío llevó a su casa al pájaro azul y se lo dio a su mujer.
- Regresaré por la tarde, - dijo, - tú prepara la comida con lo que te he dado. ¡Ten cuidado y no le des ni un sólo trozo de este pájaro a nadie!.

La mujer pensó: “¿Qué tipo de comida es esta?”. Pero no contradijo a su marido, limpió el pájaro y lo puso en la olla, echó agua y la puso al fuego. Luego se fue a casa de la vecina y se quedó allí conversando.
Hasan y Huseyn, llenos de curiosidad, decidieron descubrir qué había hecho su tío con el pájaro. Al entrar en su casa, no vieron a nadie y notaron que salía humo de la olla.
- ¿No se estará cociendo nuestro pájaro? – preguntó Hasan sorprendido.
- ¿Tú crees? – preguntó Huseyn no menos sorprendido. Se acercaron a la olla, abrieron la tapadera y vieron que lo que se que estaba cociendo era el pájaro que habían cazado.
- ¿Acaso no debemos probar los pájaros que nosotros mismos hemos cazado? – preguntó Hasan.
- ¡Por supuesto, probemos un trozo! – respondió Huseyn.
Clavaron una cuchara en el corazón del pájaro, lo partieron por la mitad, se lo comieron y se fueron.

Traducción del ruso: Ana Marco Esteve
[Continuará]

jueves, 20 de noviembre de 2008

Irak en imágenes (Parte 2)

Aquí tenéis la segunda parte de este trabajo audiovisual: historia, guerras televisadas, conflictos y gobiernos déspotas tanto en Oriente como en Occidente.
Espero que os guste
Un saludo

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Cuentos de las estepas kazajas. El jan y el sabio visir


Hace mucho tiempo vivía un jan. El más grande de sus visires era un hombre muy sabio. Cuando el jan salía a recorrer sus dominios, siempre se hacía acompañar por él. Un día el sabio visir le dijo:
- Disfracémonos con harapos y mezclémonos con los súbditos, así sabremos mejor qué piensa el pueblo de ti y de tu gobierno.
El jan estuvo de acuerdo. Ambos se vistieron de pordioseros y se dirigieron hacia los aulos. Al atardecer llegaron a una iurta solitaria y pobre y pidieron pasar la noche. El dueño se negó, pero su mujer, que estaba a punto de dar a luz en ese momento, dijo:
- Déjales entrar. No se le debe negar a los viajeros el albergue nocturno.
El marido invitó al jan y al visir a la iurta. Entraron los huéspedes y se sentaron a descansar. De repente, escucharon el llanto de un recién nacido. El dueño acababa de tener un hijo varón. El visir se echó a reír. El jan se sorprendió, pues sabía que el sabio no se reía si no había razón para ello.
- ¿De qué te ríes? – preguntó el jan.
- ¡Estaba pensando que este pequeño se convertirá en tu yerno y en mi amo!- respondió el visir, - y me ha parecido gracioso lo inconstante que puede ser el destino de un hombre.
- ¡ Eso nunca ocurrirá!- exclamó el jan. ¡ Cómo puedo dar yo mi única hija al hijo de un don nadie!.
- ¡ Todo es posible en este mundo!- dijo el sabio visir. –Nadie sabe por la mañana lo que ocurrirá por la noche.
Sus palabras preocuparon al jan. Éste decidió comprar al niño y matarlo. Amaneció y los huéspedes se dispusieron a partir. El jan dijo a los dueños de la iurta:
- Vendedme al recién nacido. Os daré por él un lingote de oro del tamaño de la cabeza de un caballo.
La mujer dijo a su marido:
- Nosotros tendremos más hijos. Que el huésped te de el lingote de oro y nosotros le damos al niño. Vivirá bien con un hombre rico.
El hombre pobre estuvo de acuerdo. El jan compró al niño, lo puso en un cesto y lo arrojó al río. El cesto corrió por las aguas y finalmente se atrancó en unas redes en una de las orillas. Pero acertó a pasar por allí un pescador que comenzó a observar las redes y vio el cesto. Al levantar la parte superior vio al pequeño. El pescador tenía ya ocho hijos y su familia pasaba bastante hambre.
- ¡ De dónde voy a alimentar a un noveno hijo! El pescador quiso depositar el cesto de nuevo en el agua y lanzarlo río abajo, pero su mujer lo impidió.
- ¡ Una vez el destino lo ha traído hasta nosotros, que viva y crezca en nuestra familia!
Y así apareció en la familia un nuevo miembro.

