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lunes, 27 de junio de 2011

Una educación argelina, fragmentos de las memorias de Wassyla Tamzali




Acaba de publicarse en en castellano el libro autobiográfico de la pensadora feminista argelina Wassyla Tamzali con el título "Mi tierra argelina. Una mujer entre la revolución y la guerra civil", en Saga editorial. Mencionaremos, a continuación, en nuestra traducción, algunos pasajes de la obra de esta conocida y reconocida autora:



"Podría citar a más de una y de uno, pero ¿acaso importan sus nombres y sus apellidos? y ¿qué importa donde están hoy y lo que hacen, si fueron rubios o morenos, prolijos o silenciosos? Solamente quería decir que éramos unos personajes de carne y hueso, con sueños políticos, y que nos parecíamos como dos gotas de agua a nuestras utopías. Gracias a la pasión que vivimos valientemente esos años vuelvo hoy a mi país. Gracias a ella me queda un poco de esperanza. Por falta de esperanza los jóvenes sueñan con una vida mejor fuera de Argelia. ¿Qué tenemos que decirles nosotros los más mayores? ¿Cómo explicarles que la pasión que nos llevó durante tantos años a seguir soñando con lo imposible sigue viva? Si es que comprendo algo yo misma ¿Cómo comprender este deslumbramiento? Quizás debería decir, para permanecer fiel a la joven mujer de la foto con la piel tostada por el sol del desierto, que las luces de este deslumbramiento que me cegaron en 1962, se apagaron en una larga puesta de sol".



Cuenta Wassyla TAmzali que "Assia Djebbar, la francófona, la escritora, la cineasta de la película “Memoria Sepultada por las Mujeres”, encarnaba la soledad en la cual se refugiaba el pensamiento a finales de los años 1970, el fin de nuestras utopías. Se fue de nuevo a París. Después de París, más lejos todavía, lejos de las tierras argelinas. De ahora en adelante estará ausente para siempre, silenciosa detrás de sus libros y sus reconocimientos internacionales. Siempre presente para mí, como en aquella tarde durante los debates cuando, por fin, supe que era muy afín a ella, un sentimiento raro en el país de mis raíces".
"Escogió el exilio, como casi todos los que vivían en nº 27 de la Calle Ben-Mehidi, en Argel, y se apoderaban ingenuamente del cine como arma absoluta.
Yo también, un día, me fui. Tardé mucho en decidirme, pero acabé yéndome. Me quedaba aferrada a este país. Sin comprometerme realmente, ya que había elegido ser abogada, me sentí fascinada por la Argelia de Boumediène, una Argelia totalmente en construcción. Estaba como en una atalaya, al acecho, la mano en forma de visera, tratando de percibir al hombre nuevo que por todas partes, anunciaba: " ¡Alcanzaremos a Francia en una generación!". Estaba confiada, con la mirada fija en el horizonte, sin ver dónde ponía los pies. Y el horizonte, como todo horizonte, me evitaba. Lo que esperaba no llegaba. Para recargar las pilas, me ausentaba durante breves estancias. Y cada vez que volvía, era siempre al punto de partida, mareada de tantas idas y venidas: de Argel a Roma, de Roma a París, de París a Argel, intentando difundir por todas partes la buena noticia, el cuento en el que creía. Pero La revolución argelina se vivía mucho mejor fuera que dentro de Argelia."




"“¿Por qué no te quedas a vivir aquí?”. Cada vez iba más a menudo a Túnez, más exactamente a Sidi Bou Said, mi campo fortificado favorito, a algunas decenas de kilómetros de Túnez. Este pueblo, en la falda de una colina, había sido muy poco afectado por la colonización y la descolonización. Contact, primer periódico independiente del Magreb, en el que desarrollaba mis funciones como redactora jefe, se editaba en Túnez. Nuestras reuniones se organizaban en la oficina de Hamadi Essid, director de la Sociedad tunecina de producción y de distribución cinematográfica. Fue él quien tuvo la idea del periódico. Para sacarme del marasmo en el cual me hundía, me arrastró con él. Era el cómplice perfecto de estos períodos de espera. Su muerte dejó un vacío en mi vida que el tiempo jamás ha podido llenar. Sabía cómo me sentía de desamparada, partida en dos. Me acogía en su casa durante breves estancias con unos largos tête à tête, donde los placeres de la amistad, las palabras, la política y la poesía, encontraban sentido: "no puedes imaginar lo que pierdes no leyendo ni comprendiendo el árabe. La lengua árabe es tan bella, la poesía tan profunda. Y ¡El Corán tan intraducible!”. Sólo él, a la vez que me daba la verdadera medida de lo que perdía me dejaba entrever la riqueza de una cultura y lengua árabe viva. Sólo él, porque cada vez que me encontraba con uno de los ensalzadores de esta lengua, me regocijaba por haber escapado a la trampa mortífera que recubría sus pensamientos".

Entrada escrita por Naima Benaicha, profesora del Área de Estudios Árabes e Islámicos

lunes, 20 de junio de 2011

Leila Ahmed, investigadora y feminista egipcioamericana



Leila Ahmed – nacida en 1940 y ahora profesora de estudios sobre la mujer en la Universidad de Massachusetts, Amherst – comparte la experiencia de varias mujeres egipcias nacidas a mitad de siglo, en familias de clase media alta y de la aristocracia, y que de esta manera fueron capaces de escribir con mayúsculas en los entonces recientes logros de la lucha feminista, la cual reconocía su derecho a una educación.
Una vez se estableció ese derecho, fue algo natural que las familias que podían permitírselo, eligieran lo que consideraban mejor para sus hijas. “Se dio por sentado entre la gente que nos educó que, incuestionablemente, había mucho que admirar y aprender de las civilizaciones de Europa y de los grandes progresos que Europa había hecho por el avance humano.” Como todas las hijas de esa élite, Leila Ahmed fue a una escuela extranjera, tuvo una niñera extranjera, hablaba lenguas extranjeras en casa y, por aquel entonces, no se sentía particularmente egipcia, árabe o alienada de sus compañeros de clase europeos.



La suya fue la primera generación de jóvenes mujeres egipcias que se planteó realizar estudios de graduado en el extranjero como una clara posibilidad. Con sus compañeras extranjeras, había examinado las posibilidades, hecho planes y elegido la universidad más adecuada. “No quería ir a la Universidad del Cairo o a la Universidad Americana del Cairo. Sabía por amigos de la Universidad del Cairo que ahí había un enfoque memorístico, que se esperaba de uno que pusiera lo que el profesor había dicho literalmente y no lo que uno pensaba por sí mismo, y para mí eso sonaba mortal. La Universidad Americana tenía una reputación algo mejor, pero por alguna razón tampoco quería ir allí. Quería ir a Inglaterra y a Cambridge.” Que la revolución de Nasser pudiera arrebatarle arbitrariamente un privilegio que ella consideraba un derecho de nacimiento la desconcertaba y casi la destruyó.



En sus memorias “A Border Passage: From Cairo to America. A Woman’s Journey”, que se centran en la identidad a través de (dos) culturas, Leila Ahmed vuelve la vista hacia una infancia inmersa en un Islam de mujeres: las largas horas en la sala de estar de su abuela, donde los hombres no entraban y los niños escuchaban conversaciones privadas. Muchas mujeres tenían una pobre opinión sobre los hombres de religión, dice, y los hombres no se consideraban intermediarios necesarios en el ámbito de lo espiritual.
La madre de Leila Ahmed citaba un verso como resumen de todo lo que significaba el Islam: “La persona que mata un ser humano mata a toda la humanidad, y la persona que da vida a un ser da vida a toda la humanidad”. Su madre fue tan lejos como para prohibir a sus hijos que sirvieran como combatientes en cualquiera de las guerras que estaban destrozando Oriente Medio. No podría vivir, decía, sabiendo que había dado a luz a un hombre responsable de la muerte del hijo de otra madre.

