Comenta al-Yabartî en su libro عجائب الآثار في التراجم والأخبار, conocido como La Historia de al-Yabartî, que el domingo 10 de Muharram del año 1213 de la era musulmana/24 de junio de 1798, llegaron unos documentos de Alejandría con la información siguiente: que el jueves 8 del mes corriente, habían sido avistados cerca de la bahía de Alejandría diez barcos ingleses y más tarde otros quince. La gente, intrigada, los observaba con interés y curiosidad y todos se preguntaban qué pretendían. Se acercó a la orilla procedente de aquellos barcos una barcaza con diez personas y se entrevistaron con los grandes de la ciudad, encabezados por el señor Muhammad Karim, el gobernador.
El gobernador de Alejandría Muhammad Karim
Los ingleses comunicaron al señor Karim que iban en pos de unos grandes buques franceses que habían zarpado de Francia con el propósito de desembarcar en algún lugar de esta zona del mediterráneo, y que, quizá, dichos barcos tenían la intención de atacar la ciudad sin que sus habitantes pudieran impedir su desembarco ni responder a sus ataques. Muhammad Karim no los creyó, pensando que era una trampa, y respondió con duras palabras. Entonces los emisarios ingleses dijeron: “Nos quedaremos con nuestros barcos en la costa para garantizar que no os ataquen, a cambio de que nos abastezcáis –previo pago- de agua y comida. Karim se negó a ello arguyendo que las tierras en las que se encontraban eran del Sultán y que se marcharan de allí inmediatamente. Los emisarios ingleses volvieron a sus barcos y se fueron mar a dentro, alejándose de las costas de Alejandría. Los grandes de Alejandría mandaron un mensaje al encargado de la zona norte de Egipto que tiene su sede en la provincia “al-Bahira” para reunir a los ejércitos con el fin de que viniesen a defender la ciudad de posibles ataques. Cuando estos escritos se leyeron en El Cairo, cundió el pánico, la gente empezó a hablar y a dar su opinión sobre lo que se debía hacer. Tres días después llegaron nuevamente mensajes de Alejandría con la buena noticia de que los barcos ingleses habían abandonado la costa. El pueblo se tranquilizó y los emires, confiados en sus fuerzas, se despreocuparon, afirmando que pisotearían con sus caballos a los europeos que se atreviesen a pisar suelo egipcio.
Buques de la armada francesa frente a las costas de Alejandría
El miércoles, día 20 del mismo mes, llegaron otra vez escritos procedentes de Alejandría, Rashid y Damanhur con la noticia de que dos días antes habían arribado muchos y grandes buques franceses a las costas. Que se acercó a la orilla un grupo, pidiendo entrevistarse con el gobernador, pero la gente no los dejó desembarcar. Cuando llegó la noche, algunas embarcaciones se dirigieron hacia la costa de al-Agami, al oeste de la ciudad, donde desembarcaron soldados y maquinaria militar. Ya de día – cuando los soldados franceses, como una plaga de grillos, rodeaban la ciudad-, se apercibieron sus habitantes y salieron, acompañados por pequeños destacamentos, a enfrentarse con ellos, pero no pudieron impedir su avance. Derrotados los militares, el vulgo retrocedió al interior de la ciudad, donde la defendieron con uñas y dientes, aunque sin conseguir detener el avance de los franceses. Finalmente, la gente se dio cuenta de que todo estaba perdido y se dispusieron a desalojar las torres defensivas de los armamentos y la pólvora, y pidieron el alto el fuego, entregando la ciudad.