Pasaron algunos años. El jan recorría sus dominios junto a su visir y pararon para dar de beber a los caballos. Los hijos del pescador se acercaron a los dos caballeros tan bien vestidos. El visir vio al niño y comenzó a reírse.
- ¿De qué te ríes?- preguntó el jan.
Le contestó el visir:
- Amo, mira a aquellos tres niños. ¿Ves entre ellos a uno muy guapo?
- Lo veo, - dijo el jan.
- Ese niño se convertirá en tu yerno.
El jan se enfadó:
- ¡ Pero qué te pasa que siempre me prognosticas yernos indigentes! ¡Nunca casaré a mi hija con un pobre!.
- ¡ No siempre el destino de una persona está en nuestras manos!- respondió el visir.
El jan se preocupó mucho. Llamó al pescador y le preguntó:
- ¿De quién es este niño?
- Ahora es mi hijo, lo encontré en un cesto.
El jan se inquietó todavía más:
- Véndemelo. Te daré a cambio un lingote de oro de gran valor.
El pescador aceptó encantado.
El jan mandó al niño a su visir menor con una carta.
- ¡ Da muerte inmediatamente al portador de esta carta!
El niño llegó a casa del visir y le dio el mandato del jan. Al visir le dio pena matar al niño y se lo llevó a vivir con él.
Al cabo de unos años el niño se convirtió en un bello muchacho. Un día, el jan lo vio cerca de su palacio y al instante supo que se trataba del hijo del pescador. Se encolerizó tremendamente e hizo llamar al visir:
- ¿ Por qué no cumpliste mis órdenes?
El visir reconoció su culpa y se arrodilló ante el jan:
- ¡ Perdóname amo! Mi mano no podía alzarse para matar a un niño tan listo y tan hermoso.
El jan decidió ahorcar al muchacho y lo llamó a su presencia, pero en ese mismo momento llegó un mensajero a galope y le comunicó que el enemigo había cruzado las fronteras y estaba saqueando los aulos, por lo que el jan no tuvo tiempo de ajusticiar al muchacho. Escribió una nota y la mandó llevar hasta el visir sabio mientras él mismo se ponía en camino hacia la guerra. El muchacho tomó la nota y se marchó a través del jardín de palacio.



