En este artículo trataremos de sintetizar las ideas que expusieron nuestros conferenciantes en el seminario Reinterpretaciones femeninas y feminista del Islam de hoy, organizado por el Área de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante del 15 al 18 de marzo.
La primera mujer, feminista y musulmana, que vino a ofrecernos su experiencia y su conocimiento sobre los estudios de la mujer musulmana fue Asma Lamrabet. Médico marroquí y directora de GIERFI (Grupo Internacional de Estudios y Reflexión sobre la Mujer en el Islam). En su exposición argumentó las bases de la lucha por la igualdad entre sexos basándose en la restitución del concepto coránico de jilafa (sucesión o transmisión de la gestión del mundo, legado por Dios a los seres humanos) relacionado directamente con el de wilaya (la de la alianza espiritual y afectiva entre el hombre y la mujer que comparten la común creencia en Dios), es decir, defendió la construcción de un espacio político democrático enraizado en el compromiso y la responsabilidad que Dios otorgó a la humanidad por encima de cualquier criatura en la tierra, prefiriendo a hombres y mujeres a partes iguales para desempeñar este cargo (descartando así la traducción de jilafa como autoritarismo político y de wilaya como autoridad del hombre sobre la mujer).
Asma Lamrabet se apoya en el concepto de unicidad (nafs al-wahida) de la Creación a partir de la cual se establece la justicia social, imposible de alcanzar sin un gobierno político islámico que garantice la equidad y la protección de la umma (comunidad musulmana). Señala acertadamente que esta situación choca frontalmente con la aplicación de la ley islámica que hacen algunos países en la actualidad. Por ejemplo en Arabia Saudí.
Históricamente, en los primeros tiempos de la historia del islam, las mujeres participaron en procesos tan importantes como la Baya o acto de juramento (se trata de un pacto político entre la comunidad y el gobernante) y la Hégira junto al Profeta, pero la historia, masculina y patriarcal, se ha encargado de elidir sus nombres. Si el Corán anima a hombres y mujeres a participar utilizando un lenguaje que se dirige a ambos, la segregación por razón de sexo es contraria a la intención de la Revelación; por eso las feministas islámicas promueven la deconstrucción de actitudes como estas tomando como referencia el texto coránico y el estudio de los hadices del Profeta Muhammad.
Corán almorávide (s. XI)
Laure Rodriguez fue la siguiente mujer feminista y musulmana conversa en exponer el interesante punto de vista del feminismo islámico. La actual presidenta de la Unión de Mujeres Musulmanas de España (UMME) denunció el discurso elaborado desde los medios de comunicación hacia el Islam y expuso imágenes que hoy en día podemos ver constantemente en revistas y en internet que muestran un perfil sesgado de la mujer musulmana. A continuación pasó a valorar la representatividad de las mujeres en el Islam clásico y destacó los casos de mujeres tan relevantes como Hadiya, primera esposa del profeta Mahoma para la que él trabajó, Aisha, su esposa más joven, que tuvo un papel político y fue transmisora de muchos de los relatos sobre la vida y los hechos de Mahoma, Waraq, recitadora del Corán en público, o también Samra, primera muhtasib o supervisora de los mercados de la Historia, además de la autoridad y sabiduría de la reina Bilqis, la reina de Saba. Todas ellas fueron mujeres capacitadas, responsables de sus actos y libres de movimiento, por lo que deberían ser ejemplo de comportamiento para las mujeres de hoy en día en su escalada hacia el espacio público. Según Laure Rodriguez es el feminismo islámico el que debe deconstruir el discurso patriarcal y visibilizar a las mujeres musulmanas, además de fomentar el liderazgo femenino, pues el discurso construído tradicionalmente por los hombres establece relaciones de poder sujetas a la noción de la desigualdad de los sexos.
En tercer lugar Ndeye Andújar, directora de la página web, Webislam, expuso las bases del movimiento feminista islámico, emergente en la actualidad, y utilizó las palabras de Shirin Ebady –abogada iraní y activista por los Derechos Humanos, para afirmar que el feminismo islámico forma parte del feminismo global. Señaló el caso de Egipto como ejemplo de la instrumentalización del feminismo cuando una élite laica, afín a los nacionalismos "socialistas", una vez en el poder devuelven a las mujeres a sus roles tradicionales, y lo mismo sucedió en Irán tras la revolución iraní (actualmente la revista Zanan intenta recuperar el espacio político público que su gobierno les niega).
El término "feminismo islámico" viene dado por los observadores externos al movimiento en 1980, actualmente muchas mujeres prefieren no utilizar este término ya que hace referencia, en su opinión, a un concepto occidentalizado de pensamiento feminista con el que no se identifican.
Ndeye Andújar expuso las críticas que normalmente se enfrenta el feminismo islámico adelantándose al debate previsto para la última parte de su intervención:
- Desde el ámbito tradicional se les acusa de incorporarse a un movimiento occidental destructivo para el Islam.
- Los intelectuales reformistas, advierten que sólo una élite puede desempeñar la tarea de reinterpretar el Corán y no son mujeres.
- Tariq Ramadán (nieto de Hassan al-Banna, fundador de los Hermanos Musulmanes) añade que no todo el mundo puede ser "muytahid"/llevar a cabo el "iytihad" o esfuerzo por interpretar el Corán.