L. Ahmed echa la vista atrás con cariño a los días en la sala de estar de su abuela, un espacio para mujeres que nunca ha sido capaz de recrear en América. Y recuerda tardes en el tejado, especialmente esa noche del año en que el cielo y la tierra se abrían, y una anciana y una niña miraban las estrellas.

Sólo cuando empezó a impartir estudios sobre la mujer en la Universidad de Massachusetts, se enfrentó a las imágenes del Islam que imperaban en Occidente. Sus compañeros no musulmanes parecían tener un único tema en sus mentes: la circuncisión femenina. Y L. Ahmed se encontró a sí misma explicando continuamente que se trataba de una costumbre que era anterior al Islam, un punto que repitió en su primer libro “Mujeres y Género en el Islam”. “Tenía que abordar la cuestión de los prejuicios sobre el Islam de la misma manera que el sexismo dentro del Islam”, dice. “Me quedé atónita de verdad al ver lo inconscientes que eran las feministas Americanas de lo que el Islam era y de cualquier conexión entre Islam, Cristianismo y Judaísmo. Era como si se tratara de una religión de un grupo de salvajes”.



Esta investigadora ha centrado su trabajo principalmente en temas de género y en el Islam. Concretamente, ha examinado los roles de las mujeres en el mundo musulmán y ha luchado contra los estereotipos existentes, tanto dentro del Islam como en el mundo no islámico. El trabajo de Ahmed ha sido de una inmensa importancia en el estudio de las concepciones que el Islam tiene con respecto a las mujeres. Ella se quedó atónita cuando, al llegar a la Universidad de los Estados Unidos, se encontró con que muchas feministas cultas tenían muy poca idea sobre la vida de las mujeres musulmanas. Profesar una percepción exacta de la religión y su relación con las mujeres se convirtió en algo especialmente importante para ella, retando a la ignorancia que hay sobre el Islam en el mundo occidental, sobre todo en Estados Unidos. Ahmed vio que los occidentales no islámicos, concretamente en los Estados Unidos, ponían un énfasis tan grande en la poligamia, el velo y la circuncisión femenina que, fuera de estos temas, no conocían mucho más del Islam. Esta problemática visión del Islam es lo que L. Ahmed se ha propuesto cambiar.



En 1992, las experiencias personales y académicas de Leila Ahmed culminaron con la publicación de “Women and Gender in Islam”, un trabajo de investigación exhaustivo e innovador sobre la historia de las cuestiones de género en el mundo árabe, y sus implicaciones para las feministas árabes modernas. Ahmed combina una meticulosa revisión de la historia de los musulmanes junto con una inteligente interpretación de asuntos actuales sobre el post-colonialismo y el nacionalismo árabe, para presentar un debate equilibrado del rol del género en el Islam. Analiza el trato a las mujeres en el mundo árabe desde los inicios del Islam en el siglo VII a.C. hasta el Oriente Medio de la actualidad. También continúa la lucha contra las concepciones misóginas del Islam organizado y contra los estereotipos occidentales sobre el carácter primitivo de la cultura/tradición musulmana. Critica la visión extremadamente simplista que tiene occidente, arguyendo que “las prácticas características del Islam en relación a las mujeres siempre han formado parte del prototipo de alteridad e inferioridad del Islam en la narrativa occidental”. Asimismo, también desconfía del Islam “oficial”, haciendo mención a la justificación histórica que mantiene para prácticas como la poligamia, pero al mismo tiempo juzga las prácticas como perjudiciales para el propio valor de la mujer.

Entrada elaborada por María Candela, estudiante de último curso de Filología Árabe.

Foruq Farrojzad, poetisa iraní




Nació 5 de enero de 1935, en un Teherán que bajo el poder de Reza šāh se estaba modernizando, aunque sólo superficialmente. En su breve vida publicó 5 libros y también hizo varias películas que obtuvieron premios importantes en Europa. A los catorce años publicó su primer poema, el Pecado que se considera el poema más escandaloso de la literatura persa en el que describe “su pecado entre unos brazos ardientes”.

En los tres primeros libros, la Cautiva, el Muro, y la Rebelión, publicados entre 1952 y 1957, encontramos a una mujer sentimental, rebelde y sola que se niega a aceptar las tradiciones que aplastan la personalidad de una mujer y reprimen su libertad como ser humano, encerrándola entre cuatro paredes.




En esta etapa los poemas de Foruq muestran a una mujer que revela sus deseos y sus sentimientos, rompiendo moldes y convirtiéndose en la primera intelectual que se atreve a hablar en voz alta de lo que realmente piensa y siente como mujer.
En sus dos últimas obras, Volver a Nacer y Tengamos fe en el principio de la estación fría, publicadas en 1959 y 1966, nos representa a una mujer que ha evolucionado, abriendo sus ventanas hacia un mundo más amplio que el entorno que le rodea. En una entrevista dice:”al principio cuando escribía poemas sentía que añadía algo a mi misma, pero ahora cuando escribo siento como si arrancara una parte de mi existencia, por eso ahora la poesía para mi es tan importante como la respiración misma”.




El 14 de febrero de 1967 Foruq, después de visitar a su madre, se estrelló contra un muro. Murió de las lesiones en la cabeza en la cima de su creatividad a la edad de 32 años. La enterraron en un cementerio de Teherán. Un año antes de su muerte la Unesco preparó una película sobre su vida y en 1965, Bernardo Bertolucci realizó también un cortometraje acerca de la lucha de esta gran poetisa iraní.




Un ejemplo de su poesía:

La muñeca de cuerda
عروسک کوکی

Más que esto, ¡Oh, sí!
más que eso se puede quedar callada
en los poderosos brazos de un hombre
puede ser una hembra bella y sana
con un cuerpo como un suave mantel de cuero
con dos pechos grandes y turgentes
en la cama de un borracho, un loco o un vagabundo
se puede manchar la pureza de un amor
se puede estar arrodillado toda una vida
con la cabeza agachada a los pies del sarcófago frío de un santo
se puede ver a Dios en una tumba anónima
se puede encontrar la fe con una moneda insignificante
puede descomponerse en el recinto de una mezquita
como un viejo lector de oraciones
se puede mezclar con las imágenes más inútiles
una puede ser igual que una muñeca de cuerda
viendo su propio mundo con dos ojos de cristal
una puede permanecer dormida en una caja forrada
con un cuerpo lleno de paja
durante años entre encajes y oropel
en respuesta a cada apretón obsceno de una mano
una puede exclamar sin razón
”¡Oh, estoy tan feliz!”