Llegó hasta un montón de hierba bajo un árbol y se quedó allí dormido. En este momento, la hija del jan paseaba por el jardín con unas amigas. Una de ellas vio al muchacho dormido y llamó a la hija del jan. La chica quedó impresionada por la belleza del joven y se enamoró al instante. Se inclinó y besó al muchacho. En ese instante se dio cuenta de que el chico llevaba una carta en las manos. La abrió y leyó en ella el castigo que se le había impuesto.
Destruyó el decreto del jan y en lugar de éste escribió uno nuevo:
“ ¡El portador de la carta debe convertirse en mi yerno. Ordeno que se le entregue la mano de mi hija y que se haga un gran banquete!”.
Depositó la hija del jan el nuevo decreto en el bolsillo del chico y se fue con sus amigas dentro de palacio. El joven se despertó, llevó el decreto al visir, y en lugar de ahorcado acabó en un rico banquete casado con la hija del jan.
El jan luchó tres años contra el enemigo. Durante todo este tiempo, la hija del jan dio a luz a dos hijos. En el cuarto año llegó la noticia de que el jan regresaba a casa habiendo alcanzado la victoria contra el enemigo. La hija del jan fue al encuentro de su marido y le dijo:
- Mi padre es un hombre cruel. Pero quizá su corazón se ablande al ver a sus dos nietos. Cojamos a los niños y vayamos a su encuentro.
Y así lo hicieron. Pero el jan ni siquiera miró a sus nietos. Se encolerizó con su hija por haberse casado por su cuenta con un pobre. El jan mandó llamar por la noche al visir y le dijo:
- Mañana temprano, tan pronto como la panadería abra, el primer hombre que la pise debe arder en el horno. Mi decreto debe ser cumplido a rajatabla.
El visir transmitió rápidamente al panadero la orden del jan. Por la noche el jan llamó al esposo de su hija y le dijo:
- Ve ahora a la panadería, espera hasta que abran la puerta y se el primero en entrar en ella. Comprueba que el panadero trabaja y cumple mis mandatos.
El chico marchó a cumplir el encargo del jan. Pasó por el jardín y escuchó el canto de un ruiseñor. El pájaro cantaba tan bien que el yerno del jan se sentó bajo un árbol y olvidó dónde debía ir. El jan estaba impaciente por ver a su yerno quemarse en el horno y se dirigió hacia allí. Tan pronto como cruzó el umbral, el panadero lo atrapó por lo sobacos y lo echó al horno. El muchacho, una vez terminado el canto del ruiseñor, se acordó del encargo del jan y corrió a la panadería.
Le dijo al panadero:
- Por orden del jan, vengo a observar cómo trabajas y cumples sus ordenanzas.
- Las órdenes del jan se han cumplido al pie de la letra. ¡El primer hombre que ha puesto el pie en la panadería ya está socarrado!

La corte del jan se pasó toda la mañana buscándolo. Sólo después supieron que el jan había muerto entre las llamas. Entonces se reunió el pueblo para elegir un nuevo jan.
El sabio visir salió a la plaza y dijo:
- El hombre más listo y más noble entre nosotros es el yerno del difunto jan. Él debe convertirse en nuestro gobernador.
Y así fue como el pueblo hizo del hijo de un pobre su jan.

Cuento popular kazajo. Traducción del ruso de Ana Marco. Extraído de Б.М.Сидельникова, Казахские народные сказки // Қазақ Халық Ертегілері, Үш томдық, Жазушы Баспасы, Алматы 1971 (B. M. Sidelnikova, Cuentos nacionales kazajos, Tomo III, Ed.Ŷazuzi, Almaty, 1971).

Vocabulario: aulos: aldeas. Iurta: tienda tradicional de los nómadas del Asia Central y Mongolia.

Fotografía 1: Mujeres frente a una iurta. Turkestán. Kazajstán. Asia Central.
Fotografía 2: Mausoleo de Ahmad Yasawi. Turkestán. Kazajstán. Asia Central.
Fotografía 3: Mausoleo de Arslan Bab. Otrar. Kazajstán. Asia Central.

lunes, 17 de noviembre de 2008

CORTEJO NUPCIAL EN TIRO

Ibn Yubair (nacido en Valencia en 1145 y muerto en Alejandría, en donde se dedicó a la enseñanza, en 1217) fue secretario del Gobernador de Granada e hizo tres veces la peregrinación a La Meca. Se trataba de un hombre inteligente, observador, tolerante, espiritual y, a menudo, jocoso. Los relatos de su primer viaje (cruzó el Mediterráneo y visitó Egipto, La Meca, Siria, Irak, Palestina, Cerdeña, Sicilia y Creta), en forma de diario, bajo el simple nombre de “Viajes” se hicieron muy famosos y han llegado hasta nuestros días como un documento de gran valor. En él da explicaciones detalladas del mundo del Mediterráneo del Este en la época de las Cruzadas. Está escrito con un estilo claro y elegante, manejando una lengua variada, a veces seca y difusa, con frecuencia colorista y pintoresca. Se trata de una de las fuentes más importantes con que se cuenta para saber cómo se encontraba el Mundo Islámico, la Sicilia normanda, la navegación en el Mediterráneo y las relaciones entre musulmanes y cristianos en el siglo XII.