Y, por último, se les critica que se centren demasiado en la teoría y poco en la práctica.
La conferenciante destacó que los movimientos feministas deben observarse con una mente muy abierta ya que las fronteras entre ellos son difusas y muchas veces se mezclan entre ellos. Nos recuerda, por una parte, el caso de las investigadoras Hidayet Tuksal y el de Fátima Mernissi, turca y marroquí respectivamente, que trabajan en el estudio del Corán y la filtración de hadices, además del caso de la imama Amina Wadud y la tesis de Asma Barlas sobre el patriarcado en el Corán; y, por otra parte, las feministas islamistas, que apuestan por la igualdad política desde el punto de vista "complementario", es decir, que el lugar de las mujeres en el espacio público es el que les corresponde como mujeres y no el mismo que los hombres, ya que no son iguales.
Ndeye Andújar puso de relieve algo que ya había tratado también Asma Lamrabet, que es el procedimiento que utilizan las feministas islámicas para alcanzar una lectura igualitaria del Corán: se trata de discernir entre los valores universales y el mensaje coyuntural del texto, es decir, el que valía específicamente para la sociedad y contexto del profeta, en la Arabia del siglo VII, para elevar la interpretación hacia tres conceptos fundamentales: la unicidad, la justicia y la conciencia de Dios.
Actualmente hay organizaciones e intelectuales que ya trabajan por esta nueva interpretación teórica pero también en la práctica por la defensa de las mujeres musulmanas como STEPS en la India y Gayna Anwar en Malasya.
Para quien quiera más información, parte de su interesante intervención se encuentra en PDF, dentro del material para el Seminario en la siguiente dirección:
http://dfint.ua.es/es/documentos/congresos-cursos-y-actividades/el-feminismo-islamico-realidades-y-retos-de-un-movimiento-emergente.pdf
En ella hay una larga entrevista a Ziba Mir Hosseini , titulada: "Comprendiendo el feminismo islámico". Según los datos que presenta N. Andujar, Ziba Mir Hosseini, antropóloga de formación, nació en Irán y ahora reside en Londes, Ziba Mir Hosseini. Es una de las expertas en feminismo islámico más conocidas y es autora de numerosos libros sobre el tema, Actualmente se encuentra en el Centre for Islamic and Middle Eastern Law en la School of Oriental and African Studies de la London University.
En último lugar, intervino Abennur Prado -el único conferenciante hombre- quien introdujo la visión de lo masculino en el Islam a través de una perspectiva histórica en relación a la construcción de género como condicionante principal.
El modelo patriarcal establece que el hombre es el ser humano ideal y en consecuencia lo distinto está en un nivel inferior a este estado perfecto, de forma que se establecen relaciones de autoridad a partir del rol masculino (relacionado con la parte activa) y el rol femenino (parte receptiva o complementaria). El hombre y la mujer son parte del tawhid (unicidad) de forma que se complementan según esta interpretación. Abdennur Prado especificó cómo la interpretación patriarcal ha identificado tradicionalmente los nombres de Dios "de majestad" con el rol masculino y los "nombres de belleza" con el rol femenino. También se ha “masculinizado” la biografía del Profeta, destacando los valores guerreros frente a su sensibilidad, además de atribuirle la capacidad de satisfacer el apetito sexual irrefrenable de las mujeres (valores de origen preislámico).
Se ha considerado que la mujer y todo lo que la envuelve es peligroso y motivo de fitna o desestabilización de la umma y que sólo el pudor puede compensar su capacidad sexual. Así el encierro aparece como solución lógica al problema, según esta interpretación.. La consecuencia palpable de esta interpretación es la preeminencia de lo normativo sobre lo espiritual en el fiqh o derecho islámico de muchos países, que restringe los derechos de las mujeres musulmanas sobre esta base desigualitaria y la expresión clara es la misma segregación como culminación del proceso histórico patriarcal en la actualidad.
Tras la exposición tanto el conferenciante como los asistentes formularon numerosas preguntas alrededor de la masculinidad y los roles de género. Entonces se abrió un debate muy animado entre las diversas corrientes de pensamiento feminista insertadas en el público, algunos investigadores, y el propio Abdennur Prado, que cuestionaron argumentos e ideas expuestas el mismo día y también en anteriores sesiones. La mayoría de las dudas surgieron a partir del marco real en el que se construye el feminismo islámico actualmente y sus objetivos políticos para el futuro, una vez reconocido el discurso feminista en las instituciones públicas.
Patricia Olcina
Eva Lapiedra
2 comentarios:
Hola!!
Solo quería daros las gracias por el seminario, que fue genial y aprendimos mucho.
Además, sirvió para quitarnos algunos prejuicios e ideas negativas que tenemos sobre los musulmanes, y eso es algo muy bueno.
Un saludo
Helena
Hola... no creo en ninguna clase de Dios, pero respeto mucho las creencias sean cuales sean. yo creo que la religion tiene una importancia en la vida de las personas y eso es bueno porque de alguna manera los controla. LO UNICO MALO TODAS LAS RELIGIONES ES EL FANATISMO. respeto a Mahoma, respeto a Cristo y demás... pero bueno...sigan adelante!!!
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