بیش از این ها: آه آری
بیش از این ها می توان خاموش ماند
می توان در بازوان چیره ی یک مرد
ماده ای زیبا و سالم بود
با تنی چون سفره ی چرمین
با دو پستان درشت سخت
می توان در بستر یک مست یک دیوانه یک ولگرد
عصمت یک عشق را آلود
می توان یک عمر زانو زد
با سری افکنده در پای ضریحی سرد
می توان در گور مجهولی خدا را دید
می توان با سکه ای ناچیز ایمان یافت
می توان در حجره های مسجدی پوسید
چون زیارتنامه خوانی پیر
می توان با نقش های پوچ تر آمیخت
می توان همچون عروسکهای کوکی بود
با دو چشم شیشه ای دنیای خود را دید
می توان در جعبه ای ماهوت
با تنی انباشته از کاه
سال ها در لابلای تور و پولک خفت
می توان با هر فشار هرزه ی دستی
بی سبب فریاد کرد و گفت
"آه من بسیار خوشبختم


Entrada elaborada por Hayla Mantegui, estudiante de tercer ciclo del Área de Estudios Árabes e Islámicos, Universidad de Alicante

domingo, 29 de mayo de 2011

Saniya Sáleh, gran poetisa siria


Saniya Sáleh está considerada como una de las mayores poetisas en la Siria contemporánea. Nacida en 1935, comenzó una licenciatura de literatura inglesa en Beirut, donde vivió mucho tiempo con su esposo, el gran poeta sirio Mohamad al-Maghout. Acabó sus estudios en Damasco, donde se instalaron más tarde. Muy joven todavía, escribía poemas en los márgenes de sus libros escolares hasta el día que participó en un concurso de poesía y ganó el primer premio. Formó parte del grupo de la revista Shi' r que dio a conocer el verso libre en el mundo árabe. Tradujo diversas obras de poesía europea al árabe. Publicó cuatro colecciones poéticas, una colección de cuentos así como ensayos críticos. Sus poemas inéditos se publicaron después de su muerte, en 1985. Su obra completa apareció en un solo volumen en Siria el año 2006, con un prefacio escrito por su hermana, la crítica literaria Jalida Saïd, la esposa del gran poeta Adonis.

A continuación damos un ejemplo de su poesía con dos poemas de su libro El tiempo angosto, (1ª ed: 1964).

El cuerpo del cielo


El cuerpo del cielo es oscuro y triste
sea la noche la última ronda
las luces fugaces ilusiones
y más perceptibles las alas del silencio

....


No tengo voz ni cantos
que conduzcan a mi voz
hacia el país de los vientos y los árboles
las sombras abrazan más que las pestañas
y no hay canciones que iluminen la oscuridad de lo profundo
pero los ecos laten en el seno de la noche
y me duermo en mi pecho

....


“Eran del viento las pestañas de los poseídos
nos dejamos llevar y marchamos con las aves de la ciudad
abandonamos al animal de la alegría lanzándolo sobre las flores
las pequeñas lagartijas se reunieron para saludar a la comitiva
fugitiva...”
....


Que se alejen los ecos
el oro del río no abriga los sueños del forastero
sea la noche última ronda

الزمن الضيق

جسد السماء
جسدُ السماء مظلمٌ وحزين
فليكنِ الليلُ آخر المطاف
الإضاءةُ وهميةٌ ومؤقَتة
وأكثر حساسيةً أجنحة الصمت
.......
لا صوتَ لي ولا أغاني
خلعت صوتي على وطن الرياح والشجر
الظلال أكثر تعانقا من الأهداب
وما من أغنيةٍ تضيء ظلماتِ الأعماق
لكن الأصداءَ تدقُّ صدر الليل
فأنام في صدري
......
"كانت للريحِ أهدابُ السكارى..
أسلمنا قيادنا ورحلنا وعصافيرَالمدينة
خلعنا حيوانَ الفرحِ ورميناه فوق الأزهار
الحراذينُ الصغيرة تجمّعت لتحية الموكب
الهارب..."

ابتعدي أيتها الأصداء
ذَهَبُ النهار لا يدفئ أحلام الغريب
فليكن الليل آخر المطاف.



La estación del amor

Vivimos la estación del amor como la hierba
buscamos un pedacito de tierra
y un pequeño sueño
y cuando cae la tarde
nos levantamos como la niebla sobre las plantas
buscando nuestros poemas
y nuestras lágrimas secas


Guárdame, como guardas los poemas
como las mariposas guardan sus secretos
para un largo viaje
y ve hacia la cima de los mares
donde el amor y el llanto
son sagrados.

فصل الحب
نعيش فصلَ الحبِ كالحشائش
نبحث عن أرض ضغيرة
وعن حلمٍ صغير
وحين يأتي المساء
ننهض كالضباب فوق الأعشاب
نبحث عن أشعارِنا
وعن دموعنا الذابلة

إطوِني كما تطوي أوراقَ الشعر
كما تطوي الفراشاتُ ذكرياتها
من أجل سفر طويل
وارحل إلى قمم البحار
حيث يكون الحب والبكاء مقدَّسين


Entrada preparada por Meriame Farqane y Paula Amérigo, estudiantes del Master de Estudios Literarios, Universidad de Alicante.

miércoles, 20 de abril de 2011

Nazik al-Malaika, primera poetisa del verso libre



Nació en Bagdad (Irak) en 1923, en el seno de una familia de la alta burguesía, lo que le permitió tener una amplia y diversa formación. Se licenció en Pedagogía, estudió inglés, francés, latín y laúd. Pasó una temporada en Estados Unidos donde realizó un máster en Literatura Comparada. Fue profesora de la Universidad de Kuwait. Entre su producción literaria destaca su poema “el cólera” publicado en 1947 y considerado uno de los iniciadores del movimiento del “verso libre”. Falleció en El Cairo en 2007.
Ha publicado 7 diwanes: Enamorada de la noche (1947), Astillas y cenizas (1949), El fondo de la ola (1957), El árbol de la luna (1967), El drama de la vida y la canción del hombre(/1968), El mar cambia sus colores y Para la oración y la revolución; y una novela corta, Yasmin.



El siguiente poema es representativo del estilo de Nazik al-Malaika porque no sigue la estructura clásica sino que utiliza el llamado verso libre, y, además, temáticamente nos muestra las inquietudes de la autora sobre su identidad. Durante práctimente toda su vida recibió fuertes críticas por su trabajo, ya que, además de ser una mujer que hacía poesía, "osaba" transgredir la métrica tradicional.

Yo

La noche pregunta quién soy.
Yo soy su intimidad insomne, profunda y oscura;
yo soy su voz rebelde.
Complazco mi realidad con el silencio e hilvano mi corazón con la duda.
Y sigo aquí triste, volviendo los ojos, mientras los siglos me preguntan
quién soy.
El viento pregunta quién soy.
Yo soy su espíritu confuso al que niega
el tiempo.
Yo soy como él, sin un lugar,
seguimos yendo sin acabar
seguimos pasando sin quedar;
y si alcanzamos el declive creyéndolo el fin del esfuerzo
es el vacío.
El destino pregunta quién soy.
Yo soy como él, un gigante que cubre las edades
y vuelve a darles vida.
Yo invento el pasado lejano
desde la cómoda seducción de la esperanza
y lo vuelvo a enterrar yo para inventarme un nuevo ayer,
su mañana de hielo.

Yo misma pregunto quién soy.
Yo soy igual que una confusión mirando la oscuridad
sin nada que me de la paz.
Sigo preguntando y las repuestas
persistirán ocultando una quimera
y creyéndola cerca.
Y si la alcanzo se disuelve,
se extingue y desaparece.


Nazik al Malaika, poeta iraquí, Astillas y ceniza, 1948
Traducción de Manuel Jiménez Lucena

http://www.literaturaarabecontemporanea.es/trad/orig/origmalaika.html
En este enlace se encuentra el poema Yo en árabe.

http://www.literaturaarabecontemporanea.es/trad/series/seriesmalaika.html
Traducción de otros poemas y los originales en árabe.

En el siguiente video se encuentra una recitación de este poema de Nazik al-Malaika en árabe.