El siguiente relato se corresponde al momento en el que Ibn Yubair estaba visitando la región de Tiro (ciudad al sur del Líbano) y se encontró con un cortejo nupcial, cosa que sorprendió bastante al viajero.

"Entre las escenas de boato de este mundo dignas de contarse, que un día en Sur (Tiro) junto al puerto presenciamos, está el cortejo nupcial de una novia. Todos los cristianos, hombres y mujeres, se habían congregado para este efecto y se habían alineado en dos hileras a la puerta de la novia que iba a ser conducida al esposo, mientras sonaban trompetas, flautas y todos los instrumentos para tocar. Hasta que, [por fin], ella salió con marcha vacilante, entre dos hombres que la sostenían por la derecha y por la izquierda y parecían ser ambos de sus parientes maternos. Ella, con el más hermoso aspecto y el más magnífico vestido arrastraba rozagante la cola de seda bordada en oro, según el estilo acostumbrado en sus vestidos. Sobre su cabeza llevaba una diadema de oro que estaba envuelta en una red tejida de oro y en la parte alta de su pecho llevaba otra parecida, dispuesta armoniosamente. Rozagante, con sus adornos y sus aderezos, marchaba lánguidamente con la lánguida marcha de la paloma o la andadura de la nube. Dios nos libre de la turbación (fitna) ante tal espectáculo.
Delante de ella iban personajes principales de entre los cristianos, con sus galas más suntuosas y espléndidas, arrastrando tras ellos las colas de sus vestidos, detrás de ella, sus iguales y pares de entre los cristianos marchaban procesionalmente con sus más preciosos vestidos; iban pavoneándose en la fastuosidad de sus aderezos. Los que tocaban los instrumentos precedían. Los musulmanes y los otros cristianos habían formado en el camino dos hileras de espectadores que los contemplaban sin dar muestras de desaprobar aquello.
Y, así, la condujeron hasta introducirla en la casa de su esposo, y pasaron ese día en festín. Fue la casualidad la que nos procuró la vista de este fastuoso espectáculo. Busquemos refugio en Dios contra su seducción".



Ibn Yubair, A TRAVÉS DEL ORIENTE. El siglo XII ante los ojos. Rihla, Ed. del Serbal, Barcelona, 1988. Pág. 356-357

viernes, 14 de noviembre de 2008

Costumbres de los parisinos según al-Tahtawi.

Todos los ricos de París residen en ella durante el invierno. Como el clima de esta ciudad es bastante frío, cada casa esta dotada, en las salas y en las habitaciones, de estufas donde se enciende el fuego.

París siglo XIX , Eugén Galien- Laloue

"La Madeleine sous la neige"

Pero durante el verano, la gente pudiente, residen en castillos en el campo, donde el aire es más salubre que dentro de la ciudad. Otros viajan a otras provincias o a países vecinos, con el fin de sentir el olor de los países extranjeros, descubrir sus comarcas y conocer las costumbres de sus habitantes, sobre todo en una época determinada del año que llaman el tiempo de la ociosidad, o el ocio, es decir de vacaciones. Incluso las mujeres viajan, solas o acompañadas por un hombre que se encarga de los gastos durante el viaje. Porque las mujeres aquí también son apasionadas del conocimiento; les gusta investigar y descubrir los secretos de los seres. ¿Acaso no vienen de los países europeos hasta Egipto para ver sus curiosidades; las pirámides, los templos, etc.?

Imagen del libro "Description de l'Égypte".

Son como los hombres en todas cosas. Por cierto, hay mujeres muy ricas que se acuestan con extraños sin estar casados, cuando sienten que están embarazadas, y temiendo el escándalo, fingen irse de viaje, de vacaciones, o por otra razón, dan a luz y confían al recién nacido a una nodriza pagada, con el fin de que se encargue de criarlo en el extranjero. Pero este caso no es frecuente. En definitiva, no todas las nubes llevan agua. Entre las mujeres francesas las hay que son virtuosas y otras que no lo son, estas últimas son la mayoría, porque el arte de amor en Francia se apodera de los corazones de la inmensa mayoría de la gente, tanto hombres como mujeres. El amor para ellos es un fin en sí mismo. Sin embargo, puede nacer entre dos jóvenes, y conducir al matrimonio.



