El nombre completo del famoso historiador Abd al-Rahman al-Yabartī, عبد الرحمن الجبرتي es Abd al Rahman Ibn Hassan Ibn Burhān al-Dīn al-Yabartī (1753-1825), cronista egipcio que pasó la mayor parte de su vida en El Cairo. Según algunos historiadores nació en una aldea llamada Tal al-Yabartī, situada al norte del Delta del Nilo y perteneciente a la provincia de Beheira y, según otros, como Abdulkader Saleh, nació en El Cairo. Su padre, Hassan al-Yabartī, uno de los grandes eruditos de la Universidad de al-Azhar, se dedicó a estudiar y más tarde a enseñar matemáticas cuando sus compañeros se dedicaban al derecho islámico, la lengua o la teología. En este ambiente de sabiduría creció Abd al-Rahman asistiendo a las tertulias que se celebraban en su casa entre su padre y otros sabios de la época, incluso veía cómo llegaba a su casa europeos para aprender matemáticas de manos de su padre. Memorizó el Corán como el resto de sus compañeros en el colegio y más tarde empezó sus estudios en al-Azhar, donde asistió a las clases de un sabio procedente de Yemen llamado محمد المرتضي الزبيدي Muhammad al-Murtadi al-Zubaydī. Un día dicho profesor comunica a su alumno que quería escribir la historia del siglo XVIII, por lo que alumno y profesor empezaron a reunir datos sobre personajes conocidos, historias y sucesos ocurridos en este siglo. El año 1790 murió el profesor sin completar el trabajo, por lo que el alumno siguió recogiendo datos y escribiendo todo lo que veía y acontecía a su alrededor. En 1798 llega Napoleón Bonaparte con su ejército a Egipto, al-Yabartī se convierte en el testigo y el cronista que describe todo lo que sucede en Egipto durante la ocupación francesa del mismo. Más tarde y después de la salida de los franceses de Egipto, describe con todo lujo de detalles la situación social, económica y política del país del Nilo. En la época de محمد علي Muhammad Alī, al-Yabartī denunció el abuso de poder cometido por personajes como سليمان أغا السلحدار Sulaymān Agā al-Silihdar y otros, pero no se olvidó de describir la gran transformación del país, así como la construcción de fábricas y grandes barcos. Todos aquellos datos los registró en su libro عجائب الآثار في التراجم والأخبار Agāib al-Athār fī l-Tarāyim wa al-Ajbār. En el año 1821 su hijo fue asesinado por aquellos poderosos como castigo por las denuncias recogidas en su libro. A partir de este momento al-Yabartī deja de escribir y cuatro años más tarde, en 1825, muere el mejor cronista que conoció Egipto en los siglos XVIII y XIX. Imágenes: Al-Yabarti, patio de la mezquita de al-Azhar, Napoleón ante la Esfinge, cuadro pintado por Gérome en 1868.
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