Entrada realizada por Ana María Pérez Martínez, alumna de 4º curso de Filología Árabe.

martes, 22 de marzo de 2011

Simin Daneshvar, primera novelista iraní


Simin Daneshvar nació en 1921 en Shiraz. Se doctoró en literatura persa y desde muy joven empezó a escribir artículos y novelas. Es la primera novelista y la más famosa de Irán. La obra a la que debe su fama, tanto en Irán como en el extranjero, es Suvashun, publicada en 1969 y posteriormente traducida a 17 idiomas diferentes. La traducción española es de Joaquín Rodríguez Vargas y está publicada por El Cobre, Barcelona, 2005.




Simin Daneshvar de blanco en el centro de la foto.

Actualmente Daneshvar sigue viviendo en Teherán, en espera de poder publicar su última novela que se titula La montaña errante y es la tercera parte de una trilogía, ambientada en el Irán después de la revolución islámica de 1979.







Véamos ahora algunos fragmentos de su novela Suvashun.

El marido de Zari, Yusef, está discutiendo con sus amigos un plan para enfrentarse con sus enemigos. Zari ha salido de la habitación a petición de su marido. Dice la voz del narrador:

1. واقعا با شکم پر و سه تا بچه چشم انتظار، چه کاری از او بر می آمد که گوش بایستد یا نایستد؟ قلیان را که برای یوسف آماده می کرد می اندیشید که با شیوه زندگی و با تربیتی که او را برای چنین زندگی آماده ساخته است، او تنها آماده فرار در جهت مخالف خطر است.

“La verdad era que Zari, con tres hijos y uno en camino, ¿qué podría hacer? ¿Para qué se quedaba entonces escuchando tras la puerta? Todavía no hacía una hora que se habían marchado los niños y ya estaba preocupada, no fuera a ser que se hubiese caído de la yegua o les hubiese dado una insolación, pues hacía mucho calor, aunque sabía de sobra que los senderos del jardín de la mezquita Verdí eran muy umbrosos. Mientras le preparaba el narguile a Yusef, pensaba que, fuese ella valiente o cobarde, con esa forma de vida que tenía y para la que había sido expresamente educada, sería imposible que estuviese dispuesta a hacer algo cuyas consecuencias fuesen el desmoronamiento de su entorno. Las personas deben estar preparadas tanto física como anímicamente para enfrentarse a algo que huela a peligro. Sin embargo, ella estaba preparada para huir en la dirección contraria al peligro.”





2. چنین آدمی نمی تواند دل به دریا بزند. اگر اینهمه وابسته بچه ها و شوهرش نبود باز حرفی. نوبرها و لمسها و گفتگوها و چشم در چشم دوختنها از یک طرف و شاهد شگفتیها بودن از طرف دیگر... او مثل چرخ چاه هر روز عین روز دیگر چرخیده بود و با دستهای آزادش برای خودش هیچ کاری نکرده بود… کجا خوانده بود که: دست وسیله وسیله هاست؟


Era consciente de que carecía de osadía y de coraje para ello. Si no estuviese tan vinculada con su marido y sus hijos, quizá. Por un lado, los frutos del tiempo, las caricias, las conversaciones, las miradas mutuas y, por otro, el ser testigo de todas esas maravillas…Una persona que posee todas esas cosas no puede arriesgarse a echarlo todo por la borda. Era cierto que ella había rodado un día tras otro como una noria de forma monótona y rutinaria; era cierto que cada día, desde el amanecer hasta el anochecer, había hecho girar con los pies la rueda de la vida…, y que nada había hecho para sí misma con las manos que sí tenía libres. ¿Dónde había leído que las manos eran el medio de los medios?




3. نه. واقعا کاری از او ساخته نبود. تنها شجاعتی که می توانست بکند این بود که جلو شجاعت دیگران را نگیر و بگذارد آنها با دست و فکر آزادشان کاری بکنند. کاش دنیا دست زنها بود، زنها که زاییده اند یعنی خلق کرده اند و قدر مخلوق خودشان را می دانند. قدر تحمل، حوصله و بکنواختی و برای خود هیچ کاری نتوانستن را...اگر دنیا دست زنها بود جنگ کجا بود؟ رو به شوهرش گفت: اگر من بخواهم ایستادگی کنم، اول از همه باید جلو تو بایستم. آنقدر با تو مدارا کرده ام که مدارا عادتم شده...

No. Ella no podía hacer nada. El único acto de valentía que estaba dispuesta a emprender era no impedir que los demás se comportasen como valientes y dejar que hicieran algo con sus manos libres y sus pensamientos también libres… Ojalá el mundo estuviese en manos de las mujeres. Ellas han parido, es decir, han creado y conocen el valor de sus criaturas. Conocen el aguante, las ganas, la monotonía, y saben qué significa no poder hacer nada para sí mismo. Quizás por eso los hombres, al no haber sido nunca “creadores”, se arrojan ellos mismos al agua y al fuego para compensarlo. Si en el mundo mandasen las mujeres, no existirían guerras.


Entrada elaborada por Afsaneh Valadjani, alumna de tercer ciclo del Área de Estudios Árabes e Islámicos, Universidad de Alicante.

martes, 15 de marzo de 2011

Suhayr al Qalamawi, una pionera en Egipto




Suhayr al Qalamawi es una de las escritoras egipcias pioneras en su tiempo. Nació el 20 de julio de 1911 en El Cairo y falleció en 1997. Su padre era Kurdo y ejerció como médico en la ciudad de Tanta y en Umm Sharkasiya. En 1929 Suhayr al Qalamawi ingresó en la Universida de El Cairo y obtuvo la licenciatura en lengua y literatura árabe el año 1933. Era la única mujer en su promoción de Letras y estudió junto a 14 compañeros varones, según se dice, superándolos a todos en resultados. Cuatro años después obtuvo el doctorado. Fue una de las primeras mujeres egipcias que entró en la universidad y la primera que consiguió el doctorado.


Pie de foto: Licenciadas en la primera promoción de alumnas en la Universidad. En la primera fila por la derecha la Doctora Naima al Ayubi y la Srta. Fatima Salem. Detrás de ellas la Srta. Suhayr ´Abd al-´Aziz, la Doctora Suhayr al Qalamawi y la Sra. Fatima Fahmi. La foto está tomada cuando se licenciaron en la Universidad, orientada a la vida pública, con la ciencia y la cultura como armas.
[Nota: son licenciadas de distintas carreras.]

Fue discípula de Taha Huseyn, que entonces era decano en la Facultad de Letras. El tema de su tesina fue la literatura de los jariyíes en época omeya (defendida en 1937)y el de su tesis las 1001 noches (defendida en 1941). También fue la primera mujer que obtuvo una cátedra en la universidad, en el departamento de lengua árabe en el año 1956. Fue la directora del Dep. de Lengua y Literatura árabe del Instituto de Investigación y presidenta de la Organización General del Libro del Ministerio de Cultura entre los años 1967-71.







Tribunal de la memoria de licenciatura de Abu Zayd, formado por al Ahwani, Suhayr al Qalamawi e Iffat al Sharqawi.

Fue miembro de la “Unión de Escritores”, la “Asociación Literaria” y del Consejo Supremo de cultura. Secretaria de la organización de mujeres en la Unión Árabe Socialista en 1975 y del Partido Nacional Democrático (1977-84). Miembro del Alto Consejo de las Artes, las Letras y las Ciencias Sociales. Participó también en varios foros en defensa de la mujer, y obtuvo distintos premios por su labor investigadora .


Portada de su estudios sobre las 1001 noches con presentación de Taha Husayn.

También realizó una importante tarea en el ámbito de la traducción, como, por ejemplo, varias obras de teatro de Shakespeare. Es también digno de destacar que dio la oportunidad de ser conocidos a más de 60 autores, ya que dirigió la colección titulada Al-mu´alifat al-yadida (Nuevas obras).
En 1935 Suhayr al Qalamawi publicó una colección de relatos titulada Ahadiz yaddati (Conversaciones con mi abuela), prologado por Taha Huseyn, y la obra recibió muy buena crítica. Formalmente se inspira en los relatos tradicionales, en la forma de las 1001 noches y, respecto al contenido, le sirve a la autora para hacer comparaciones entre el pasado y el presente, lo viejo y lo nuevo, de una forma amable, conciliadora, no conflictiva.

Traducimos, a continuación algún fragmento de este obra. Sus temas son, en parte, recurrentes. Refleja discursos que podríamos llamar cíclicos, que se repiten de una u otra forma a lo largo del tiempo. También es curioso que, siendo un libro escrito en 1935, plantee temas que resultan modernos en relación con su país, Egipto.


Portada del libro Historias de mi abuela.


Fragmentos:

- [la abuela]: "Mira los jóvenes. Mira cuántos son y qué valor tienen si es para volverse hacía una bailarina o una cantante. Después búscalos en una asamblea política o en un proyecto social, no hija no, la situación no augura nada bueno, a no ser que ocurra un milagro y Egipto es un país de magia y milagros. Esperemos un milagro, pero que no haya que esperar mucho.
- ¡Abuela! ¡Qué pesimista eres! No me gustan nada las ideas pesimistas. Yo confío en que los jóvenes de hoy conseguirán lo que no han podido lograr los viejos de ayer, con milagro o sin él. Obtendremos lo que perseguimos porque estamos en nuestro derecho y porque creemos firmemente en él, por encima de las victimas o el precio que tengamos que pagar. Ten paciencia, abuela, nos estamos esforzando y todo esfuerzo que alimenta el firme convencimiento no cabe ninguna duda de que tendrá éxito.
- ¡Qué bello tu optimismo, hija mía! Y bien sabe Dios cuánto querría ser optimista por ti, pues no se consigue nada sin ese optimismo. …Seguid vuestro camino y mi corazón palpitará de alegría en su tumba por vuestra victoria … el día en el que vea Egipto libre, segura, grande y digna".

Dijo mi abuela:

- "Hija mía, nosotros éramos más felices que vosotros, aunque intentes convencerme de lo contrario. No nos preocupaba lo que os preocupa a vosotros ahora. Entonces el hombre iba del trabajo a su casa, no había cafés en el que los jóvenes pudieran perder sus mejores ratos, ya que la mayor parte del tiempo la pasaban trabajando. Los transeúntes no veían a los que ahora se sientan en medio de la calle, sin más trabajo que el de beber café, fumar o cosas peores o, sino, ponerse a hablar sobre el bien y, sobre todo, el mal..
- Pero hablemos ahora de las jóvenes, hija, ¿crees que las de ahora son más felices que sus hermanas de generaciones anteriores?
- Sin duda, abuela.
. De eso nada. ¿Tú crees que la que va por hay exhibiéndose, enseñándolo casi todo, atrayendo las miradas por la calle?, ¿tú crees de verdad que es feliz o lo es la chica de aquel entonces que iba velada hasta en su casa, preciada y honrada y que los chicos se precipitaban a pedir su mano. Entonces su padre elegía al que tenía experiencia y conocimiento, el más adecuado para ella, con el que vivía y que la respetaba y honraba".

* * *

[Dice la nieta] La chica de ahora saben de la vida lo que no sabían las mujeres de tu época, abuela. Por eso las opiniones y formas de ver las cosas son distintas entre una y otra. La alegría que sentía la chica de ayer, la de hoy en día la encuentra falsa, no le vale la pena ni considerarla. Pero yo, abuela, no he venido para hablar sino para escucharte.
- Todo esto que dices, hija, te viene de lo mucho que lees y que piensas. Hazme caso y deja esos libros, mira cómo están afectando a tu salud. Esta nueva enfermedad no la conocíamos nosotras, el mal de la lectura, ¡Dios nos libre de su mal! En nuestros tiempos, válgame Dios, no les dejaba a mis hijas tiempo para leer en absoluto, yo decía que la ociosidad lleva a los malos pensamientos y la lectura era para mí ociosidad. Válgame Dios, hija mía, en aquel entonces no les permitía a mis hijas que leyeran un libro que no se hubiese leído antes su padre o su hermano mayor, ¿qué tiene que ver lo que hacéis ahora con esto? Esas bibliotecas abiertas, ¿no son sitios donde podéis leer cualquier libro? Tú hija sabes lo que yo no supe, bueno, lo que era inconcebible que supiera.


Caricatura de la autora.

lunes, 14 de febrero de 2011

Premio al IES Luis Buñuel, de Alcorcón. Entrevistas.

Con motivo de la entrega al equipo del IES Luis Buñuel, de Alcorcón, del tercer premio de los convocados por la Fundación Instituto de Cultura del Sur, bajo el nombre de II Premios de Convivencia y Tolerancia, Sur Madrid TV realizó días pasados sendas entrevistas al profesor Manuel Casal y a la alumna Miriam Moreno Viera. Ambos participaron en la realización del trabajo Los caminos de la igualdad entre los hombres y las mujeres, ganador del citado premio. Incluimos hoy aquí ambas intervenciones. 


miércoles, 9 de febrero de 2011

Hoy no discutiré con aquellos que quieren parar la revolución egipcia.

La foto es de las primeras manifestaciones en la plaza de Tahrir el día 25 de enero de 2011,
está tomada por mi desde la planta 24 del hotel Semiramis de El Cairo



Carta de un amigo egipcio como yo.

Hoy no quiero oír hablar del precio que esto tiene en la economía, porque cualquier niño de 12 años te dirá que si de todos modos estoy perdiendo 10 dólares cada día, perder un dólar más durante un mes para parar esta pérdida de 10 dólares diarios, es una buena inversión. La economía está sufriendo porque está construida sobre políticas ridículas que no dirigen nuestros esfuerzos como nación a producir ni a formar a nuestra fuerza laboral para ser capaz de producir nada. De esto es de lo que sufre nuestra economía y no de la revolución.

 Hoy no quiero oír hablar de agendas extranjeras o de quién está tratando de conducir que tendencia, ni de los Hermanos Musulmanes (HM) tomando control, porque cuantos más egipcios patrióticos formen parte de esta revolución más fácil nos será reducir la influencia de las susodichas agendas.

 Simples matemáticas: si somos mil en la Plaza de la Liberación y 300 son HM, eso es un 30%. Si los 700 restantes se van eso hace que lo que antes era un 30% ahora sea el 100% de la representación. En cambio si en lugar de irnos aumentamos en número a 3,000 por ejemplo, los HM quedarían representados en un 10%. Decidme ¿qué es mejor?

 La foto es de la plaza de Tahrir cinco minutos después de iniciar las manifestaciones del día 25 de enero, como se puede ver, sin manifestantes y solo quedan policías.