Napoleón Bonaparte hizo llegar unos panfletos escritos en árabe a la población. Comenta al-Yabartî que aquellos impresos eran obra de unos espías procedentes del Magreb y los llevaron a El Cairo unos malteses que estaban al servicio de los franceses y hablaban bien diferentes lenguas. A continuación presentamos el texto de aquel panfleto que contiene la proclamación de Napoleón Bonaparte en árabe y nuestra traducción al castellano:
Napoleón celebrando en El Cairo la fiesta del nacimiento del profeta del Islam
بسم الله الرحمن الرحيم لا إله إلا الله لا ولد له ولا شريك له في ملكه من طرف الفرنساوية المبني على أساس الحرية والتسوية السر عسكر الكبير أمير الجيوش الفرنساوية بونابارته يعرف أهالي مصر جميعهم أن من زمان مديد الصناجق الذين يتسلطون في البلاد المصرية يتعاملون بالذل والاحتقار في حق الملة الفرنساوية يظلمون تجارها بأنواع الإيذاء والتعدي فحضر الآن ساعة عقوبتهم وأخرنا من مدة عصور طويلة هذه الزمرة المماليك المجلوبين من بلاد الأزابكة والجراكسة يفسدون في الإقليم الحسن الأحسن الذي لا يوجد في كرة الأرض كلها فأما رب العالمين القادر على كل شيء فإنه قد حكم على انقضاء دوتهم يا أيها المصريون قد قيل لكم إنني ما نزلت بهذا الطرف إلا بقصد إزالة دينكم فذلك كذب صريح فلا تصدقوه وقولوا للمفترين إنني ما قدمت إليكم إلا لأخلص حقكم من يد الظالمين وإنني أكثر من المماليك أعيد الله سبحانه وتعالى وأحترم نبيه والقرآن العظيم وقولوا أيضًا لهم إن جميع الناس متساوون عند الله وإن الشيء الذي يفرقهم عن بعضهم هو العقل والفضائل والعلوم فقط وبين المماليك والعقل والفضائل تضارب فماذا يميزهم عن غيرهم حتى يستوجبوا أن يتملكوا مصر وحدهم ويختصوا بكل شيء أحسن فيها من الجواري الحسان والخيل العتاق والمساكن المفرحة فإن كانت الأرض المصرية التزامًا للمماليك فليرونا الحجة التي كتبها الله لهم ولكن رب العالمين رؤوف وعادل وحليم ولكن بعونه تعالى من الآن فصاعدًا لا ييأس أحد من أهالي مصر عن الدخول في المناصب السامية وعن اكتساب المراتب العالية فالعلماء والفضلاء والعقلاء بينهم سيدبرون الأمور وبذلك يصلح حال الأمة كلها وسابقًا كان في الأراضي المصرية المدن العظيمة والخلجان الواسعة والمتجر المتكاثر وما أزال ذلك كله إلا الظلم والطمع من المماليك أيها المشايخ والقضاة والأئمة والجربجية وأعيان البلد قولوا لأمتكم إن الفرنساوية هم أيضًا مسلمون مخلصون وإثبات ذلك أنهم قد نزلوا في رومية الكبرى وخربوا فيها كرسي الباب الذي كان دائمًا يحث النصارى على محاربة الإسلام ثم قصدوا جزيرة مالطة وطردوا منها الكواللرية الذين كانوا يزعمون أن الله تعالى يطلب منهم مقاتلة المسلمين ومع ذلك الفرنساوية في كل وقت من الأوقات صاروا محبين مخلصين لحضرة السلطان العثماني وأعداء أعدائه أدام الله ملكه ومع ذلك إن المماليك امتنعوا من إطاعة السلطان غير ممتثلين لأمره فما أطاعوا أصلًا إلا لطمع أنفسهم طوبى ثم طوبى لأهالي مصر الذين يتفقون معنا بلا تأخير فيصلح حالهم وتعلو مراتبهم طوبى أيضًا للذين يقعدون في مساكنهم غير مائلين لأحد من الفريقين المتحاربين فإذا عرفونا بالأكثر تسارعوا إلينا بكل قلب لكن الويل ثم الويل للذين يعتمدون على المماليك في محاربتنا فلا يجدون بعد ذلك طريقًا الى الخلاص ولا يبقى منهم أثر.
المادة الأولى - جميع القرى الواقعة في دائرة قريبة بثلاث ساعات من المواضع التي يمر بها عسكر الفرنساوية فواجب عليها أن ترسل للسر عسكر من عندها وكلاء كيما يعرف المشار إليه أنهم
المادة الثانية - كل قرية تقوم على العسكر الفرنساوي تحرق بالنار.
المادة الثالثة - كل قرية تطيع العسكر الفرنساوي أيضًا تنصب صنجاق السلطان العثماني محبنا دام بقاؤه.
المادة الرابعة - المشايخ في كل بلد يختمون حالًا جميع الأرزاق والبيوت والأملاك التي تتبع المماليك وعليهم الاجتهاد التام لئلا يضيع أدنى شيء منها.
المادة الخامسة - الواجب على المشايخ والعلماء والقضاة والأئمة أنهم يلازمون وظائفهم وعلى كل أحد من أهالي البلدان أن يبقى في مسكنه مطمئنًا وكذلك تكون الصلاة قائمة في الجوامع على العادة والمصريون بأجمعهم ينبغي أن يشكروا الله سبحانه وتعالى لانقضاء دولة المماليك قائلين بصوت عالي أدام الله إجلال السلطان العثماني أدام الله إجلال العسكر الفرنساوي لعن الله المماليك وأصلح حال الأمة المصرية.