París Siglo XIX, Eugén Galien-Laloue

Place de la Republique.

Podemos alabar en los franceses la limpieza de sus casas, aunque no es comparable con los flamencos; aquel pueblo es el que más se preocupa de la limpieza exterior. El pueblo egipcio, en otros tiempos, era uno de los pueblos más limpios del mundo, pero sus descendientes, los Coptos, no siguieron esta tradición. Como la ciudad de París es limpia, está privada de insectos, incluso de insectos venenosos. Nunca hemos oído que a alguien le picara un escorpión. La perseverancia de los franceses en limpiar sus casas y sus ropas es una cosa extraordinaria. Sus casas son siempre alegres, a causa del gran número de ventanas, admirablemente diseñadas y colocadas por los arquitectos, de forma que garantizan la entrada del aire y la luz hacia el interior de las casas.



Boulevard à Paris.

Las hojas de las ventanas son siempre de vidrio con el fin de que, una vez cerradas, la luz llegue al interior de las viviendas y no haga falta el uso de velas durante el día. Tanto en las casas de los pobres como en la de los ricos, colocan cortinas delante de las ventanas. Sobre las camas también colocan una especie de cortinas, que son un tipo de mosquitera, frecuentemente utilizada por los parisinos.

Cuentos de las estepas kazajas. Introducción



El pueblo kazajo, de profundas raíces nómadas, ha utilizado durante siglos la tradición oral como canal principal de transmisión cultural, basado fundamentalmente en la palabra, en el relato de historias pasadas, conservando durante largo tiempo la mayor parte de las leyendas, los mitos, las hazañas de sus héroes, y en definitiva, la historia de su pasado, a través de su memoria.

El autor kazajo Orinbekov señala que, en las noches frías de las estepas, junto al calor del fuego, sus antecesores se sentaban a escuchar las historias de sus antepasados, la belleza poética de las composiciones, y estos relatos se transmitían de generación en generación, y, por supuesto, siempre o casi siempre, de manera oral. Hasta hoy día, por ejemplo, salta a la vista la importancia de las canciones entre las mujeres kazajas, que narran historias pasadas de sus héroes a través del folclore musical.

Durante los primeros siglos del Janato Kazajo (a partir del s.XV) se consolidó la creatividad y la creación oral nacional, al mismo tiempo que la literatura escrita gozó de un gran desarrollo. La creación oral estaba a cargo de los poetas improvisadores, los akyn, y los cuentistas o ŷirai. Son conocidos los nombres de aquellos cuentistas como Shalki ŷirai (s.XV), Dospambet ŷirai (s.XVI), Yiembet ŷirai (XVIII). En las obras épicas el tiempo se clasificaba según las hazañas de los batir (héroes), que fueron conservadas por el pueblo ,a pesar de las irrupciones extranjeras. Dentro del género épico destacan las figuras de Er-Targuin, Kambar, Alpamis y Koblandy. El poema sobre las costumbres sociales más recitado y popular entre los kazajos es Kozi-Korpesh y Baian Slu, el Romeo y Julieta kazajo. No menos conocidos son Kiz-Yibek, Kulshe kiz, Makpal, Slu shash.

Los cuentos túrquicos kazajos poseen un espléndido colorido cultural, pues en ellos se observa la síntesis de su historia, vinculada a persas, rusos, árabes, mongoles, tártaros y chinos, y en los relatos también suelen hallarse elementos ancestrales propios de su antigua religión, el tengrismo.

Autora: Ana Marco, alumna de Tercer Ciclo en el Área de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante y, actualmente, lectora de español en la Facultad de Relaciones Internacionales y Lenguas del Mundo Ablai Khan en Almaty.

Fotografía: celebración de la fiesta de Nauriz. Autora: Ana Marco.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Irak en imágenes (parte 1)

Desde araboislámica os presentamos una forma amena y divertida de conocer la historia de Irak.
A través de pequeños textos e imágenes podréis observar el desarrollo de este codiciado territorio, el segundo suelo más rico en petróleo del mundo después de Arabia Saudí.
Un breve recorrido por su historia desde la antigua Mesopotamia hasta la caótica situación actual.
Este trabajo está dividido en dos partes.
Un saludo.

martes, 11 de noviembre de 2008

CALIGRAMAS Y CALIGRAFÍA ÁRABE.



Aunque la caligrafía árabe conoció el caligrama desde antiguo, lo cierto es que en época otomana cobró una nueva autonomía artística al entenderse como cuadro en sí mismo y como forma específica con infinidad de posibilidades. Desde los primeros ensayos figurativos del siglo XVII, artistas de la talla de Raqim, el Miguel Ángel o el Rafael de la caligrafía árabe, como llegó a llamársele, no se contentan con indicar hasta el extremo las posibilidades pictóricas y figurativas de las letras y formas del alifato, sino que dan un salto más y transforman la caligrafía en un instrumento eminentemente figurativo, dando paso a la etapa dorada del caligrama árabe entre los siglos XVIII y XX, no sólo en Turquía, sino inmediatamente después en Irán y en los países árabes contemporáneos. Después de Raqim, al menos, todo calígrafo árabe que se precie ha de incluir en su obra y en su curriculum vitae algún divertimento caligramático, más o menos original, inspirado en sencillos objetos de la naturaleza, humanos o cotidianos. Los más comunes serán aves, u otros animales (leones, camellos, caballos, etc.), frutos, barcos, lámparas, y otra clase de objetos de perfil no demasiado complejo, arquitecturas, rostros y cuerpos humanos en diferentes actitudes. Aunque los modelos representados tienden a la simplicidad, las caligrafías que los conforman llegan a ser realmente complejas, a menudo de difícil lectura, y de imaginativa concepción.


PUERTA VÍLCHEZ, José Miguel, La Aventura del Cálamo, Ed. Edilux, 2007, pág. 268

domingo, 2 de noviembre de 2008

BUDA EXPLOTÓ POR VERGÜENZA.

Os voy a recomendar una película que acabo de ver y me ha encantado, sobre todo su protagonista, una niñita preciosa que anela ir a la escuela para aprender a leer, todo esto dentro de una sociedad donde ser mujer es sinónimo de subyugación y pocas oportunidades.
La historia se desarrolla en Afganistán, pero os pongo la sinopsis más abajo y así lo leéis vosotras-os.
En mi opinión, lo mejor de la peli son los niños y niñas los cuales resultan realmente auténticos, con un fondo de escenarios naturales increíble, una historia ingenua, deliciosa y pura.


SINOPSIS


Bajo la estatua del Buda que destruyeron los talibanes, aún viven miles de familias. Baktay, una niña afgana de seis años, es incitada a ir a la escuela por el hijo de sus vecinos que lee los alfabetos frente a su cueva. De camino a la escuela, es acosada por unos niños que juegan de forma cruel reflejando la sociedad tan violenta que los envuelve. Los niños pretenden lapidar a Baktay o destruirla como el Buda, o dispararla como hicieron los americanos en el laberinto de cuevas. ¿Será capaz Baktay de superar estos obstáculos para poder aprender los alfabetos en su lengua materna?