Hoy no quiero oír hablar de “hemos conseguido casi todo lo que queríamos”, porque simplemente es basura. Sólo estamos consiguiendo pieza a pieza y a día de hoy, no hemos conseguido ¡CONCESIONES REALES! Tenemos un presidente que dijo “no pretendía seguir como presidente” y “le diré al Parlamento que discuta los artículos 76 y 77” y que no dijo palabra alguna de la supervisión jurídica de ningunas futuras elecciones (artículo 88) o levantar el estado de emergencia y que nombró a gentes leales a él para el nuevo gobierno. Tenemos un nuevo gobierno que aún no está haciendo nada para proteger a la gente y que nos está tratando como si fuéramos imbéciles, pretendiendo hacer que escucha las demandas de libertad y dignidad, en tanto la televisión estatal emite la misma propaganda a la que hemos estado acostumbrados los últimos treinta años. Tenemos un nuevo General al frente que dice que restablecerá el orden pero no lo hace, que dice que va a proteger a la gente, pero no lo hace, que dice que los manifestantes primero han de irse a casa y DESPUÉS haremos lo que ellos quieren ¡COMO SI ESTUVIERA TRATANDO DE QUITARLE DE LAS MANOS UN JUGUETE A UN NIÑO OFRECIÉNDOLE CHOCOLATE!

Hoy no quiero escuchar razones necias sobre la constitución y cómo es mejor que él se quede en el despacho por éste o aquel artículo y que si él se fuera ahora, el Vicepresidente no tendría la legitimidad necesaria para cambiar la constitución o disolver el Parlamento, porque hacer esas dos cosas, simplemente requiere una palabra: “Por la presente ordeno suprimir el artículo tal y tal, y disuelvo el Parlamento”. ¿Necesita nueve meses para decir una docena de palabras? ¿De verdad? Y en el caso de que la constitución imposibilitara estos cambios que queremos, entonces lo que él debería es cambiar la constitución, ESTO ES UNA REVOLUCIÓN, y las revoluciones cambian cualquier cosa que se interponga en su camino.

Hoy no quiero oír hablar de asuntos de mayoría/minoría que sugieren que hay más gente pro Mubarak o que aquellos que están en la Pza. de Tahrir (Pza. de la Liberación) no nos representan a todos, porque si bien recuerdo hasta hace diez días el 99% de esta población se quejaban constantemente de la situación en horrible crecimiento que nos afecta a todos. Aquellos que tenían estaban inseguros, y los que no se morían por tener. La corrupción está en todas partes de la sociedad y los servicios de educación y salud no son ni siquiera dignos de animales. Así que si de repente tú eres pro-Mubárak, entonces en primer lugar no deberíamos ni comunicarnos porque según mi memoria ni siquiera existes.

Hoy no quiero oír hablar de”Papá Mubárak” o de él como símbolo y de que “no deberíamos echar por tierra nuestros símbolos”, porque simplemente es la mayor basura que he escuchado en mi vida. Como podéis juzgar por mi nombre y mi cuenta bancaria, él NO es mi padre, nunca lo fue y nunca lo será. Mi padre es un ser humano respetable, que nunca cogió aquello que no le pertenecía, ni infligió daño a otros seres humanos. Y si queréis decirme que deberíamos juzgar justamente y que cada uno tiene algo bueno y algo malo, entonces os diré que me importa un bledo cuántos BMW circulan en las calles o que todos tengamos ahora móviles, porque en primer lugar él no nos los compró, ni parece que nos hayamos convertido en seres humanos sólo por haber conseguido no retroceder a un estado de un pueblo que como transporte usa camellos y manda señales de humo para comunicarse. Estos NO SON LOGROS amigos míos. Y los puentes son fantásticos, pero a mi no me importa caminar sobre la tierra.

Por último, hoy no quiero oír estas tonterías acerca de nuestra imagen en el exterior. Y cómo mejoraría nuestra imagen si él terminara su periodo en el despacho y después se fuera porque puedo deciros de primera mano que nunca jamás antes hemos sido tan admirados y tan respetados por todo el mundo como ahora lo somos, gracias a esta pacífica, civil y extremadamente honorable revolución. Nunca jamás he estado más orgulloso de ser egipcio y nunca he encontrado tantas palabras de ánimo y admiración como en estos diez últimos días y ¡soy egipcio desde hace algún tiempo ya!

lunes, 24 de enero de 2011

Reciente recuerdo del comienzo de la 'Revolución de los Jazmines' de Túnez

Artículo de Antonio Constán Nava, licenciado en Filología Árabe por la Universidad de Alicante, alumno de Tercer Ciclo en el Doctorado de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante.

El presente artículo va a tratar más lo vivido en Túnez durante la llamada “Revolución de los Jazmines” que un artículo crítico o de investigación: ha sido un forzado “trabajo de campo”.

Mi estancia en Túnez se debió a que necesitaba estudiar unos manuscritos árabes del s. XV que se hallan en la Biblioteca Nacional de Túnez. Como la cosa iba a ir para largo, aproveché y me matriculé en el Instituto Bourguiba para realizar un curso de árabe intensivo durante tres meses: había que aprovechar la estancia y el gasto de dinero al máximo. Lo primero que hice al llegar el día 2 de enero fue buscarme un piso y tuve la suerte de encontrar uno bien situado, a tan solo cuatro minutos andando del Instituto y a quince de la Medina, en la Rue du Irán.

A decir verdad, cuando llegué, acababa de pasar el suceso de Mohamed Bouaziz[1], que se había quemado a lo bonzo en protesta porque la policía le había desmantelado su puesto ambulante de frutas y verduras. La desesperación fue la causa que motivó al suicidio a este joven universitario de 26 años, inteligente y que, en cualquier país menos corrupto, habría tenido una oportunidad, pero en el país pervertido donde el enchufismo prima sobre los conocimientos, lo abocaron al paro, a la pobreza y a intentar ganarse un dinar con este puesto ambulante. Motivo de la brutal acción emprendida por el estado policial: carecía de los permisos (dícese pago de impuestos y, en muchos casos, soborno) de las licencias necesarias. Fallecía en el hospital debido a las quemaduras sufridas el día 5 de enero.

Fue entonces cuando en el país, tomando a su persona y su acto como ejemplo de martirio, comenzaron las manifestaciones y las protestas que, desde la capital, se veía como algo lejano. Y se veía como algo lejano porque la prensa tunecina y los noticieros del régimen, callaban el 80% de lo que sucedía, retransmitiendo las imágenes[2] de un Ben Alí[3] que, en un intento por apaciguar el clima de tensión generado a raíz de este suicidio, había visitado al joven mártir en el hospital.

Foto extraída del diario digital El País. 14/01/2011.

Con la censura en internet y en la televisión, donde solo las parabólicas y los proxys podían saltarla, las redes sociales[4] como Facebook y Twitter, así como foros no censurados e, incluso, Wikileaks[5], fueron el arma más poderosa utilizada por un pueblo joven que se levantó en pocos días contra el Gobierno, harto, cansado, sin nada que perder y mucho por ganar. Comenzó así a extenderse la pólvora en varios focos de Túnez, donde la policía cargaba con excesiva brutalidad causando los primeros muertos de la revolución, los primeros "héroes".

Mientras tanto, en la capital, ajenos a todo ello, la mayoría de los tunecinos parecían vivir con normalidad, donde hablar en la calle de lo que estaba ocurriendo podría acarrearte serias consecuencias si tenías la mala suerte de ser escuchado por policías de la secreta, como se les conoce allí. Los extranjeros que allí estábamos y que no teníamos televisión, solo nos llegaban las noticias a través de periódicos (y no todos, debido a la censura imperante) y a los comentarios que nuestros familiares nos hacían:

- ¿Cómo va todo allí? Mira que las noticias que dan aquí son malas.

Por mi parte, la respuesta siempre era la misma: “No preocuparos, aquí no se ve ni se escucha nada”. Qué ingenuo de mí[6]. Pero es que, salía a la calle, y todo era normalidad: la juventud paseando, estudiando, comprando en las tiendas del centro. Incluso el sábado 8 de enero salí por la noche con varios amigos por el centro de Túnez y los bares estaban repletos de jóvenes y no tan jóvenes disfrutando (en algunos casos, de más) de la bebida y la fiesta. Ahora, cuando miro atrás, me doy cuenta de que todo era un velo que se resquebrajaba por momentos, pues al día siguiente, el domingo, las manifestaciones llegaron a la capital[7].

La primera de ellas, fue una marcha pacífica, dispersada por la policía. Pero fue suficiente, porque el lunes, en el Instituto, no se habló de otra cosa. El lunes por la tarde visité la Medina y visité al Pr. Abdel-Hakim Slama Gafsi del Instituto Nacional del Patrimonio Tunecino, que me mostró la medina y su lugar de trabajo, así como valiosos consejos para las investigaciones que me habían llevado al país y, sobre todo, un valioso y amabilísimo trato hacia mi persona. Me despedí de él en la Estación Trenes de de Barcelona, en el centro de la capital, aconsejándome que llevara cuidado pues el ambiente en la capital se estaba enrareciendo: que no hablara con nadie de política ni de los sucesos últimos. Quedamos para un futuro encuentro para ir a la Biblioteca Nacional, encuentro que ya no fue posible por el devenir de los acontecimientos. Esa noche, los disturbios se radicalizaron, obligando al depuesto presidente Ban Alí a suprimir las clases en los centros educativos de todo el país en un vano intento de controlar las protestas estudiantiles. ¿Por qué a todos los dictadores les dará por esta “quema de libros”, queriendo acallar a la razón sea como sea? El salió el tiro por la culata.

El martes, aunque el presidente había cerrado los centros educativos, los que íbamos al Bourguiba, nos presentamos, esperando que éste no estuviera cerrado, ya que era más bien un centro para extranjeros (en principio). Pero no, la cosa también iba con nosotros, por lo que, por mi parte, me fui a casa a seguir traduciendo. Por la tarde decidí visitar la medina y comprar algunas cosas. A las 17.00 lo único que se salía de la normalidad era la presencia masiva de policías en las calles del centro. Por lo demás, la gente tomando el té en las terrazas de la Avenida Habib Bourguiba, comprando en las tiendas, paseando. Pero, oh, ingenuo de mí, pues no había hecho más que regresar a casa poco antes del anochecer cuando en internet ya informaban de concentraciones en el centro de la ciudad.

El miércoles por la mañana fui a la Biblioteca Nacional de Túnez, pero la orden seguía vigente y se encontraba cerrada. Cuando salí por la tarde, a las 17.00, mi sorpresa fue que todas las tiendas de la zona estaban cerradas y se respiraba un ambiente raro en la ciudad. A pocos metros se había producido una manifestación en la que las fuerzas de seguridad se habían empleado con contundencia, por lo que los prudentes comerciantes habían optado por recoger los bártulos. A las 19.00 Gafsi me llamó para avisarme de que el Gobierno había decretado el toque de queda desde las 20.00 hasta las 6.00 de la mañana y que no se podría salir a las calles durante ese periodo. Allá a las 22.00 me dio por salir al balcón. Todo estaba en silencio, ni un alma por la calle, cuando me pareció oí el sonido de los disparos en la lejanía. Supuse que serían imaginaciones mías…

Al día siguiente, como sabía que todo sería un status quo, decidí ir a la Embajada Española, a inscribirme para decir: "Eh, que estoy aquí" por si la situación se complicaba. Allí me informaron de la situación, que “no era para alarmarse tanto, que hiciera caso a las autoridades, que respetara los toques de queda y que no visitara las zonas conflictivas del sur y centro del país ni los barrios periféricos de la ciudad, que con estas recomendaciones, no iba a pasar nada[8]. Después de eso, fui a comprar comida, pues había oído que al día siguiente habría una huelga general. Me crucé con un grupo de españoles que me comentaron que varios alumnos de otras nacionalidades ya habían comenzado a abandonar el país. Las tiendas estaban abarrotadas de gente nerviosa, comprando todo lo que podían, a precios nada habituales: estaban disparados. Y apenas quedaba nada: del pan, ni hablar, hacía horas que las colas en las panaderías solo esperaban en vano. Cuando por la tarde, antes de comer, decidí bajar la basura, tuve que salir corriendo, pues una marabunta de personas huían de algo: gases lacrimógenos a menos de cien metros de donde me encontraba, en un lugar conocido como Le Passage. Era día de no salir de casa. La sorpresa llegó una hora más tarde, cuando estaba comiendo. ¿Eso que escucho son disparos? Ciertamente, eran disparos.

Tarde del jueves 13 de enero, disparos en la avenida Habib Bourguiba, a 800 metros de mi piso

No dejaban de sonar. Provenían del centro de la capital. Y así cada cierto rato. La gente esta asomada a sus terrazas, espectantes, grupos de personas vigilaban desde las esquinas, esperando un algo que no llega. Mientras tanto, yo seguía allí aquí, decidiendo si regresar a España o esperar. Esa noche, Ben Ali (o el de Los Chichos, como le llamamos cariñosamente algunos estudiantes españoles), anunció que ya no se presentaría a las siguientes elecciones, que levantaría la censura en internet y otras “libertades” que, siendo al principio bien recibidas por el pueblo (debajo de mi casa se formó una concentración espontánea de mujeres, niños y jóvenes que gritaban al cielo y reían, contentos), fue una máscara lejana a la realidad, pues, una de las cadenas censuradas en el país, Al-Jazeera, preguntó si ya era el momento de poder tener una sede en el país. Las autoridades dieron un silencio tenso como respuesta: el cambio prometido por Ben Alí estaba condenado a ser una falacia mientras no hubiese un cambio de actores.

Noche del 13 de enero, tras el discurso de Ben Ali haciendo concesiones políticas, la gente toma las calles, eufórica.

El viernes, cuando abrí las ventanas, la huelga general mantenía en silencio la capital. En las calles, pequeños grupúsculos de personas esperaban, no sé qué, pero esperaban, como almas en pena. Las noticias hablaban de calma en el centro de la ciudad, a tan sólo mil metros de donde vivía, donde una manifestación pacífica se había concentrado a las puertas del Ministerio del Interior. Donde la policía impedía el paso a la muchedumbre, aguantando ese ímpetu de “gatillo fácil” al que estaban acostumbrados[9]. Pero Ben Alí, la noche anterior, les ordenó no disparar a la multitud. Una falacia temporal, pues no tardaría mucho en llamar al ejército también para contener esta marea humana que se estaba congregando en la Avenida Habib Bourguiba. A las 15.00 del viernes, un compañero del instituto, de nacionalidad estadounidense, que se alojaba en un hotel de esa avenida, me llamó asustado pues, al salir a la calle, se tropezó con una muchedumbre que huía despavorida: las fuerzas de seguridad habían comenzado de nuevo a trabajar de la manera que sabía: con brutalidad acorazada. Decenas de personas ensangrentadas, otras tiradas en el suelo, vomitando por el efecto de los gases lacrimógenos. Parecía un campo de batalla. Y a partir de aquí, comenzó la incertidumbre. Facebook se convirtió en el testigo directo de cientos de personas donde se decía lo que la tele callaba, mientras las calles se llenaban del humo de los enfrentamientos.