تحريرًا بمعسكر اسكندرية في 13 شهر سيدور سنة 1213 من إقامة الجمهور الفرنساوي يعني في آخر شهر محرم سنة هجرية اه - بحروفه.
Napoleón delante de la Esfinge.
En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso, no hay más dios que Dios, no tiene hijo ni asociado en su reinado.
De parte de la República Francesa fundada sobre la base de la libertad e igualdad, el jefe del Ejército francés, el general Bonaparte, hace saber a todo el pueblo de Egipto, que desde hace un tiempo, los Mamelucos que gobernaban Egipto, tratan de una forma injusta a los ciudadanos de la nación francesa, los insultan y los intimidan en sus negocios. Ha llegado la hora del castigo. Desde hace mucho tiempo, estos Mamelucos, esclavos comprados en el Cáucaso y Georgia, esclavizan a la gente de la más bella tierra del mundo. Dios Todo poderoso, ha ordenado que su reinado acabe ¡Egipcios, os han dicho que he venido para destruir vuestra religión. Es una falacia, no lo creáis. Decid a los que mienten que vengo para restituir vuestros derechos frente a los abusadores; que respeto más que los Mamelucos a Dios, a su Profeta y al sagrado Corán. Decidles también que todos los hombres son iguales ante Dios; únicamente la inteligencia, el talento y la virtud establecen diferencias entre unos y otros. Sin embargo, entre los Mamelucos, la inteligencia y la virtud no existen, ¿Qué es lo que les distingue de los Egipcios para que sean los Mamelucos los que se apoderen de Egipto y gocen, en exclusividad, de todos los placeres de la vida? Ellos se adjudican las tierras más fértiles, las más bellas esclavas, los mejores corceles y las casas más lujosas. Si la tierra de Egipto es su granja, pues que demuestren que es Dios quien se la ha alquilado. Pero Dios es justo y misericordioso con el pueblo. Con su ayuda, a partir de hoy, a ningún egipcio se podrá impedir llegar a los cargos más elevados. Serán los eruditos, inteligentes, instruidos y virtuosos los que dirigirán los asuntos y, de esta forma, el pueblo será feliz. En otros tiempos había en Egipto grandes ciudades, largos canales, un comercio próspero; todo eso ha sido destruido por la avaricia, la injusticia y la tiranía de los Mamelucos. Cadíes, jeques, imames y gente de bien: decid al pueblo que los franceses son también verdaderos musulmanes y como demostración de ello, hemos destruido al Papa que incitaba a los cristianos contra los musulmanes y decía que había que hacer la guerra contra el Islam, hemos destruido y expulsado a los caballeros de Malta, porque estos insensatos decían que Dios quería que hicieran la guerra a los musulmanes. A pesar de todo, los franceses han sido en todo momento amigos del Sultán Otomano y enemigos de sus enemigos [que Dios alargue su reinado]. ¿No son, por el contrario, los Mamelucos los que se han rebelado siempre contra la autoridad del Gran Sultán? solo obedecían para conseguir sus caprichos. ¡Pueblo de Egipto! Felices los que estén con nosotros, porque prosperarán en su fortuna y rango. También felices los que sean neutrales y permanezcan en sus casas, porque, cuando nos conozcan bien, se pondrán de nuestra parte. Pero pobres de los que se pongan a favor de los Mamelucos, porque no encontrarán ningún camino para la salvación y serán aniquilados.
Artículo Primero: todos los pueblos y aldeas que estén a una distancia de tres horas del las tropas francesas, deben mandar sus representantes al comandante militar de la zona.
Artículo Segundo: todas las aldeas que levantan las armas contra los franceses serán quemadas.
Artículo Tercero: todas las aldeas que obedezcan a los franceses deben nombrar representantes fieles al Sultán Otomano [que Dios alargue su vida].
Artículo Cuarto: los alcaldes de las ciudades deben hacer inventario, guardar y hacer guardar todas las posesiones de los Mamelucos (casas, campos y otros bienes).
Artículo Quinto: a todos los ulemas, sabios, jueces e imames, se le ordena seguir en sus funciones y a toda la población que permanezca en sus casas, tranquila. No se interrumpirán las oraciones en las mezquitas, y todos los egipcios agradecerán a Dios la destrucción del imperio de los Mamelucos y dirán en voz alta: ¡Que Dios conserve la gloria del Sultán Otomano! ¡Que Dios conserve la gloria del ejército francés! ¡Que Dios maldiga a los Mamelucos y haga feliz al pueblo de Egipto!