HANA MAKHMALBAF, DIRECTORA IRANÍ

Hana Makhmalbaf tiene 18 años y es el miembro más joven del clan Makhmalbaf. Son una familia de cineastas. Su hermana mayor, Samira, ha sido premiada en Cannes por sus películas La pizarra (2000) y A las cinco de la tarde (2003). Su madre, Marziyeh Meshkini, tampoco se fue de vacío de la Mostra de Venecia cuando presentó allí Stray Dogs (2004). Y luego está su padre, Mohsen Makhmalbaf, a quien películas como Gabbeh, El silencio y Kandahar han convertido en uno de los cineastas más importantes de la historia de Irán.Si la chica se acostumbra a hacer películas como la que presentó en San Sebastián es posible que en unos años le pase la mano por la cara hasta a papá. Buda explotó por vergüenza es una parábola, como la mayoría de las películas de la prole, y hace un uso sencillamente espectacular de los salvajes paisajes afganos (de la región de Bamiyán, justo allí donde los talibanes volaron dos gigantescas estatuas de Buda), para mostrar cómo los juegos de guerra practicados por los adultos pervierten a los niños y los convierten en atroces copias de sus padres.

domingo, 28 de septiembre de 2008

LA ARQUITECTURA DEL PROTECTORADO ESPAÑOL EN TETUÁN



Durante 44 años, entre 1912 y 1956, España ejerció un régimen de protectorado sobre la zona norte de Marruecos. Varias generaciones de españoles vivieron allí, cosa que se plasma en las infraestructuras y en la gente.
En 1956 tras la independencia absoluta de Marruecos, esos españoles que crearon familias, levantaron negocios e impulsaron instituciones retornaron a la Península, dejando tras ellos una huella que aún perdura.
Uno de los ejemplos de las construcciones que dejaron los arquitectos españoles es la antigua plaza primo hoy conocida como plaza del Mulay Medí, era el centro neurálgico del ensanche.


Otra de las muestras arquitectónicas de la ciudad y que muestra como los españoles dejaron su huella es la iglesia de Nuestra Señora de las Victorias, que actualmente ha sido restaurada.

En Tetuán quedan hoy día muchos lugares que eran centro de reuniones de los españoles como por ejemplo el Café Nipon situado en la zona del ensanche, nombre con el que se conoce al conjunto de edificaciones construidas por los españoles a partir de 1912, que se extiende desde la antigua medina hasta la calle Moulay El Abbas, este café fue fundado por un español en 1945.
También en estos años había una pastelería llamada El Buen Gusto, hoy convertida en un consultorio telefónico que mantiene su antiguo nombre.


En esta etapa donde los españoles vivieron, crearon un club social donde celebraban las verbenas de verano, pero hoy en día es un recinto militar, un club de descanso de los altos oficiales del ejército marroquí, reservado sólo para altos oficiales del ejército, y al que suele acudir la familia Real marroquí.
El edificio de la unión y el fénix, situado en la entrada a la plaza de Hassan II, antigua plaza española o del feddan, es una muestra de la arquitectura española en la ciudad. En Tetuán aún siguen en pie el edificio de la Compañía Torres Quevedo (lo que era teléfonos) y el banco de España, lugares que en su inevitable reconversión son hoy las oficinas de correos y el consulado español de Tetuan, respectivamente.
Durante los primeros nueve años del protectorado, entre 1912 y 1921, se proyectó y realizó buena parte del ensanche de la cidad, diseñado sobre los ejes trazados por los cuarteles de las tres armas del ejército español de la época: Infantería, Artillería y Caballería. Más allá de la medina, la ciudad antigua amurallada, los españoles ampliaron la urbe con calles y plazas. En 1914 levantaron el edificio que hoy alberga el instituto Cervantes.
El estallido en 1921 de la Guerra de Marruecos, también conocida como Guerra de África o la guerra del Rif, interrumpe este crecimiento inicial. Sin embargo, a partir de 1927, y durante los siguientes 30 años, se desarrolla un vertiginoso proceso de construcción que culminará con la creación de una ciudad prácticamente nueva, incluida la canalización de agua potable y la electricidad. Arquitectos como Muguraza, De la Cuadra Salcedo y Alfonso de Sierra dibujan algunos de los edificios de la actual calle Mohamed V, antigua calle del Generalísimo. Esta travesía peatonal es hoy un melancólico paseo para aquellos que tuvieron un vínculo familiar con la época del protectorado, o para los que en un momento de su vida se hayan sentido atrapados por esta fascinante ciudad llena de una amplia historia compartida entre España y Marruecos.

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