Tarde del jueves 13 de enero, disparos en la avenida Habib Bourguiba, a 800 metros de mi piso, video tomado y publicado en su perfil de Facebook por Tarek Guevarache

Humo en Le Passage visto desde la Rue du Iran, a 250 metros de mi casa, tras el toque de queda 14.01.2011

Fue cuando me di cuenta de que esto iba a ir para largo y que, después de llevar unos días sin poder desarrollar las tareas por las que había venido al país, lo mejor sería irme pues, como me temía y los días siguientes han confirmado, el abastecimiento de comida, los saqueos, la inestabilidad en general, iban a ser la tónica reinante en esta primera revolución democrática dentro del mundo árabe[10]. Y así fue: ese viernes, el toque de queda se estableció a las 18.00 y, a partir de esa hora, las calles de la ciudad quedaron desierta, momento en el que se comunicó una gran noticia: Ben Alí había huido del país[11], obligado por el ejército tunecino[12], quien ha jugado unpapel clave en la resolución de las revueltas populares, dando un claro golpe de estado que, esperemos, sea transitorio antes de poder emprender Túnez esta nueva etapa como la primera nación árabe democrática, no al uso occidental d ela palbra, pero democrática al fin y al cabo. La noche llegó, y con ella, el sonido de los disparos y, sobre nuestras cabezas, un helicóptero patrullando. Esa noche fue difícil conciliar el sueño, con el sonido de las armas y la sirena en el cielo como canción de cuna.

Madrugada del 15 de enero, helicóptero del ejército sobrevolando la capital.

La mañana del sábado, la incertidumbre se reflejaba no solo en el aire, sino en las caras de las pocas personas que se atrevían a salir a la calle tras una noche en la que los saqueos y el pillaje fueron la B.S.O. de esta particular película. Ir al aeropuerto no iba a ser tarea fácil, pues se recomendaba no salir a la calle y, en caso de que no hubiese más remedio, intentar no coger taxis, pues los había del bando cleptómano. Suerte que uno suele tener teléfonos de confianza en el móvil y pude llegar al, quizás, el lugar más seguro de todo Túnez: el aeropuerto de Carthage, custodiado por el ejército y al que había que pasar tras una estrecha vigilancia.

Lleno de extranjeros y de tunecinos que lo primero que intentaban era cambiar la moneda local por otra de más valor, pues quedarse con una moneda que podía hundirse en los mercados no era una opción a tener en cuenta. Y, miraras donde miraras, no había un solo hueco: el aeropuerto estaba masificado. Los ojos solo buscaban una cosa: la pantalla que mostrara el vuelo deseado, apretando los dientes por no ver el temino “cancelled”, ya que los retrasos, en ese día, serían la tónica. Estrechamente vigilados por la "secreta", poco a poco el aeropuerto fue quedando vacio. Sin embargo, los pasajeros del vuelo con destino a Madrid tuvimos la mala suerte de ver ese letrero. Cancelado a las 18.00, sin explicaciones ni información de ninguna clase, nos quedamos encerrados allí, pues no estaba permitido salir del edificio debido al toque de queda. La embajada, si es que te cogían el teléfono o te devolvían la llamada, lo único que decían era que la información que ellos tenían es que los vuelos a España sí iban a salir ese día. Sobre la Embajada de España en Túnez, mejor no hablar en este momento, pues ya tendré lugar a ello en un próximo post.

Humo en el centro de la capital, desde el aeropuerto 15.01.2011

Finalmente, tras tener como informadores e interlocutores a los periodistas que nos llamaban desde los diferentes periódicos de España[13], después de la lucha de muchos padres de jóvenes que habían viajado a este país para celebrar su graduación, y tras los balbuceos de un Gobierno (que me da igual el color que tenga) que no ha estado a la altura de las circunstancias, Iberojet mandó un avión a las 03.00 de la madrugada con el que pudimos salir de ese país, dejando atrás a una población que soñaba con la esperanza de un futuro mejor pero despertaba en una realidad donde la incertidumbre y lo impredecible será el pan de cada día hasta hoy.

Españoles del vuelo cancelado TU606 de Tunisair deseando salir de Tunez 16.01.2011

Sobre las causas que originaron esta Revolución de los Jazmines, aún es pronto para hacer un análisis global de todo el conjunto, pero hay medios[14] y expertos en Túnez que ya están escribiendo sobre el tema. Porque, de momento, aun hay muchas incógnitas en el asunto, como ¿qué hacían los países occidentales, con los brazos cruzados, mientras las calles de Túnez se iban llenado de jóvenes muertos?[15] Por otro lado, no hay que hacer la vista gorda ante las repercusiones que pueda tener esta revolución en los países vecinos, donde el ánimo de miles de personas, descontentas tanto o más que los tunecinos con respecto a sus propios gobiernos, ya están saliendo a las calles[16]. Y, en estos momentos, el clima en Túnez aun es impredecible[17]. He publicado un artículo en un medio local, donde hablo un poco del tema[18].

En mi página personal de Facebook[19], se puede ver cómo iba comentando lo que iba sucediendo:

Antonio Constán: Las cosas no pintan bien en este país... gentucilla, en unas horas sabré si el sábado nos vemos en el Dreams o permanezco aquí jejeje. 13 de enero a las 18:13
Antonio Constán: Acaba de formarse una manifestación pacífica encabezada por abuelas y amas de casa, seguidas de niños y jóvenes, justo 30 minutos después de que el toque de queda entrara en vigor. Me recuerda a cuando gana el Barça o el Madrid: coches pitando, jaleo en las calles... Y de vez en cuando, se escucha el sonido ese característico de las mu...jeres árabes, su grito de guerra moviendo rápidamente la lengua...13 de enero a las 20:33
Antonio Constán: Hay varios países, entre ellos Alemania, que ya está haciendo recoger a los alemanes que están aquí... A partir de ahí,... ya es decisión casi mía jejeje. 14 de enero a las 15:23
Antonio Constán : Sí, tio, es así. Es más, están volviendo a disparar la policia. espero que sea al aire. Si en 2 horas esto no va mejor,... ¡Me pido regresar a España! jeje Porque yo he venido a estudiar al Bourguiba y a ir a la Universidad, no a estar encerra...do como llevo ya 4 días en mi casa... Y, encima, hoy con Huelga General en todo el país. Mañana sábado y luego domingo: eso implica gente ociosa qu eno tendrá otra cosa que manifestarse,... y es una espiral que irá a más. O así lo veo yo. 14 de enero a las 15:36
Antonio Constán: "El presidente de Túnez destituye al Gobierno y convoca elecciones anticipadas para acabar con las revueltas". 14 de enero a las 16:20
Antonio Constán: "Según fuentes oficiales citadas por AFP, se acaba de decretar estado de urgencia en Túnez.". 14 de enero a las 17:09
Antonio Constán: si, hay gente en las calles, la cosa se esta poniendo muyyyy fea... hay una humareda a 400 mts de mi casa... luego subire fotos xD. 14 de enero a las 17:33
Antonio Constán: Ultimas noticias: el presidente ha abandonado el país y el ejercito ha dado un golpe de estado... tremendo jajaja. 14 de enero a las 18:33
Antonio Constán: Las televisiones Al Yazira y Al Arabiya muestran imágenes recientes en las que se ve a miembros del Ejército y a policías confraternizando con civiles. 14 de enero a las 18:44

[8] Sobre la actuación de la Embajada, véase un post mío en:

http://barahonda.blogspot.com/2011/01/y-la-embajada-espanola-en-tunez-que.html

[19] Además, el día 14, gracias al diario digital El País, pude seguir al minuto todos los acontecimientos en el país, acontecimientos que fui guardando en un archivo que se puede ver en: http://www.scribd.com/doc/47314701/Dia-14-de-enero-al-minuto-gracias-a-la-edicion-digital-de-EL-PAIS?secret_password=16frcvwhfjcsmwmnrtuw

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