Firmado: el cuartel general de las tropas francesas en Alejandría, el 13 del mes de Muharram del 1213 de la hégira.
De parte de la República Francesa fundada sobre la base de la libertad e igualdad, el jefe del Ejército francés, el general Bonaparte, hace saber a todo el pueblo de Egipto, que desde hace un tiempo, los Mamelucos que gobernaban Egipto, tratan de una forma injusta a los ciudadanos de la nación francesa, los insultan y los intimidan en sus negocios. Ha llegado la hora del castigo. Desde hace mucho tiempo, estos Mamelucos, esclavos comprados en el Cáucaso y Georgia, esclavizan a la gente de la más bella tierra del mundo. Dios Todo poderoso, ha ordenado que su reinado acabe ¡Egipcios, os han dicho que he venido para destruir vuestra religión. Es una falacia, no lo creáis. Decid a los que mienten que vengo para restituir vuestros derechos frente a los abusadores; que respeto más que los Mamelucos a Dios, a su Profeta y al sagrado Corán. Decidles también que todos los hombres son iguales ante Dios; únicamente la inteligencia, el talento y la virtud establecen diferencias entre unos y otros. Sin embargo, entre los Mamelucos, la inteligencia y la virtud no existen, ¿Qué es lo que les distingue de los Egipcios para que sean los Mamelucos los que se apoderen de Egipto y gocen, en exclusividad, de todos los placeres de la vida? Ellos se adjudican las tierras más fértiles, las más bellas esclavas, los mejores corceles y las casas más lujosas. Si la tierra de Egipto es su granja, pues que demuestren que es Dios quien se la ha alquilado. Pero Dios es justo y misericordioso con el pueblo. Con su ayuda, a partir de hoy, a ningún egipcio se podrá impedir llegar a los cargos más elevados. Serán los eruditos, inteligentes, instruidos y virtuosos los que dirigirán los asuntos y, de esta forma, el pueblo será feliz. En otros tiempos había en Egipto grandes ciudades, largos canales, un comercio próspero; todo eso ha sido destruido por la avaricia, la injusticia y la tiranía de los Mamelucos. Cadíes, jeques, imames y gente de bien: decid al pueblo que los franceses son también verdaderos musulmanes y como demostración de ello, hemos destruido al Papa que incitaba a los cristianos contra los musulmanes y decía que había que hacer la guerra contra el Islam, hemos destruido y expulsado a los caballeros de Malta, porque estos insensatos decían que Dios quería que hicieran la guerra a los musulmanes. A pesar de todo, los franceses han sido en todo momento amigos del Sultán Otomano y enemigos de sus enemigos [que Dios alargue su reinado]. ¿No son, por el contrario, los Mamelucos los que se han rebelado siempre contra la autoridad del Gran Sultán? solo obedecían para conseguir sus caprichos. ¡Pueblo de Egipto! Felices los que estén con nosotros, porque prosperarán en su fortuna y rango. También felices los que sean neutrales y permanezcan en sus casas, porque, cuando nos conozcan bien, se pondrán de nuestra parte. Pero pobres de los que se pongan a favor de los Mamelucos, porque no encontrarán ningún camino para la salvación y serán aniquilados.
Artículo Primero: todos los pueblos y aldeas que estén a una distancia de tres horas del las tropas francesas, deben mandar sus representantes al comandante militar de la zona.
Artículo Segundo: todas las aldeas que levantan las armas contra los franceses serán quemadas.
Artículo Tercero: todas las aldeas que obedezcan a los franceses deben nombrar representantes fieles al Sultán Otomano [que Dios alargue su vida].
Artículo Cuarto: los alcaldes de las ciudades deben hacer inventario, guardar y hacer guardar todas las posesiones de los Mamelucos (casas, campos y otros bienes).
Artículo Quinto: a todos los ulemas, sabios, jueces e imames, se le ordena seguir en sus funciones y a toda la población que permanezca en sus casas, tranquila. No se interrumpirán las oraciones en las mezquitas, y todos los egipcios agradecerán a Dios la destrucción del imperio de los Mamelucos y dirán en voz alta: ¡Que Dios conserve la gloria del Sultán Otomano! ¡Que Dios conserve la gloria del ejército francés! ¡Que Dios maldiga a los Mamelucos y haga feliz al pueblo de Egipto!
Firmado: el cuartel general de las tropas francesas en Alejandría, el 13 del mes de Muharram del 1213 de la hégira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario