El libro Mujer y familia en las sociedades árabes pretende, según indica en la introducción Gema Martín Muñoz, Directora general de Casa Árabe, y coordinadora del libro junto a Sophie Bessis, el estudio de las diversas realidades de las mujeres en países árabes e islámicos (Marruecos, Argelia, Libia, Mauritania, Túnez, el Mashriq, Arabia Saudí, Palestina, Siria) constatando en todos ellos procesos de evolución y transformación si bien a distintos ritmos. Las relaciones familiares están cambiando así como el papel de las mujeres y su relación con los hombres.
Cuatro de los nueve capítulos en los que se estructura el libro están dedicados a los países del Magreb.
Hablaré aquí del primero y del noveno, los cuales me llaman especialmente la atención:
El primero titulado: Familias y relaciones de género en el Magreb.
Las autoras de este capítulo Thérèse Locoh y Zahia Ouadad-Bedidi abordan los cambios en las relaciones de género y familiares en los países del Magreb, especialmente del “pequeño” Magreb por ofrecer más datos. Así, a partir del estudio de trabajos estadísticos y de encuestas sociológicas dan cuenta de algunas transformaciones importantes:
1. Descenso demográfico radical : en Marruecos se ha pasado de 7 hijos de media por mujer en la década de los sesenta a algo más de 2 hijos por mujer en la actualidad; en Túnez , menos de 2 hijos por mujer, en Libia, 3. Y un caso aparte es Mauritania , con 4,7 hijos de media en 2001. Ello implica nuevos modos de vida familiar y nuevas orientaciones económicas, sociales y políticas.
2. Transformación radical de la edad de contraer matrimonio en una sola generación (en Túnez las mujeres se casan como media a los 30,7 años en 2006, en Libia a los 29 en 1995, en Marruecos a los 26 en 2004) que implica un celibato más prolongado, el uso de los anticonceptivos, disminución de la descendencia, más tiempo para los estudios también para las mujeres,…
Estos cambios cuestionan los modelos tradicionales familiares y las normas en vigor y, por tanto, también el modelo patriarcal establecido. Cambian las relaciones entre hombres y mujeres, las relaciones intergeneracionales y las formas de vida conyugal y familiar. El relevante aumento de la formación escolar de las mujeres y también de los hombres es un factor importante, junto con los antes citados, que está transformando las relaciones de género.
Al final de este capítulo se señalan nuevos desafíos para las sociedades del Magreb. El mayor de ellos será el cuidado de las personas mayores que con toda probabilidad seguirá recayendo en las mujeres. También el estatuto de los niños cambia en cuanto que son más escasos. Por otro lado, la vida afectiva de los jóvenes se ve afectada, especialmente de las chicas, en cuanto que deben abstenerse durante más tiempo de las relaciones sexuales (al menos teóricamente), que siguen estando prohibidas socialmente antes del matrimonio.
En definitiva, los roles tradicionalmente asignados a cada sexo dentro de la familia están inevitablemente cuestionados debido a la mayor escolarización
sobre todo de ellas pero también de ellos, a los cambios en la vida urbana, a los intercambios con los parientes y vecinos emigrados a Europa, a las influencias diversas que llegan a través de las cada vez más numerosas antenas parabólicas. Muchos optan por emigrar a sociedades que ofrecen más posibilidades, otros intentan cambiar las cosas desde dentro.
¿Evoluciones o revolución? , Es el titulo del noveno capitulo
“…el control de la sexualidad femenina es el lugar por excelencia donde se ejerce la autoridad patriarcal” (p.315)
“Sin embargo, el modelo tradicional legitimado por la instancia religiosa o por la referencia a las costumbres está amenazado por todas partes…Las transformaciones en curso conducen a procesos de individuación y de autonomización ineludibles que pueden constituir premisas peligrosas de la aparición colectiva de una conciencia ciudadana…Estas transformaciones anuncian (…) la promesa – o la amenaza- de una reivindicación global de libertad” (p.317)
Este proceso lo viven también muchas mujeres jóvenes educadas en Europa de origen magrebí. La educación escolar más allá de la familia y de la comunidad de origen permite este proceso de individuación propio.
Hay una constatación fundamental en este último capítulo del libro: el tema de las mujeres es clave en la evolución social y política de los países árabes. Todos los estados instrumentalizan a las mujeres y lo religioso para sus intereses políticos. Sin embargo, la evolución es imparable y la decisión sobre su estatuto es fundamental para delimitar y definir los distintos discursos políticos de los países árabes.
Las conclusiones a las que llegan Sophie Bessis ( fotografía derecha) y Gema Martín Muñoz son claras:
1) Los gobiernos de los estados árabes siguen siendo en mayor o menor medida “catastróficamente reaccionarios y patriarcales” sin embargo las sociedades árabes son dinámicas y reivindican cambios, si bien con distintos ritmos según las regiones. Esta distinción es importante en tanto que rompe con el carácter esencialista que ha atribuido tradicionalmente occidente al mundo árabe.
2) “Los hombres sienten que su poder está amenazado “porque las mujeres reivindican sus derechos y su participación plena en la sociedad. Esta situación es traumática para muchos hombres de ahí algunas reacciones misóginas. Hay una especie de “pánico identitario masculino”.
3) La batalla masculina está perdida si se resisten a los cambios. Tanto los poderes como las familias deberán adaptarse a los cambios de la condición de las mujeres y a su consideración como sujetos de derechos. Hay ya una transformación revolucionaria, que ellas afirman ser irreversible, en el espacio social y familiar árabes.
A pesar del tono esencialmente optimista del libro, especialmente de Gema Martín Muñoz ( fotográfia derecha), desde un punto de vista muy personal-el mío- los cambios no siempre son tan evidentes, al menos no se perciben en el día a día tanto como sería deseable. Por otra parte, el desencanto que supone para muchos jóvenes (mujeres y hombres) no atisbar la posibilidad de un empleo estable a pesar de estar mejor formados que las anteriores generaciones predispone a salir al exterior y buscar todo aquello que las sociedades magrebíes ofrecen todavía a muy pocos: empleo, igualdad de derechos, libertad,..
“Sophie Bessis y Gema Martín Muñoz (coords), Ediciones Bellaterra, Barcelona, 2010. Págs. 330”
(Continuará…)
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